Comunicado a la mesa de conversaciones
En Rodeemos el Diálogo seguimos convencidos que el proceso de paz es la mejor forma para resolver el conflicto armado. Queremos en este momento hacer un llamado a la sociedad colombiana y en particular a quienes inciden directamente en el proceso y en la opinión pública. Recordemos que las negociaciones necesitan de tiempo y paciencia para obtener una paz duradera y estable.
Creemos que fijar una fecha límite para la firma del acuerdo, además de ser demagógico, es contraproducente pues puede obstaculizar el proceso de identificar y acordar de manera responsable las transformaciones que se necesitan para empezar a superar las causas de la violencia en Colombia.
Entendemos las dificultades de negociar en medio del conflicto armado y compartimos la preocupación de muchos colombianos: las acciones armadas del Ejército y las FARC afectan a la población civil y al medio ambiente. Sin embargo, no podemos retroceder en los avances logrados, que de manera tangible mejoran la situación de los colombianos, como: la política agraria, la participación política, el tratamiento integral del narcotráfico, el desminado y el esclarecimiento de espirales de violencia que han dejado más de 7 millones de víctimas del conflicto armado.
Hacemos un llamado a los líderes políticos para que sean prudentes en sus declaraciones y propuestas frente al proceso de paz, e invitamos a los colombianos y amigos de Colombia a Rodear el Diálogo para inspirar a todos los actores del conflicto a deponer la violencia como forma de resolución de conflictos. Es justamente en estos momentos difíciles cuando la sociedad civil debe jugar su papel como constructora de paz.
Si por sociedad civil entendemos también los ciudadanos afectados por la sucesión de ataques a la infraestructura de servicios públicos y al medio ambiente, es ilusorio pedir que la negociación en la Habana se prolongue indefinidamente. La legitimidad de los interlocutores en CUALQUIER proceso de negociación es función directa de sus comportamientos FUERA de la mesa. Lamentablemente para las FARC cada día que pasa le resta legitimidad en la negociación al alienar a la sociedad civil con los actos que la perjudican.