Desayuno de Paz No. 24 de 2016

 

Invitado: Alejandro Hernández, Fundación Estrategias Colectivas

Tema: “De La Habana viene un barco” – Juegos como herramientas para la paz

16 de julio de 2016

 

Alejandro Hernández se presenta a sí mismo como psicólogo ambiental, acostumbrado desde pequeño a jugar y como un convencido de que no hay nada más serio que el juego.

Elabora juegos como herramientas metodológicas porque considera que de manera lúdica se aprende más fácil, que la interacción permite abrirse a la vida y su cotidianidad sin cerrarla, permite construir acuerdos, involucrarse y, desde ese punto, juntar experiencias y saberes, abordar con creatividad las dificultades porque en ellas residen las soluciones.

Sus socios en las propuestas de juegos son un diseñador, un abogado y un artista plástico. Juntos han abordado siete propuestas dirigidas a mayores de siete años, sin límite máximo de edad, pero por su temática con un público especial.

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Los Juegos

Su primer juego de mesa permite identificar razones, escenarios, actores, tiempos, propuestas y salidas a los conflictos que identifica el grupo de participantes. Se evidencia con él que siempre tenemos un lugar en el conflicto, que se pueden asociar las razones con los intereses, y que la resolución está vinculada a la palabra y a las visiones de futuro entrevisto, dependiendo de la perspectiva cultural y las relaciones construidas o posibles de hacer.

Luego vinieron otros: el juego de La Serpiente que junta en un solo escenario las expresiones culturales particulares de cada región, a saber: comida, música, conocimientos territoriales, a otras como el conocimiento general y el azar.

En el de La Reparación, cuyo objetivo es identificar y posicionar el tema asociado a las víctimas del conflicto, habla de una formalidad sobre lo que significa, a quiénes les corresponde ejecutarla en general y cómo se articula con las comunidades, organizadas o no. La pregunta gira entre el público mediante el azar y la propuesta, desde el conocimiento o la intuición y las emociones, permitiendo abrir otras miradas o fortalecer la que está más naturalizada en el contexto de los participantes del juego.

El juego de La Reconstrucción, deconstruye y reconstruye los bienes públicos sobre un mapa de coincidencias. Da cuenta del conocimiento y la valoración de lo considerado como bien, sobre el aprendizaje de lo público y su resguardo y protección.

De otro lado, y siguiendo las condiciones de Colombia, el juego La Reintegración aborda el proceso seguido por los excombatientes y sus necesidades sociales a partir de los distintos ámbitos en que se puede desarrollar: laboral (oficios), ambiental, político, roles de entorno como los económicos (comerciantes, ganaderos, etc.), para buscar opciones por medio de propuestas de proyectos que posibiliten la reintegración.

De La Habana viene un barco

Y, para finalizar ¡jugamos! De La Habana viene un barco nos permitió ponernos en la piel de los negociadores, preguntarnos sobre los temas desconocidos, mostrar lo que sabemos de ese asunto. Porque los objetivos del juego son de divulgación de los acuerdos suscritos en La Habana entre el gobierno nacional y las FARC-EP.

Además del conocimiento formal de los acuerdos, se puso de relieve con nuestro ejercicio que hay factores que no controlamos (en este caso, simbolizados por la ruleta y las cartas que indican las acciones); que el impacto trasciende lo particular y territorial más cercano (se afecta el mapa regional al armarlo como rompecabezas); y que todos ganamos con lo acordado mediante la negociación política porque nadie pierde.

Al jugar percibimos que tomar decisiones es importante porque allí es donde se muestra la responsabilidad. Debe haber un contexto que posibilite, confirme, acepte y coopere en la construcción de los acuerdos y ello es casi igual de importante al cumplimiento desde su particularidad más pequeña. El juego nos puso de frente al hecho de que el desconocimiento de lo acordado no inhabilita sino incentiva la posibilidad de participar, que quien dirige el juego solo coordina los saberes individuales y colectivos, que las reglas (cartilla y reglamento) permiten acompasar los saberes y los liderazgos en lugar de reemplazarlos.

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Reflexiones Finales

Más allá de la posibilidad de jugar descubrimos que el hablar, proponer, pensar y debatir otorga poder; que la cooperación enseña la creatividad mientras se alejan los miedos y las desconfianzas; que hay opción para acompañar a los que se encuentran inmersos en la negociación directamente, porque la memoria es siempre un espacio para motivar y resguardar.

Concluimos que la construcción de paz requiere de nuevas herramientas metodológicas, y que dentro de ellas, el juego tiene un lugar privilegiado; que la cooperación es más propositiva que la competencia; y que los asistentes al desayuno diremos Sí al Plebiscito porque es nuestra hora de jugarle en serio a la paz.

2 replies
  1. Edwin Rodriguez Trochez
    Edwin Rodriguez Trochez says:

    Soy Edwin Rodríguez Trochez, estudiante de Lic. en lengua Castellana, Inglés y Francés de la Universidad de La Salle, El día de ayer en la Universidad de la Salle, se llevo a cabo un conversatorio en cuanto: a los retos y oportunidades del pos acuerdo en Colombia. El Doctor Andrey Gómez estuvo presente, y al finalizar de la actividad me comento sobre el próximo desayuno de paz, que se efectuará el próximo sábado. Me gustaría aplicar al desayuno, a fin de estar presente o conocer cual es el proceso de inscripción.
    Pongo a su disposición mi correo electrónico.

    Edwin Rodríguez

    edwinrodriguez66@unisalle.edu.co

    • rodeemoseldialogo
      rodeemoseldialogo says:

      Hola Edwin, mil gracias por su mensaje. Infinitas disculpas por la lenta respuesta. Enviaremos la invitación al próximo desayuno a su correo. Ojalá podamos contar con tu presencia pronto.
      Un saludo muy cordial,
      Equipo ReD

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