Desayuno de Paz No. 27
Desayuno de Paz No. 27
Invitado: Diego Rodríguez (Director de Proyectos Fundación Tiempo de juego)
Tema: Deporte y arte como herramientas para la paz en Cazucá
8 de agosto de 2015
En esta ocasión nos acompañó Diego Rodríguez, director de proyectos de la fundación Tiempo de Juego, con la cual Rodeemos el Diálogo realizó días antes una actividad de pedagogía del proceso de paz, dirigida al equipo de profesionales que la integran y que se extenderá en los próximos meses a jóvenes monitores en Cazucá.
Tiempo de Juego nació en el año 2006 en el barrio Cazucá, perteneciente a la comuna 4 de Soacha, a partir de los juegos de fútbol que el fundador tenía con los niños del barrio. Inicialmente, tomó como modelo el “fútbol por la paz” utilizado ya en varios países, que buscaba estimular en los jóvenes la participación en actividades para el buen uso del tiempo libre, mitigar la formación de pandillas y otros problemas sociales. En vista de la creciente acogida (en el 2008 ya contaban con más de 100 niños) se decidió institucionalizarla y se creó la fundación, con el fin de conseguir fondos, y ampliar espacios a más iniciativas y más miembros. A pesar que su principal financiador es la Fundación Compartir, la sostenibilidad de Tiempo de Juego se basa en el apoyo y compromiso de la comunidad.
Luego de esta contextualización se abrió el espacio a las peguntas de los asistentes, quienes querían saber acerca del objetivo, el número de personas que la componen y la medición de resultados del trabajo de Tiempo de Juego.
Desde su creación Tiempo de Juego ha tenido diversos objetivos, hasta llegar a definir el que se trabaja actualmente, que busca generar habilidades para la vida en personas con condiciones de vulnerabilidad. Se basa en una estrategia creada por la Organización Mundial de la Salud, que se enfoca en desarrollar las siguientes habilidades: conocimiento de sí mismo, empatía por los otros, toma de decisiones, manejo de conflictos, sentimientos y tensiones, pensamiento crítico, y relaciones interpersonales. Las actividades se realizan en la sede de Tiempo de Juego y en algunos colegios con los cuales han creado alianzas; en el proceso se han vinculado alrededor de 62 docentes. En cuanto a las familias, se empezó realizado algunas actividades con las mamás que acompañaban a los niños y niñas a la fundación y se ha ido ampliando a otros grupos.
Hay aproximadamente 1015 beneficiarios, entre 6 y 22 años, que participan por lo menos una vez en la semana en alguna de las 16 actividades programadas. Si se incluyen los que participan en los colegios aliados, llegan hasta 1800 y de éstos, 325 lo hacen tanto en las actividades cotidianas de la fundación como en su colegio. Sobre la distribución por género, acuden aproximadamente un 60% de hombres y 40% de mujeres. Operan con un equipo de profesionales que a través de actividades lúdicas, de arte, música y deporte, desarrollan los procesos tendientes al cumplimiento de los objetivos.
La metodología está diseñada para el desarrollo de las habilidades para la vida, con lo cual el juego de fútbol, por ejemplo, más que la competencia, se fomenta el respeto por el otro, la solidaridad y el juego limpio. La secuencia pedagógica tiene tres momentos: inicio, desarrollo y final. Al inicio se definen los acuerdos, por ejemplo: equipos mixtos, goles sin pases no valen, cuando haya falta todos los jugadores deben sentarse y celebrar el gol del equipo contrario. Después del partido sin árbitros, pero con mediadores que aseguran que los acuerdos se cumplan (desarrollo), se pasa al final que es la autoevaluación.
Tiempo de Juego cree en el poder pedagógico de los niños, por eso cuenta con el apoyo de un grupo de monitores de la misma comunidad, que se ha conformado con niños y jóvenes de 9 años en adelante. Ellos muestran especial interés por participar más activamente y reciben formación para colaborar en la logística y en el desarrollo de las actividades.
Una evaluación externa por parte de la organización Tercera Mirada, que encontró que los mayores impactos de Tiempo de Juego están en los siguientes aspectos: 1. Mejora de las relaciones interpersonales; 2. Conocimiento de sí mismo; 3. Hábitos de vida; e 4. Incidencia en la familia.
Tiempo de Juego opera en un contexto difícil ya que hay presencia paramilitar en la zona, no obstante sólo durante el último año del Presidente Uribe (2009-2010) algunos miembros de Tiempo de Juego recibieron amenazas. También por épocas ha habido influencia de la guerrilla, sin embargo la fundación ha sido respetada y es muy querida entre la comunidad. Esta acción se ha fortalecido con algunas labores conjuntas con otras organizaciones presentes en la zona, como la fundación Un Techo para mi País.
Las conclusiones que sacamos de nuestra conversación con Tiempo de Juego son:
- Los primeros beneficiarios de cualquier proyecto deben ser los impulsores de éste.
- En un proyecto social la principal alianza debe ser con la comunidad, de esta forma tendrá duración y la aceptación suficiente para brindar algo de reconocimiento y seguridad a los miembros.
- Las actividades de Tiempo de Juego contribuyen a que los individuos se piensen colectivamente y de forma comprensiva y pacífica.
- Para que iniciativas sociales logren el mayor impacto, debe involucrar tres entornos: familia, colegio y el barrio.
- Se puede apostar por un proyecto de país mejorando la comunicación, fomentando el diálogo y generando empatía, y así lograr el cambio y pensar en una nueva sociedad.