Desayuno de Paz No. 40 de 2016
Invitado: Rafael Guarín (Vocero del No)
19 de noviembre
¡Desayuno No. 100!
Iniciamos con la mención de que los desayunos de ReD llegan a su edición número cien, lo cual corresponde docenas de conversaciones con invitados de muy variados sectores: políticos de diversos partidos, periodistas, excombatientes, académicos, víctimas, activistas, etc. Además, durante este tiempo se hanrealizado tertulias literarias y otras actividades encaminadas a entender mejor el conflicto armado en Colombia y a fomentar el diálogo como medio para reconocer y tramitar nuestras diferencias.
Rafael Guarín fue partidario del No en el plebiscito del 2 de octubre sobre el acuerdo de paz de La Habana, y ha trabajado como asesor de ex Procurador Alejandro Ordóñez. Señala que es una persona de extracción humilde. Estudió Derecho en la Universidad Libre. De padre liberal, tiene una variada trayectoria política: perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País, y trabajó con Hernando Agudelo Villa. Fue subsecretario general del Partido Liberal y asesor de Horacio Serpa. Desde 2003, fue adepto a la política de seguridad democrática del presidente Uribepues consideró que era lo que necesitaba el país; apoyó a Juan Manuel Santos como Viceministro de Defensa en 2010 cuando Rodrigo Rivera ocupó este ministerio.
El viejo y el nuevo acuerdo
Guarín relata que sus desacuerdos con el proceso de paz comenzaron por el hecho de que haya sido secreto en sus inicios. No estaba de acuerdo con realizar un plebiscito por el peligro de dividirmás al país, lo que efectivamente ocurrió cuando el país se dividió en “amigos” y “enemigos” del acuerdo y el plebiscito profundizó esa división. Considera que el triunfo del No demuestra que en el país hay todavía heridas abiertas.
La corriente del No que él representa prefería que se hubieran realizado un acuerdo con participación de amplios sectores, un pacto de mínimos, y que la oposición hubiera participado en la elaboración del documento que el gobierno llama ahora “definitivo” pero que aún no está cerrado, pues no ha sido refrendado.
Nuestro invitado propone avalar algunas partes, precisar otras mediante el desarrollo normativo en el Congreso, y someter a referendo las que los voceros del No ha rechazadoy que aún no están resueltas, para que los ciudadanos decidan. Se debe dar más voz a los ciudadanos, que son el constituyente primario.No obstante, admite que el primer acuerdo se sometió a una revisión juiciosa que condujo al nuevo acuerdo.
Reforma Rural Integral
En cuanto al primer punto, Reforma Rural Integral, nota en el nuevo acuerdo la coexistencia de modelos comunitarios de economía campesina con otros modelos de producción. Aclara que el ex procurador Ordóñez espera que el estado fomente modelos campesinos combinados con un modelo empresarial que busque aumentar la productividad del campo.
En cuanto a la restitución de tierras, los partidarios del No piden que se construya Estado en los territorios, en especial en aquellos que estaban ocupados por las FARC, en los que se evite la constitución de guetos institucionales. Admiten que se mejoró el acuerdo al no insistir en que todos los baldíos se destinaran a la restitución y que se ha preservado la seguridad jurídica en el campo para los que adquirieron tierras de buena fe.Anota también que el acuerdo reconoce la función social de la propiedad. Sin embargo, considera que la entrega de tierras se debe hacer según criterios objetivos para que no sea decidida por las organizaciones comunitarias, en las cuales las FARC tienen marcada influencia,según nuestro invitado.
Ideología de género
En cuanto a la supuesta ideología de género contenida en el acuerdo inicial, menciona que los partidarios del No consideran que ese punto fue aclarado y que no existe tal ideología en el acuerdo sino un reconocimiento diferencial a los derechos de la mujer y su condición de víctima. Aquí se le hace la observación de que también se incluye a la población LGBTI, por las mismas razones de alta victimización.
Justicia e Impunidad
Encuentra positivo que se haya incluido la tutela como mecanismo de última instancia, para proteger derechos fundamentales. Guarín insiste en la necesidad de sancionar a los culpables de delitos de lesa humanidad; según él, no debería haber amnistía, más bien una sanción proporcional a los crímenes. No está de acuerdo con que la misma sanción cubra tanto a guerrilleros como a militares y a civiles, y tampoco con que haya impunidad para ninguno de ellos, refiriéndose a la gravedad de los llamados falsos positivos.
No están de acuerdo con la participación en política de los guerrilleros que no hayan cumplido las penas por los delitos cometidos.Consideran que la amnistía excluye los crímenes de guerra asociados a un plan o a una política, que no es el caso de las masacres, torturas y otros delitos cometidos por las FARC. Insisten en que la comisión de crímenes atroces no puede asociarse a la actividad política, que en sí es altruista, por lo que los culpables de éstos deben primero cumplir la sanción y después participar en política. Por otra parte, manifiesta que ya no hay rechazo absoluto a la presencia de jueces extranjeros en el tribunal de la JEP.
El reto: sanar las heridas con autocrítica
Rafael Guarín opina que las heridas que la guerra ha dejado en los colombianos están todavía a flor de piel y por eso debe haber conversaciones respetuosas entre los que tienen posturas políticas opuestas. Insiste en que se debe buscar un gran pacto nacional por la paz que incluya a las FARC.
El desayuno se cerró con una reflexión colectiva frente a la necesidad de reconocer que a los voceros del No les ha faltado aceptar que habrían podido jugar un papel más constructivo durante la negociación y el plebiscito. Así mismo, se indicó que al gobierno le ha faltado humildad para aceptar que ha fracasado en diseñar una pedagogía adecuada de los acuerdos. En general, se hizo un llamado para que la sociedad colombiana evalúe la importancia de consolidar una actitud autocrítica para poner fin a la guerra. Al fin de cuentas, todos juntos somos responsables por construir una sociedad donde medie la concordia.