«Botas para la paz»
Desayuno de Paz No. 29 de 2017
Invitado: Jairo Alonso Manrique, artista.
Tema: «Botas para la paz»
Septiembre 2
Para iniciar, se dio a los asistentes una hoja en blanco y se les pidió hacer su presentación a partir de un dibujo que los definiera. Este ejercicio permitió que cada uno compartiera algo de su propia identidad. Nuestro invitado comenzó diciendo que se considera a sí mismo como un misionero del arte y la espiritualidad, y entiende el arte como una forma de vida. Como un medio transformador. Nació en Marquetalia, Caldas, una zona que fue golpeada por la violencia de todos los actores.
Botas para la paz: el arte como medio para sanar
Cuenta que hace cuatro años se vinculó al programa Arte para la Paz del Programa de Desarrollo y Paz, en la región alrededor del río Magdalena que comprende los departamentos de Antioquia, Caldas, Cundinamarca y Boyacá. Una de sus mejores experiencias fue Botas para la Paz. Surgió en Florencia, un corregimiento de Samaná, Caldas, en una región muy afectada por la presencia de guerrilleros y paramilitares. Allí hubo muchas muertes de campesinos porque eran confundidos con guerrilleros por las botas que usaban, ya que éstas se asociaban con la guerrilla, en especial las de suela amarilla ( los llamaban “los de las botas”). A diferencia de ellos, los paramilitares se distinguían generalmente por usar botas estilo militar.
Decidieron entonces intervenir artísticamente las botas para resignificarlas, para devolverles su dignidad y su identidad en relación con el trabajo. Usaron el arte como un elemento sanador, y también como un factor para educar y proyectar hacia el futuro. Trabajaron en el parque con niños y adultos, padres y madres, pues asistían las familias enteras: a medida que veían la actividad la gente se iba acercando. En ese espacio abierto, la comunidad se unió a través del arte y empezaron a contar sus historias.
Jairo hace referencia a un caso muy doloroso que los marcó en la región relacionado con falsos positivos, en el cual el supuesto guerrillero abatido fue encontrado con dos botas izquierdas.
Florencia en medio del fuego
Por su característica selvática, – Florencia tiene un parque nacional natural conocido como ‘la selva de Florencia’- esta zona era estratégica para los grupos armados pues les facilitaba ocultarse; allí las FARC tenían dos frentes, comandado uno de ellos por Karina. La población sufrió gravemente por los enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares, en combates que duraban hasta tres y cuatro días. Hacia el año 2000 el ejército retomó la zona y la guerrilla retrocedió hacia Antioquia. Jairo cuenta que en la vereda El Congal se vivió la peor parte del conflicto: ésta prácticamente desapareció pues la población fue casi totalmente desplazada a consecuencia de una masacre cometida por paramilitares.
Jairo cree que la función del arte, por su potencial simbólico, nos permite capturar aspectos más profundos de las vivencias. Los testigos se abren y expresan cosas que no logran decir cuando simplemente se les pide un relato. Hay una gran dificultad en iniciar el diálogo por la profunda desconfianza que las víctimas tienen con todos, pero una vez que empiezan a explicar sus propios dibujos, empiezan a sacar sus sentimientos. Contar permite desinhibirse y a través de lo simbólico es posible contar los horrores vividos.
Preguntas de los asistentes
La experiencia de Jairo despertó mucho interés y reflexiones de los asistentes. Presentamos algunas de sus preguntas y los comentarios de nuestro invitado.
¿Hay una tensión entre el arte como conceptualización y como expresión? Expresión y conceptualización deben ir de la mano. Hay artistas que se cierran a su ego, que hacen una expresión demasiado personal y no permiten la entrada de la expresión pública. Si el artista no está en contacto con la comunidad no va a poder comunicar o sanar. Si el artista no se pone las botas y va allá, no ayuda a sanar.
¿Ha utilizado la música? En el programa Arte para la Paz, participaba un conjunto de personas que trabajaban diferentes expresiones artísticas: pintura, danza, música, teatro, narrativa.
¿Estos procesos artísticos se pueden usar con los ex-guerrilleros? Jairo cuenta que una noche despertó con la idea de que este proceso se debería usar con todos los grupos relacionados con el conflicto. Cree que los guerrilleros pueden necesitar estas intervenciones más aún que las víctimas porque el victimario sufre las consecuencias de las acciones. También sufren por estar aislados por no poder usar su verdadero nombre. Relata también que en un tiempo vivió en una zona con alta presencia de autodefensas y colaboró en un programa de reinserción donde se hacía escultura en mármol; allí hablaba con ellos, compartía con ellos.
¿Qué no puede contar de la situación actual en tu región? En opinión de Jairo, Caldas es uno de los primeros departamentos libre de grupos armados. Aunque todavía quedan grupos armados escondidos, ya se puede vivir.
¿Cómo han venido trabajando, formalmente, al interior del programa de Arte para la Paz? Estos procesos de arte parten de una conceptualización, y al llegar a una zona se empieza por ofrecer unos conceptos básicos simbólicos y unas herramientas para que las personas puedan empezar a expresarse. No es una aproximación totalmente empírica.
Hay personas en la reunión que han usado diferentes formas de arte para este tema. Se menciona otro proceso parecido al de las botas en la Casa de la Mujer en La Dorada, con mujeres cabeza de familia. Las mujeres empezaron a expresar, a través de pintura en zapatos con tacón, sus historias. También se propuso a los hombres a caminar en zapatos de tacón y contar una historia, para que fueran receptivos a los mensajes de las mujeres, al ponerse en la posición de ellas. Esto es el arte como comunicación. Redprodepaz acude permanentemente al arte popular, a o que surge naturalmente de las comunidades. En algunas regiones, a través del canto y el repentismo se cuentan sus historias Esto ayuda a recuperar la palabra. Por ejemplo, en Las Pavas han creado un canto llamado “recuperando la tierra”. En otros casos a través de actividad colectiva de muralismo se rescata la memoria histórica.
Reflexiones finales
Al conocer esta experiencia logramos incluir a Florencia, Caldas, un corregimiento desconocido para muchos, en nuestro mapa mental y afectivo. Esto nos ha ayudado a descubrir y valorar cómo cada territorio tiene sus recursos propios para expresar sus vivencias, sanar sus heridas y seguir adelante.