Comunicado de Rodeemos el Diálogo (ReD) sobre el acuerdo sobre el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para resarcir los derechos de las víctimas

15 de diciembre de 2015

Hoy es un gran día para los más de siete millones de víctimas del conflicto armado, en particular, y para todos los colombianos en general. Desde Armenia, Bogotá, Calarcá, Cajicá, Medellín, Pereira, Salento, Londres y Barcelona abrazamos este acuerdo para satisfacer los derechos de las víctimas.

Reconocemos que no fue fácil para los equipos negociadores del gobierno y las FARC acordar un sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. Responder a las exigencias de todas las víctimas del conflicto armado colombiano implicaba abrir mecanismos de participación directa y ser autocríticos. Por esta razón, más de 3.000 víctimas participaron en cuatro foros en Colombia organizados por las Naciones Unidas y la Universidad Nacional, y 60 víctimas viajaron a La Habana para dar sus testimonios directos y ofrecer sus recomendaciones. Las víctimas compartieron sus memorias y experiencias ante los negociadores en La Habana; se organizaron para visibilizar sus demandas y crearon iniciativas de perdón y reconciliación. Esto demuestra los esfuerzos de las partes por poner en el centro a las víctimas. Asimismo, para el gobierno era imperativo cumplir con los estándares de la justicia internacional. A pesar de muchas presiones, ambos equipos han mostrado su voluntad de paz; dando un ejemplo de reconciliación nacional y sentando las bases para la reconstrucción del tejido social, tarea que exige la participación de todos los colombianos.

Los cinco mecanismos del sistema integral, que transversalmente tienen un enfoque territorial, diferencial y de género, son ejemplo para los procesos de paz en el mundo. La Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Jurisdicción Especial para la Paz; la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas; el fortalecimiento de la institucionalidad para la reparación de víctimas y la creación de nuevos mecanismos de reparación demuestran el compromiso de las partes para afianzar la paz y desmontar la impunidad. La unidad de investigación y desmantelamiento de organizaciones criminales y los otros mecanismos para la no repetición que serán acordados como parte del punto tres del fin del conflicto, complementarán este andamiaje para asegurar la integralidad del sistema.

Respaldamos la declaración de las víctimas. Exigimos investigar las amenazas contra miembros de las delegaciones, y reiteramos el pedido que hicimos al Príncipe Carlos de Inglaterra en su visita a Colombia, en el sentido de que la comunidad internacional esté vigilante para que los derechos de las víctimas no sean vulnerados. Confiamos en que el gobierno colombiano no escatimará esfuerzos desde ya para sentar un precedente de no repetición, demostrando que nadie en Colombia puede re-victimizar impunemente a nuestros compatriotas.

Destacamos las palabras del jefe del equipo negociador del gobierno: “No hay violencia buena; las violaciones de un lado no justifican las del otro”, como también las del jefe del equipo negociador de las FARC: “No nos interesa ver en la cárcel a nuestros enemigos, preferimos trabajar con ellos reconstruyendo el tejido social… para satisfacer los derechos de las víctimas.” Para nosotros, ambos reiteran la importancia de la justicia restaurativa. La cárcel sólo se aplicará a quienes no reconozcan responsabilidades directas o indirectas en graves crímenes internacionales. Este es un ejemplo para toda la sociedad colombiana, pues ni siquiera los altos funcionarios del Estado tendrán inmunidad ante las Jurisdicción Especial de Paz.

Consideramos de gran importancia que aquellos que no reconozcan responsabilidades sean investigados, juzgados y condenados con penas de prisión ordinaria. Esta medida contra la impunidad garantiza que las víctimas y la sociedad, además de conocer a los responsables, tengan la seguridad que uno de los componentes de la construcción de paz es la aplicación irrestricta del Estado de Derecho.

Entender y velar por el cumplimiento de este complejo acuerdo no será fácil; explicarlo demandará el esfuerzo de muchos sectores de colombianos. En ReD seguiremos trabajando en la pedagogía del proceso de paz y continuaremos pensando estrategias para llegar a más y más personas para que se conviertan en gestoras activas de paz en su trabajo, su hogar y su vida cotidiana, y logremos así un respaldo ciudadano amplio al acuerdo de paz. Buscaremos articularnos con más sectores; todos ellos serán bienvenidos a ReD. Creemos que la construcción de la paz sólo es posible si recuperamos la honestidad, la generosidad, la solidaridad y el respeto por la diferencia, si entre todos construimos una cultura de diálogo para vivir en una sociedad más justa, más sana.

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Fuente AFP