Desayuno de Paz N. 30: El poder transformador de la música en zonas de conflicto
Desayuno de Paz N. 30
Invitada: María del Rosario Torres, Gerente de Desarrollo de la Fundación Batuta.
Tema: El poder transformador de la música en zonas de conflicto
29 de agosto de 2015
Nuestra invitada nos cuenta que su pasión por la música viene desde niña cuando empezó a cantar en un coro, actividad que mantuvo durante toda su etapa escolar; así descubrió que esta experiencia le permitía sentirse parte de una comunidad, lo que es hoy en día cada vez más difícil, en especial en las grandes ciudades como Bogotá. Estudió Música con énfasis en Gestión Cultural, en la Universidad Javeriana, y siguió desarrollando continuó su formación en Gestión Cultural en los Estados Unidos; siente que además de ser ésta su profesión, es su estilo de vida. Desde la Gerencia de Desarrollo de Batuta, se ocupa de garantizar la sostenibilidad financiera de la fundación.
Inicialmente, María del Rosario nos presentó un video en el cual un niño de Puerto Asís, Putumayo, da su testimonio de cómo su participación en Batuta, donde lleva tres años, ha transformado su vida, y ahora sueña con llegar a ser profesor de música y presentarse ante el público; este segundo sueño ya se cumplió pues el niño estuvo con Batuta tocando en Italia.
La Fundación Batuta nació en el año 1991 como una iniciativa impulsada y financiada por el Gobierno Nacional en alianza con la empresa privada y tuvo como modelo inspirador el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Lo innovador en este caso es que se ha adoptado un modelo de enseñanza grupal que rompe las jerarquías profesor-alumno, para dar paso a un aprendizaje horizontal donde todos cooperan y comparten saberes.
Su objetivo desde entonces ha sido fortalecer e incrementar el disfrute y la enseñanza de la música y generar mayores oportunidades para el ejercicio de los derechos culturales. Ha llegado a cerca de 39.710 niños y niñas del país y, a través de ellos, a sus familias y comunidades. Tiene presencia en 32 departamentos y 95 municipios a través de 184 centros de formación musical. Nos explica que cada centro de formación está conformado por: un profesor, un coordinador, un asistente administrativo que se ocupa del registro y el seguimiento de los procesos, y un profesional para apoyo psicosocial, encargado de vincular el trabajo con los niños a la familia y la comunidad.
En cuanto al impacto de la fundación, investigaciones realizadas por el Departamento Nacional de Planeación y la Fundación Luker han encontrado que los niños que participan en Batuta obtienen mejores resultados en las Pruebas Saber; así mismo, construyen una proyección profesional de acuerdo con sus sueños y metas, y adquieren hábitos para el aprendizaje y la vida en general como la disciplina. Es un espacio protector, donde también se cultiva la paz a partir de la pertenencia a una comunidad. Su gran acogida por parte de la población colombiana tiene que ver con su contribución al desarrollo integral y la mejora de la calidad de vida de niños, niñas y jóvenes en zonas de vulnerabilidad.
Su contribución a la paz en Colombia, se ve reflejada en la capacidad del programa para la reconstrucción de tejido social, abriendo espacios de reconciliación y convivencia lejos del tiempo que soledad que figura como un patrón negativo especialmente en aquellos menores víctimas del conflicto armado; también, en la generación de capacidades individuales para formar a ciudadanos activos, al fortalecimiento de procesos culturales y educativos en los territorios.
Esta apuesta por la paz de Batuta se ha materializado significativamente desde el año 2001 a través de su Programa Música para la Reconciliación, del Departamento para Prosperidad Social, con un modelo integral que ha brindado formación musical y atención psicosocial para enriquecer la vida de cerca de 17.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas del conflicto interno (80%) y vulnerabilidad (20%), en el ejercicio de sus derechos y su desarrollo integral. Esto se logra porque la acción de Batuta está concebida como un proceso, donde cada niño tiene una permanencia mínima de tres años en el programa, al cual asiste entre 11 y 12 horas semanales. No se requiere tener habilidades especiales para la música para poder ingresar, y vinculan niños desde los 2 años de edad, siendo la edad máxima de 22 años.
Así mismo, el Programa Música en las Fronteras – Plan Fronteras para la Prosperidad– con apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, busca desarrollar procesos orquestales en todas las fronteras, con financiación del gobierno central, lo gobiernos locales y el sector privado. Éste ha logrado fortalecer la promoción cultural favoreciendo la integración binacional en la zona de frontera colombo-venezolana y colombo-ecuatoriana, y ha beneficiado a 480 niños, niñas y jóvenes. Se recuerda como algo memorable un concierto realizado en Ipiales y Tulcán, por la “orquesta binacional tricolor”, que tuvo altísima acogida.
Todo esto sin duda constituye, en el actual contexto del proceso de paz en Colombia, una apuesta hacia el posconflicto. En este sentido, nos cuenta nuestra invitada que Batuta viene hace años trabajando por el posconflicto y se refiere al Manifiesto Cultural para la Paz que se generó como una iniciativa de la sociedad civil, en especial del sector artístico, con la pretensión de contribuir al desarrollo nacional y a la reducción de las brechas sociales desde dimensiones artísticas y culturales y en el ejercicio de los derechos humanos.
Luego se abrió espacio a las preguntas y reflexiones de los asistentes, de donde surgieron algunos temas y conclusiones:
- la importancia del poder transformador de la música en medio del conflicto en Colombia.
- podemos hablar de paz más bien como una construcción -y no como un objeto-, que es indispensable para transformar la sociedad y que, si bien la firma de los acuerdos no es la expresión máxima de la paz, sí es un paso muy importante para la transición hacia el posconflicto.
- en un escenario de posconflicto Batuta ha previsto la vinculación de adultos desmovilizados para desarrollar un proyecto musical tipo Stomp (música con latas, canecas y otros objetos comunes).
- ¿Cómo resolver la tensión entre la identidad cultural y la cultura desde Batuta? si bien la música popular y tradicional se integran en la etapa inicial de formación musical, Batuta es un programa formación sinfónica, no de música popular; por otra parte, el Gobierno a través del Plan Nacional de Música para la Convivencia, promueve escuelas orientadas a la música popular.
- se propuso organizar conjuntamente entre Batuta y ReD un concierto para enviar un mensaje de paz y reconciliación a la Habana para manifestar nuestro apoyo al proceso, ya que a veces nos hace falta expresar nuestro cariño y reconocimiento a este proceso que nos ha cambiado la vida.
En el cierre aprendimos y entonamos en coro una canción que se asocia con la época de la lucha por los derechos civiles, cuya letra podemos aplicar al momento actual. Todos cantamos:
“We shall overcome, someday
Deep in my heart, I do believe
We shall overcome, someday
We shall live in peace, someday
Deep in my heart, I do believe
We shall live in peace, someday”