Cuarto Conversatorio de Paz en Colombia
Londres, 30 de noviembre de 2013
“Participación política: ¿un pequeño paso o un salto gigante?”
Cuando inició la ronda 16 de negociaciones había una opinión generalizada que las negociaciones estaban estancadas. Ahora con un acuerdo sobre el segundo punto de la agenda hay un renovado optimismo. En el conversatorio, que tuvo lugar el 22 de septiembre en Canning House con la participación de cuatro colombianos, ocho ciudadanos británicos, el análisis de Henry Robinson (miembro fundador de la Red Contra el Extremismo Violento) y facilitado por Andrei Gómez -Suárez (investigador en Oxford y Sussex), discutimos la relevancia y la importancia de este acuerdo para el futuro de las negociaciones, en particular, en relación con el tráfico ilícito de drogas; siguiente punto en la agenda.
Participación Política
Los detalles del acuerdo aún no se han hecho públicos. Sin embargo, basándose en la experiencia de otras negociaciones de paz, se puede decir que el estado actual de las negociaciones en la Habana es muy positivo. La sugerencia de un sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política es muy importante para proteger a las FARC después de que se desmovilicen.
¿Cuál es la importancia del acuerdo sobre la participación política?
El reciente acuerdo es tan importante que algunos analistas argumentan que no hay vuelta atrás en el camino hacia la paz. Las FARC han decidido renunciar a la lucha armada y llegar a un acuerdo con el gobierno sobre el uso de la política para luchar por sus objetivos. El acuerdo es también central en el período previo a las elecciones al Congreso Nacional en marzo y las elecciones presidenciales en mayo de 2014. Álvaro Uribe, el mayor crítico de las negociaciones, está ahora atrapado en su postura contra la negociación, mientras que la opinión pública se ha inclinado a favor de los negociadores y la popularidad de Santos se ha recuperado.
El papel del ministro de Defensa colombiano
El Ministro Pinzón expresa a menudo posiciones que son contrarias a las expresadas por el Presidente Santos y esto parece socavar la unidad del gobierno nacional, pero estas declaraciones representan las opiniones de un gran sector derechista dentro del estado. Por lo tanto parece que Pinzón está jugando el papel útil de “policía malo” en contraposición con el papel de Santos como “policía bueno” durante las negociaciones.
El proceso de paz y la guerra contra las drogas
El siguiente punto de la agenda de paz es la solución al problema de las drogas ilícitas. Se sugirió que dos objetivos principales del presidente Santos son: poner fin al conflicto armado con las FARC y cambiar fundamentalmente la guerra contra las drogas. La guerra contra las drogas es un asunto global y los recientes signos de cambio incluyen la legalización de la marihuana en Uruguay y los estados de Colorado y Washington en Estados Unidos y el informe de la Organización de los Estados Americanos que sugiere alternativas a esta guerra fallida. Santos es uno de los dos presidentes que aboga por un cambio en la guerra contra las drogas y Colombia sigue siendo un gran productor de cocaína, así como un importante centro para el transporte de muchas sustancias ilegales. Por lo tanto, las decisiones sobre la forma de manejar las rutas de la droga y de las plantaciones de coca controladas por las FARC podrían ser una parte muy importante para la transformación del contexto mundial. Sin embargo, vale la pena recordar que algunas unidades y miembros de las fuerzas de seguridad, grupos paramilitares y bandas criminales están fuertemente involucradas en el tráfico y/o producción de drogas, por tanto, este es un problema que incumbe a las dos partes que participan en las negociaciones.
El papel de Simón Trinidad y EE.UU
Algunos ven a Simón Trinidad como un futuro líder político de las FARC y como una figura importante para negociar el problema de las drogas ilícitas. Las FARC han exigido reiteradamente que sea puesto en libertad para que participe en la Habana. Si este fuera el caso, ¿responderían las FARC con un alto el fuego unilateral definitivo? ¿Qué efecto tendría esto en la opinión pública colombiana? Sin embargo, los EE.UU. es el principal impulsor de la guerra contra las drogas y no es claro si está dispuesto a cambiar su postura. En las próximas semanas Santos se reunirá con Obama ¿Será capaz de asegurar el apoyo de los EE.UU., mientras que el tema de las drogas se está negociando? ¿Va a discutir el tema de Simón Trinidad y una alternativa a la guerra contra las drogas?
La paz frente a la Justicia
La paz no es sólo un papel. Se trata de la reintegración de los antiguos actores armados, que han cometido crímenes en las comunidades, para asegurarse de que el ciclo de violencia no resurja. Sin justicia y reconciliación, no habrá paz duradera. Pero ¿qué clase de justicia es la adecuada? Es poco probable que las FARC estén dispuestas a renunciar a la lucha armada para ir a la cárcel. Por otra parte, el sistema de justicia penal se centra en el crimen cometido y esto es a menudo insatisfactorio para las víctimas porque tienen preguntas específicas acerca de lo que realmente ocurrió. Por lo tanto tal vez comisiones de la verdad pueden ser un sustituto de la justicia formal ¿estarán las víctimas dispuestas a aceptar otras formas de castigo para las personas que han matado a sus seres queridos?
En general, los participantes consideraron que, aunque el acuerdo sobre la participación política es un logro fundamental en el proceso de paz, sigue habiendo retos importantes: primero, hay que buscar una fórmula para balancear verdad, justicia y paz, y segundo se debe articular una solución colombiana a la criminalidad con un enfoque alternativo a la guerra contra las drogas.
PATROCINADORES
British Academics for a Colombia Under Peace (BACUP)
Canning House
Plataforma
Rodeemos el Dialogo (ReD)