Desayuno de Paz No. 5 de 2016

Invitado: Diego Bautista, Oficina del Alto Comisionado para la Paz

Tema: Paz Territorial

20 de febrero de 2016

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Rodeemos el Diálogo conversó con Diego Bautista, asesor de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y encargado del desarrollo de la estrategia de paz territorial. La conversación inició con algunas preguntas que dieron lugar a un valioso diálogo, pero la principal fue ¿qué significa paz territorial?

La paz debe beneficiar a todos los sectores, en un país que históricamente ha tenido un sistema político centralizado.

Diego inició la conversación aduciendo que la paz territorial se trata de la relación entre el proceso y el territorio donde los habitantes tuvieron que convivir con el conflicto, en un país donde el sistema político es centralizado y cuenta con una territorialidad diversa, no homogénea, y una oferta institucional deficiente y además donde los grupos armados ilegales ocuparon espacios institucionales.

En esa línea, la paz territorial se fundamenta, en primer lugar, en los ajustes institucionales en los territorios y en el marco normativo que se derive de los acuerdos. La firma de los acuerdos implicará el fin del conflicto; pero sólo su efectivo desarrollo y sostenibilidad implicará la paz. Para ello la sociedad colombiana de manera conjunta, deberá trabajar en los nuevos desarrollos y desafíos sociales e institucionales. Eso implicará que se aborde o se entienda la institucionalidad de una manera distinta, desde el territorio y no desde lo sectorial, dando una lectura más integral y holística a las necesidades locales.

En segundo lugar, este esfuerzo debe comprender la participación ciudadana genuina, entendida como la participación de todos aquellos actores que están en el territorio, no solamente las comunidades, también las empresas, desmovilizados, entre otros, con el ánimo de que todos cuenten con una participación genuina en la toma de decisiones del gobierno, no sólo como demandantes de soluciones sino como partes del proceso decisorio.

Por otra parte, la reconstrucción de la confianza entre los actores del territorio es esencial en la paz territorial, en cuanto una efectiva interacción basada en el reconocimiento de las capacidades diversas que hay en territorio es lo que efectivamente va a contribuir a construir paz. Se trata de reconstruir el tejido social en los territorios.

Diego recordó que la ageda de construcción de paz no se agota con los acuerdos de La Habana. Deberán incorporarse los conflictos locales y regionales (ej. El conflicto por tierras en el Norte del Cauca, entre otros).

Igualmente, se deberá romper el equilibrio promovido por la presencia de las Farc en los territorios. La pregunta es quién se hará cargo de esos territorios tras la desmovilización de las Farc. Habrá que llenar el vacío y no dejar que lo hagan las organizaciones criminales ni los reductos de los paramilitares o de las mismas Farc. Se trata entonces de estabilizar los territorios para iniciar el proceso de construcción de ciudadanía.

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Tiempos, institucionalidad y perspectiva a largo plazo

Además de los elementos que contempla la paz territorial, Diego compartió con nosotros los tiempos y las velocidades de la implementación, en el entendido que habrá un primer momento de respuesta rápida, con el ánimo de que las regiones empiecen a percibir los cambios y el incio de la llegada de esa institucionalidad; y en segundo lugar, la reconstrucción propia del Estado, con planes de desarrollo con enfoque territorial teniendo como resortes dos líneas: i) la justicia, la infraestructura y la seguridad y ii) la reconstrucción o reacomodamiento del Estado, entendiendo que no es cuestión de llevar el Estado al territorio, sino que es en el territorio, a partir de él, que se debe construir el Estado. Así pues, aseguró que la OACP trabaja fuertemente en el diseño de la estrategia y el Ministerio del Posconflicto hará lo propio en relación con la ejecución.

Rodeando el diálogo

El desayuno cerró con una invitación a participar activamente en la construcción de confianza entre diversos sectores colombianos que no han identificado que uno de los retos más grandes para hacer realidad la paz territorial es desmontar las estructuras corruptas nacionales, regionales y locales que han alimentado la debilidad institucional. Articular a muchos colombianos para trabajar en la implementación es un reto que asumimos en Rodeemos el Diálogo.

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