Desayuno de Paz No. 40

Invitado: Hernán Pedraza, Investigador, Corporación Nuevo Arco Iris

Tema: Paz en medio del resurgimiento del paramilitarismo

21 de noviembre de 2015

Empezamos el desayuno con una ronda de presentaciones y preocupaciones, especialmente sobre la presencia militar y el proceso de paz en La Habana, y sobre los paramilitares y las BACRIM.

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La estrategia geopolítica paramilitar

Hernán Pedraza, antes odontólogo del SENA, trabajó en la Costa Atlántica, donde percibió la alta presencia de paramilitares y sus vínculos con los políticos locales, habló del nacimiento de Nuevo Arco Iris y de su trabajo mostrando los vínculos del DAS con el jefe paramilitar Jorge 40, que condujo a que Investigadores del avance paramilitar en la Costa fueran asesinados. Enfatizó la existencia de vínculos entre paramilitares y el Estado, financiados con recursos de la salud y de la educación. Esos grupos asesinaban sindicalistas sistemáticamente, tenían relaciones también con las grandes transnacionales como Drummond y gozaban del apoyo de los municipios. Dirigentes sindicales de la Drummond y de las electrificadoras fueron asesinados.

Este fue el resultado de una gran estrategia geopolítica paramilitar en la que participaron grupos de alcance nacional. Entre 1997 y 2004, el poder de la casa Castaño creció y la vinculación entre paramilitares y políticos fue una realidad en Colombia. Después de la desmovilización de 2006, algunos líderes fueron traicionados y extraditados a Estados Unidos debido a la fuerte presión internacional; pero la mayoría cumplieron penas de ocho años; algunos ya han salido de la cárcel y han encontrado sus viejas estructuras cambiadas, pero aún existentes.

Los orígenes de la guerra actual

Hernán volvió a los origines para explicar mejor esta situación. Empezó con el hecho de que todos los colombianos nacidos después de 1946 han vivido en guerra. Mencionó los asesinatos sistemáticos de los años cincuenta. Este país fue el único en América Latina que participó en la guerra de Corea, y cuando el Batallón Colombia volvió, el ejército diseñó una estrategia anti-insurgente que incluyó el lanzamiento de Plan LASO, promovido por Estados Unidos, en el marco de la doctrina de seguridad del Estado, que contribuyó al surgimiento de las FARC.

El ejército ha estado más de 70 años en guerra y dentro de este escenario ha desarrollado una doctrina de seguridad que presente una mentalidad cerrada que incluye a enemigos internos y la concepción de defensa del establecimiento. Hoy en día sigue vigente esa doctrina, que exige presupuestos militares exorbitantes. Según Hernán, la mentalidad del ejército no ha cambiado.

¿Qué tiene que ver el paramilitarismo con esto? Los paramilitares tienen una imagen de sí mismos como autodefensas con intereses políticos propios, por lo que complican el Proceso de Paz. Hernán observa que en las regiones hay muchos partidos políticos y hay que preguntarse: ¿Qué poderes están detrás de algunos de estos partidos?

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De la parapolítica a las mal llamadas Bacrim

Los parapolíticos han florecido: entre sus miembros están senadores, jueces, gobiernos. Hernán sostiene que el Congreso actual es resultado de esa guerra paramilitar, especialmente en Magdalena y Cesar, donde los alcaldes son elegidos por sistemas parapolíticos. La desmovilización de paramilitares no significó que todos entregaran sus armas, y las estructuras parapolíticas se conservan.

Con tantas estructuras parapolíticas en esas zonas, ¿cómo van a participar las FARC en la política? Es un gran desafío que enfrenta el proceso de paz. Pedraza mencionó como los Urabeños, uno de los mayores grupos de BACRIM, tomó el control del territorio comprendido entre el sur de Córdoba y Cesar y que ese grupo ejerce el control social de la población, con violaciones de los derechos humanos. Hernán se refirió a los antecedentes de la violencia. Dijo que después de la constitución de 1991 hubo asesinatos por paramilitares que tenían “listas” que hoy en día tienen los parapolíticos y con las que pueden poner a la población bajo un fuerte control social. Del mismo modo hay preocupación por los grupos sociales y políticos que surgirán después de que se firme el acuerdo: ¿qué garantías de protección tendrán?

Se habló también sobre la diversidad dentro de la Fuerza Pública. De hecho, Hernán cree que hay muchas opiniones diferentes dentro de los rangos medios sobre cómo resolver los problemas de paramilitares/BACRIM, y eso podría ser positivo. Por otro lado, planteó una duda: ¿cómo hacer que las BACRIM se desmovilicen si no tienen ambiciones políticas, sino económicas?

El Proceso de Paz y la lucha por la Tierra de las FARC

Enfatizó la cultura de guerra existente en Colombia: desde la Patria Boba hasta el Tratado de Wisconsin hubo 9 guerras civiles y 6 internacionales, y que después de un periodo de calma entre 1902-1946, la guerra volvió con la violencia que empezó en 1946 y que continúa hasta hoy con la FARC.

En este contexto, subrayó que la pelea es por la tierra. La FARC quiere hacer paz por la tierra, y el gobierno ubica la paz en un contexto de grandes cambios capitalistas. Los grandes terratenientes están perdiendo control de la tierra en nombre del desarrollo, y detrás de la política de paz del gobierno está adelantar su proyecto capitalista.

Nuestro invitado terminó diciendo que los paramilitares ganaron su guerra para perderla. Los paramilitares y la clase social que los apoyaba compraban y controlaban tierras, pero hoy en día la posición de esos grandes terratenientes y ganaderos va disminuyendo y se ven afectados por la reforma agraria capitalista. El actual debate está entre las ZIRES y las Zonas de Reserva Campesina. El gran capital busca hacer la tierra productiva para sus propios fines.

Los paramilitares ganaron las últimas elecciones dentro de una gran cantidad de partidos, pero aun así, las organizaciones de sociedad civil tendrán por lo menos una parte de poder. Por consiguiente, Hernán espera que lo que salga de La Habana sea bueno para todos los colombianos.