Las operaciones militares estadounidenses dificultan eventuales negociaciones con el ELN

El 28 de mayo, académicos de diferentes universidades británicas se encontraron de manera virtual en el noveno seminario de Rodeemos el Diálogo Academia (ReD Academia), organizado en conjunto con el Instituto de las Américas de University College London (UCL). La discusión se centró en las posibilidades de negociación con el ELN.

La pandemia hace que un proceso de paz con el ELN sea improbable en el corto plazo, dado que una amplia participación de la sociedad civil, condición necesaria para unas negociaciones incluyentes, es imposible en el contexto actual. El deterioro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, la crisis venezolana, y las tensas relaciones entre el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, y la delegación del ELN en Cuba dificultan aún más las posibilidades de establecer negociaciones. Mientras tanto, la situación humanitaria ha empeorado en aquellos territorios con presencia de ELN desde el fin del cese unilateral de dicho grupo armado, requiriendo atención urgente, y las noticias de la llegada de tropas estadounidenses a Colombia para apoyar las estrategias antinarcóticos ha causado temor de una mayor militarización y un escalamiento de la violencia en estos territorios.

Hay también algunas ventanas de oportunidad en la situación actual. A pesar de algunos discursos mediáticos que de manera simplista confunden al ELN con otras organizaciones criminales armadas, existe ahora un amplio consenso sobre la necesidad de un acuerdo de paz separado con el ELN para que Colombia finalice su conflicto armado. En particular, el cese al fuego unilateral del ELN, dado el alivio humanitario que supuso, impulsó el creciente apoyo dentro de la Iglesia Católica a las negociaciones de paz con este grupo. El apoyo público del ex-presidente Álvaro Uribe a las negociaciones también es una señal positiva, especialmente dado que el ELN ha expresado su deseo de que Uribe esté involucrado en discusiones futuras.

En general, resaltamos la necesidad de un proceso de paz con el ELN, el cual necesita ser parte de una política de estado de paz en el largo plazo, en lugar de ser un tema político de las administraciones de turno. La reconstrucción en los escenarios de posconflicto toma décadas, y demanda el compromiso de gobiernos sucesivos. En el clima actual, instamos al gobierno Duque y al ELN a enfocarse en construir acuerdos humanitarios localizados, como han sido pedidos por diferentes comunidades en Chocó y otros lugares, y en línea con la necesidad imperante durante esta pandemia de proteger la vida sobre todo lo demás. También llamamos al gobierno de los Estados Unidos y a otras misiones diplomáticas y agencias internacionales en Colombia a dirigir su apoyo a la implementación de los puntos uno y cuatro del acuerdo de paz de 2016 sobre la reforma rural y las drogas ilícitas, que incluyen transformaciones estructurales para construir una paz sostenible, en lugar de privilegiar esfuerzos militares antinarcóticos. Acuerdos humanitarios efectivos en regiones con presencia del ELN podrían impulsar el apoyo de la sociedad civil, incrementando la legitimidad de las instituciones estatales, y construyendo círculos virtuosos que podrían llevar a un clima más favorable para eventuales negociaciones en el futuro.

Rodeemos el Diálogo (ReD) acoge a un conjunto de académicos trabajando sobre diferentes aspectos del proceso de paz colombiano a través de diálogos itinerantes para compartir conocimiento y análisis, y así trabajar unidos por un impacto práctico. Participaron en este novena seminario académicos de University College London, la Escuela de Estudios Avanzados, Royal Holloway (todos de la Universidad de Londres), de la Universidad de Essex y de la Universidad de Bristol.