Desayuno de Paz No. 4 de 2017
Invitado: Carlos Mesa (exprocurador delegado)
Tema: La Corrupción y el Post-Acuerdo
11 de febrero
En el desayuno de paz del 11 de Febrero, Carlos Mesa, quien se desempeñó como ex-Procurador Delegado para la Descentralización y los Entes Territoriales, nos compartió sus perspectivas sobre la lucha contra la corrupción.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de corrupción?
Tradicionalmente, la corrupción era entendida como aquellos actos en los que los recursos del Estado eran utilizados para favorecer a particulares; sin embargo, esta es una visión bastante reduccionista e incompleta. Más adelante, el concepto se amplió y se pasó de entender como un fenómeno que no sólo estaba relacionado con el Estado, sino también a actores privados.
Diferentes enfoques para luchar contra la corrupción
A lo largo del tiempo se ha intentado hacer frente a la corrupción desde distintas perspectivas, reformulando y ampliando cada vez más las soluciones planteadas. Los primeros esfuerzos empezaron con los economistas en los años 70, quienes decidieron abordar el problema desde una visión meramente economicista, para lo que implementaron sanciones de multas y otros mecanismos que buscaban que la violación de recursos públicos fuera menos rentable. Sin embargo, esta solución no fue suficiente y en los años siguientes el Banco Mundial empezó a hacer énfasis en la creación de procedimientos que garantizaran una buena utilización del dinero, por lo que se crearon controles, regulaciones e instancias que tenían como objetivo reforzar la vigilancia de los recursos.
Otra perspectiva que surgió después es la de la Escuela de Transparencia de Hong Kong, en que se entendió la corrupción de una forma distinta y se relacionó con la formación de los individuos. Según esta escuela, el comportamiento del ser humano está determinado por la ética; la clave de una conducta trasparente está en la formación moral del individuo. En la línea ética, el escarnio público juega un rol importante.
Entre los esfuerzos que actualmente se llevan a cabo para combatir la corrupción sobresalen los realizados por Corea e Inglaterra. El primer país se destaca por emplear una combinación de las visiones mencionadas anteriormente, y el segundo por tomar medidas drásticas que impiden cualquier relación directa entre la rama ejecutiva y la legislativa.
La corrupción en Colombia
Según Carlos “La situación es más grave de lo que creemos y lo que se conoce es sólo el 1% de lo que ocurre”. Actualmente, la corrupción está presente en casi todas las actividades estatales, y quien intente luchar contra el sistema es absorbido, o simplemente ignorado y aislado. Así las cosas, es fundamental comprender cuando y como se originó.
Para encontrar respuestas, debemos entender el modelo de dialogo político (propuesto por Luis Jorge Garay). En toda sociedad se crean formas de dialogo entre lo político y el ciudadano, y la manera en la que este se ha desarrollado en Colombia ha propiciado comportamientos corruptos que ameritan una revisión histórica. Después de la Colonia y con la creación de la Republica, la política estuvo fuertemente relacionada con el flujo de dinero. Más adelante, durante el Frente Nacional, se utilizó el clientelismo, que no es más que un intercambio de favores a cambio de apoyo electoral. En ese entonces, el ciudadano del común ayudaba económicamente a su candidato para lograr que el poder estuviera en manos de su partido (recordemos que las tensiones entre conservadores y liberales eran muy fuertes,) y además, para ser retribuido en un futuro. No obstante, esta dinámica se transformó con la Constitución del 91 y se aprovechó la descentralización del poder para convertir a los partidos en empresas electorales y hacer de la política un negocio. Desde entonces la situación no ha hecho sino empeorar.
De igual forma, un aspecto clave para entender las raíces del problema es el papel de la ética. Antes de la reforma educativa llevada a cabo por Luis Carlos Galán, la formación ética de los estudiantes iba de la mano con la religión católica; sin embargo, esta se reemplazó por las clases de ética que hoy en día se imparten en los colegios. Y aunque se supone que estas clases, de la mano con la instrucción de los padres, deberían formar a un individuo correcto, la realidad es que no se reemplazó el sistema de valores católicos por otros.
El principal obstáculo para combatir la corrupción en Colombia es la falta de voluntad política, pues, aunque existen múltiples mecanismos y leyes que buscan la transparencia, estos no están siendo aplicados ni son conocidos por la sociedad civil. La situación es compleja y crea una paradoja, ya que quienes deben aplicar las soluciones para acabar con el problema son los mismos individuos que llegaron al poder gracias a conductas deshonestas. Así pues, el camino es difícil y se requieren medidas profundas.
En relación con lo acordado en La Habana sobre participación política y reforma al sistema electoral, Carlos considera que, a pesar de ser un buen paso, está lejos de ser suficiente. La corrupción ha alcanzado niveles muy altos, y si no tomamos medidas drásticas será un gran problema al momento de implementar los acuerdos.
Reflexiones finales
Después de conocer la preocupante situación en la que nos encontramos, quedan más preguntas que respuestas ¿Qué medidas debemos implementar? ¿Qué hacer desde la sociedad civil? ¿Cómo podemos cambiar el modelo de dialogo político? ¿Qué papel tiene la educación en el cambio? Debemos tener en cuenta que los mismos ciudadanos son quienes empezaron el ciclo, y es lógico que también sean quienes tengan el poder para terminarlo. El paso inmediato es aplicar con rigor los mecanismos que ya existen e informarnos acerca de las herramientas que ha dispuesto la ley para que la persona del común combata la corrupción.