Desayuno de Paz No. 37 de 2016

Invitado: Juan Carlos Houghton (Congreso de los Pueblos)

Bogotá, 29 de noviembre

En esta oportunidad ReD conversó con Juan Carlos Houghton, antropólogo, activista social y sindicalista de prensa, quien ha trabajado con diversas organizaciones indígenas y fue militante del Partido Comunista. Hoy es representante del Congreso de los Pueblos, una amalgama de organizaciones, asociaciones, redes populares y gobiernos alternativos, unidos por la coyuntura de paz, que creen en los mercados de trueque, el poder popular y la democracia directa.

La apertura a la conversación se centró en algunas inquietudes de los participantes: ¿Cuáles son las lecciones aprendidas de la Habana? ¿Cuáles son los riesgos de la participación abierta en las negociaciones con el ELN? ¿Cómo se plantea la agenda del ELN? ¿Cuál puede ser la fuerza mediadora de la sociedad civil? ¿Qué diferencias importantes pueden existir entre este grupo y las FARC? ¿Qué hace más fácil y/o difícil este proceso de paz con el ELN?

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El Congreso de los Pueblos, el ELN y la sociedad civil en la solución al conflicto armado

Para comenzar, Juan Carlos señala que las ideas detrás del Congreso de los Pueblos, además de ser consecuentes con el pensamiento del cura Camilo Torres, persiguen un interés de transformación con participación de toda la sociedad y donde la política, más allá de reducirse a su asociación más común con la corrupción, se constituye en una manera de estar en el mundo. Al respecto, Juan Carlos señala que estas concepciones influyeron mucho en el grupo guerrillero ELN, que nació en 1964.

Así mismo, nuestro invitado señala que hoy por hoy el ELN considera que es la expresión del conflicto y representa lo popular. En este sentido, propone que las transformaciones que requiere la sociedad son competencia propia de ella. En consecuencia, en el escenario de la negociación de paz entre el Gobierno y este grupo guerrillero, el ELN será un instrumento de lo social porque será la propia sociedad quien negocie. Entonces resulta de la mayor importancia definir cuáles serán las transformaciones participativas para la paz, y aquello que produzca la sociedad será el insumo del acuerdo.

Retos de la negociación Gobierno-ELN

Primero, la negociación con el ELN no implica una refrendación (al menos no en términos políticos). Segundo, esta negociación se inicia en parte con implementación. Tercero, hay una dificultad en doble vía en la negociación: una tiene que ver con el desprecio que genera ese grupo guerrillero, y la otra con un gobierno tramposo que modifica la agenda incluyendo puntos no acordados. (El acuerdo para instalar la Mes de Quito sugería, por ejemplo, la liberación de dos secuestrados a manos del grupo guerrillero, pero no establecía quiénes serían, como luego lo exigió el Gobierno). Cuarto, resulta fundamental mejorar la comunicación para informar adecuadamente a la sociedad de lo que está pasando en el proceso.

Por otra parte, Juan Carlos explica la importancia del comité de impulso, que involucra por un lado al Diálogo Nacional por la Paz y por otro a la Mesa Social para la Paz, con la intención de producir acuerdos, logrando que la participación sea vinculante efectivamente. También señala la necesidad de crear un mecanismo múltiple de participación, pues para nadie es un secreto que a la democracia siempre le ha faltado pueblo. Estos mecanismos pueden visibilizarse a través de mingas y/o cabildos para la paz, que deben concretarse en planes reales y en proyectos de región.

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Reto para la sociedad civil: participación productiva

¿Cómo hacerle entender a la sociedad que ese diálogo ELN-Gobierno se hará con un grupo que no goza de legitimidad en amplios sectores de la sociedad? En este sentido Juan Carlos explica que va a ser muy complicado cambiar una matriz de interpretación del conflicto con respecto a qué son las guerrillas y en qué consiste el proceso. La superficialidad con la que muchos sectores han asumido la paz tiene que ver con la superficialidad con la que se ha entendido el conflicto armado en el país.

Y el tema de la legitimidad no es unidireccional; es decir, implica reconocer que tanto las guerrillas como el gobierno han sido actores con escasa legitimidad. De ahí la necesidad de trasladar esta conversación con el ELN al ámbito de la sociedad en su conjunto. Así mismo, la negociación no puede partir del supuesto de que uno y otro – gobierno y guerrilla – son criminales, sino de que cada uno tiene un proyecto político: no para olvidar los crímenes de parte y parte, sino para permitir la posibilidad de conversar y acordar.

Finalmente, se le preguntó qué nuevos conflictos y retos nos esperan como sociedad civil. Al respecto, Juan Carlos propone que es preciso pensar en una sociedad civil que participe, pero también en una participación que produzca sociedad civil. Esas dos cosas son fundamentales y no pueden limitarse a la institucionalidad.

2 replies
  1. Juanita Castro Ospina
    Juanita Castro Ospina says:

    Hola,

    recibo sus posts y me gustaría asistir a sus reuniones,desayunos pero no sé dónde se llevan a cabo.

    Yo vivo en Bogotá.

    Quedo a la espera de la información,

    cordialmente,

    Juanita Castro

    ________________________________ De : Rodeemos el Dialogo (ReD) Envoyé : vendredi 9 décembre 2016 08:18 À : juanetacd@msn.com Objet : [New post] Desayuno de Paz No. 37 de 2016

    rodeemoseldialogo posted: “Invitado: Juan Carlos Houghton (Congreso de los Pueblos) Bogotá, 29 de noviembre En esta oportunidad ReD conversó con Juan Carlos Houghton, antropólogo, activista social y sindicalista de prensa, quien ha trabajado con diversas organizaciones indíg”

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