Desayuno de Paz Nº 29 de 2016

Invitado: Luis Ignacio Sandoval, Columnista El Espectador.

Tema: Los esfuerzos para construir paz en los últimos 30 años.

27 de agosto 2016. 

Tres días después del anuncio del acuerdo final de La Habana y a poco más de un mes del plebiscito, nos sentamos  a conversar con Luis Ignacio Sandoval, cofundador y copresidente de REDEPAZ, una de las primeras instituciones creadas para trabajar en la búsqueda y construcción de paz, que ahora se siente más cercana con la firma del acuerdo con las FARC. Aparte de su trabajo en REDEPAZ, Lucho nos cuenta que hizo estudios en las universidades de Lovaina y Bolonia, fue dirigente sindical por más de veinte años y candidato al Concejo de Bogotá, es autor de más de diez libros, escribe columnas acerca de paz y conflicto en El Espectador.

El inicio de REDEPAZ y la Constitución de 1991

REDEPAZ fue creada luego de la Constitución política de 1991. Siendo esta constitución un pacto de paz, fue un pacto de paz incompleto e inconcluso. Esto porque el pacto no incluyó a todas las partes de la nueva Colombia, particularmente a dos de las guerrillas más antiguas de Latinoamérica: las FARC y el ELN. Aunque Lucho  reconoce que fue una propuesta completamente diferente, en la cual se buscaba trabajar un solo proyecto de país sin que necesariamente las diferentes partes fueran homogéneas en su manera de pensar, actuar y de afrontar los problemas. Un proyecto más plural que cualquier otro en la historia de Colombia, que debió haber abierto mucho más campo para la inclusión de otros grupos políticos y sociales. Ya que la constituyente no alcanzó a consolidar un proyecto de vida del país, Colombia necesita otro ejercicio constituyente, que recoja lo bueno del 91.

REDEPAZ, en cuyo grupo fundador junto con Lucho Sandoval estuvo Ana Teresa Bernal destacada como líder mujer, ha mantenido siempre relaciones con otros países, entre los que menciona a  Alemania, Holanda y España. Su filosofía es que nadie se hace solo, por eso Colombia debe re-crearse en comunicación con el mundo.  También tuvieron en su origen mucha cercanía con Luis Carlos Restrepo, quien ayudó a construir en el imaginario de la gente la iniciativa y la solidaridad. Fueron muy importantes en ese comienzo las reflexiones en el CINEP con el padre Francisco de Roux sobre el texto de Camilo Castellanos: “ Los Ciudadanos y el pueblo como sujetos de la acción política”; y la participación de Monseñor Leonardo Gómez Serna, Obispo de El Socorro y San Gil con el movimiento contra la guerra, de la Pastoral Social.

REDEPAZ también se creó para impulsar nuevos diálogos con las FARC y ELN, debido a que el presidente César Gaviria emprendió duras acciones militares por medio de la guerra integral, que continuaría Andrés Pastrana más adelante con ayuda de los Estados Unidos, a través del Plan Colombia.

 Los retos para el proceso de paz

Nuestro invitado afirmó que lo más difícil no es llegar a los acuerdos, sino que luego de pactados éstos sean respetados y cumplidos. Para esto hay que incluir a quienes habían sido excluidos en la Constitución y contra los cuales se había declarado la guerra total, al igual que nuevas minorías y grupos que han salido a flote con los años. El mayor reto está en que todos estén incluidos de manera que no haya otros grupos que, al sentirse excluidos, vuelvan a la violencia como manera de ser escuchados.

REDEPAZ se está preguntando acerca de su rol en el posconflicto. Es claro que continuará trabajando por el cambio cultural que tanto se requiere en Colombia, en especial, sobre cómo nos relacionamos unos con otros. Es necesario decidir si queremos mantener relaciones estéticas, o depredadoras; si nuestra palabra construye o destruye. Su misión será continuar propagando el discurso de la paz que debe persuadir y seducir, no insultar. Hace énfasis en que la pedagogía que desarrolla REDEPAZ busca “cambiar por dentro y transformar el resto.”

Finalmente, considera que con este proceso de paz y con la implementación de los acuerdos, ganarán tanto el país político como el social, el económico y el cultural.