Segundo Conversatorio sobre los Diálogos de Paz en Colombia
Segundo Conversatorio sobre los Diálogos de Paz en Colombia
Londres 5 de Octubre de 2013.
El segundo conversatorio de paz se llevó acabo el 25 de Septiembre en Canning House y contó con la participación de 14 ciudadanos colombianos y británicos interesados en informarse, discutir y aportar como sociedad civil al tema de las negociaciones. Como analista invitado nos acompañó Miguel Puerto, Abogado defensor de derechos humanos y como moderador, Andrei Gómez-Suárez, investigador de la Universidad de Sussex.
El conversatorio se desarrolló después de la finalización del paro agrario y de la intervención del Presidente Juan Manuel Santos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. La discusión giró alrededor de la ronda 14 de negociaciones entre el gobierno y las FARC, que trató específicamente sobre el segundo punto de la agenda de negociación: Participación Política.
Como primer tema de debate y mayor preocupación de los participantes sobresalió la sensación que el proceso está atravesando una fase de “estancamiento”. Por eso es importante proponer alternativas y respaldar el proceso de paz. Los siguientes fueron los temas discutidos:
– Participación política más allá de las FARC. Los recientes eventos de movilización social en Colombia demuestran que diferentes sectores sociales desean obtener participación real en la administración y toma de decisiones del Estado.
– El Mecanismo de refrendación se ha convertido en un obstáculo para avanzar en las negociaciones. Aunque se aclaró que el mecanismo de refrendación tiene su propio punto en la agenda de negociación, las acciones del gobierno para aprobar el referendo y las propuestas disímiles sobre el tema entre las partes influenciaron el desarrollo de ronda 14 de negociaciones. El gobierno continúa tramitando un Referendo de validación, mientras las FARC siguen proponiendo una Asamblea Nacional Constituyente. La discusión álgida del tema y el espacio que ha ocupado en la opinión pública, además de las recientes jornadas de protesta en el país, sugieren que la negociación en la Habana no tiene la misma relevancia para todos los colombianos.
– El Marco Jurídico para la Paz (MJP) es otro impedimento para llegar a un acuerdo. En la misma línea de amplios sectores defensores de derecho humanos, Miguel Puerto argumentó que el MJP abre un espacio a la impunidad y que debería ser revisado, e inclusive descartado del todo. Como opción paralela, se ha propuesto crear de un tribunal de justicia transicional. Las FARC también se oponen al MJP porque sienten que ha sido una imposición del gobierno. El Presidente Santos, por su parte, ante la Asamblea General de Naciones Unidas, hizo un llamado para que Comunidad Internacional respete la soberanía de Colombia y apoye un modelo de justicia transicional alternativo que permita el fin del conflicto. La discusión sobre el MJP es importante porque instituciones internacionales como la Corte Penal Internacional y Human Rights Watch están siguiendo muy de cerca los desarrollos para alcanzar un equilibrio entre justicia y paz.
– Hermetismo del proceso y contradicciones entre los discursos del gobierno. Se generó un debate alrededor de las necesidades de mantener el hermetismo que ha caracterizado el proceso. Se mencionó que es difícil para la sociedad entender la posición del gobierno cuando el discurso conciliador y optimista de los negociadores (liderados por Humberto De la Calle) es antagonizado por el discurso beligerante del Ministro de Defensa. A esto se añaden las intervenciones ambiguas del Presidente Santos. Según algunos de los asistentes, la presión que ha soportado el gobierno recientemente implica que el hermetismo no puede ser sostenido durante mucho tiempo y que se debe incluir a la sociedad. Para otros asistentes, esta presión es un motivo más para mantenerlo y fortalecerlo.
– La discusión de los puntos de la agenda debe enfocarse en el fin de la confrontación armada. Hay presiones de varios sectores que no están representados en la mesa para que se incluyan problemáticas sociales complejas. Por tanto, se planteó que los 5 puntos de la agenda podrían ser muy restringidos. Sin embargo, se concluyó que las rondas de negociación deben enfocarse en la finalización del conflicto y en ofrecer garantías para que la discusión y solución de otros problemas continúen durante el post-conflicto.
– ¿una Colombia polarizada políticamente, más no militarmente? Los asistentes reconocen que es probable que el conflicto armado llegue a su fin, aunque es de esperar que conflictos sociales continúen. Lo importante es que el proceso de paz logre sentar las bases para que las contradicciones del país se manifiesten en enfrentamientos políticos no armados.
– Lecciones del proceso de desmovilización de los paramilitares para la negociación con las FARC. Se discutió que el Estado debe garantizar la protección y reintegración de excombatientes para prevenir la repetición de hechos como el exterminio de la Unión Patriótica y la proliferación de bandas criminales.
La conclusión más importante del conversatorio es que los diálogos deben continuar concentrándose en los puntos de la agenda y recibir el apoyo de todos los colombianos.
PATROCINADORES
British Academics for a Colombia Under Peace (BACUP)
Canning House
Plataforma
Rodeemos el Dialogo (ReD)