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Comunicado ReD sobre la instación de la mesa de negociaciones ELN – Gobierno

Marzo 30 de 2016

Desde Rodeemos el Diálogo (ReD) queremos expresar nuestra profunda alegría ante la noticia de la instalación de una mesa de negociaciones entre el Gobierno colombiano y el Ejército Nacional de Liberación (ELN). ReD nació en el 2012 con el propósito de apoyar, desde la sociedad civil y la diáspora colombiana, la negociación entre el Gobierno y las FARC, y vemos en el anuncio de hoy otro motivo de esperanza para el país. Esperamos que las partes cumplan con los compromisos adquiridos para instalar pronto la mesa de negociación en Quito.

La agenda de la negociación abarca seis puntos sustantivos y fundamentales: participación de la sociedad; democracia para la paz; víctimas; transformaciones para la paz; seguridad para la paz; y garantías para el ejercicio de la acción política. Celebramos que las partes hayan logrado acordar la necesidad de negociar para poner fin a la combinación del ejercicio de la política y el uso de las armas. Reconocemos que los puntos acordados para esta nueva mesa complementan la agenda Gobierno-FARC.

La agenda enfatiza de manera formal que la sociedad civil va a tener un papel clave en la construcción de esa paz. El anuncio del Gobierno y el ELN reafirma la apuesta de ReD por promover el poder del diálogo en Colombia.

Apreciamos y agradecemos el apoyo internacional, que ha venido cobrando cada vez mayor fuerza en las negociaciones de La Habana y que se evidencia también en el acuerdo marco Gobierno-ELN. La participación de seis países garantes – Cuba, Noruega, Chile, Venezuela, Brasil y Ecuador – demuestra la solidaridad de países amigos hacia la paz en Colombia.

El panorama que se avecina con dos negociaciones desarrollándose de manera paralela, pero con avances diferenciados, requerirán de mayor atención, información y paciencia por parte de la sociedad colombiana. En virtud de ello hacemos un llamado a los sectores políticos, la sociedad en general, los medios y las mesas a comunicar y compartir información de manera serena y ponderada para que las opiniones, ideas y comentarios que de dicha información surjan aporten a construir una “paz completa” en Colombia.

ReD ofrece apoyar incesantemente la negociación para asegurar el éxito de esta mesa y aprovecha esta oportunidad para reiterar su respaldo a la mesa de La Habana. Aspiramos que la decisión de las FARC y el ELN de optar por transitar a una movilización exclusivamente política para transformar el país, inspire a otros sectores, ideológicamente opuestos, a renunciar a la polarización y la utilización de la violencia. Y a que más y más colombianos se informen para cultivar una opinión independiente y asumir un rol propio en la construcción de paz.

Rodeemos El Diálogo

Carta abierta de Rodeemos el Diálogo a la sociedad colombiana

El pasado jueves 18 febrero, Jesús Santrich, Iván Márquez y Joaquín Gómez visitaron el corregimiento de Conejo (municipio de Fonseca) en La Guajira donde realizaron un acto público. En el lugar del evento se encontraban presentes, además de unos 2.000 civiles, entre 300 y 400 integrantes armados de las FARC[1].

Al ser conocidos estos hechos, el Gobierno Nacional, en cabeza de Humberto de la Calle, se pronunció[2], ordenando el regreso de los negociadores a La Habana, debido al desacato de los protocolos establecidos para la realización de la misión, y suspendió futuros viajes al territorio nacional para dicho propósito.

Dados estos hechos, Rodeemos el Diálogo (ReD) considera importante hacer algunas reflexiones sobre dichos acontecimientos y sobre la reacción de algunos sectores de la sociedad a los mismos:

Las jornadas pedagógicas sobre el proceso de paz dentro de la guerrilla de las FARC son valiosas y fundamentales, no solo para que se conozcan los acuerdos sino para que haya claridades sobre los compromisos que tanto el Estado como la guerrilla están adquiriendo en La Habana. Dichas jornadas contribuyen de manera particular a crear las condiciones necesarias para una efectiva implementación de los acuerdos.

Sin embargo es importante reflexionar sobre el impacto de realizar estas actividades con personal armado. Esto tiene especial relevancia porque el objetivo del proceso de paz actual es que las diferencias y las contradicciones políticas se aborden en los escenarios establecidos, y sin armas, por lo perjudicial que esa práctica ha sido para la sociedad colombiana y el ejercicio de las libertades políticas.

Los colombianos aún hoy somos testigos del uso destructivo de las armas para eliminar la oposición política, desde todos los extremos ideológicos. Conviene entonces un análisis calmado sobre las garantías de seguridad que pueda ofrecer el Gobierno a las FARC para que continúen con la realización de actividades pedagógicas sobre el proceso de paz hacia sus tropas, lo cual sería un primer paso para que las FARC puedan, en el futuro, hacer política sin armas.

Adicional a ello, llamamos a los colombianos a no permitir que las reacciones y manifestaciones sobre lo ocurrido promuevan la polarización. Las negociaciones de La Habana han llevado al país a estar a las puertas de un acuerdo definitivo. Se trata de un camino de aprendizajes, tanto para los negociadores como para la sociedad, que ya han debido superar más de un obstáculo.

La responsabilidad de los líderes políticos en estos momentos es significativa, por la influencia que pueden tener sobre la opinión pública. Es de suma importancia rodear el diálogo con un lenguaje moderado y ofrecer interpretaciones y apreciaciones constructivas. Expresiones como “proselitismo armado” no aportan al fortalecimiento de los logros de la Mesa, van en contravía de lo que se está proponiendo en La Habana y reviven fantasmas del pasado que han legitimado el uso de la violencia contra opciones políticas de izquierda.

Como colombianos y amigos de Colombia que apoyamos la salida negociada al conflicto armado, guardamos la esperanza de que las partes puedan aprender de los sucesos de La Guajira y reparar cualquier quiebre de confianza. Animamos a los negociadores a seguir trabajando incansablemente por la firma de un acuerdo final, para que podamos disfrutar finalmente de una Colombia que empieza a desvincular las armas del pleno ejercicio de los derechos políticos.

 

Rodeemos el Diálogo

Bogotá, Londres, Barcelona y Bruselas

22 de febrero de 2016

[1] Fuente BBC Mundo. [http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160217_colombia_farc_politica_conejo_crisis_nc

[2] Comunicado de Presa. Alto Comisionado para la paz, [http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/procesos-y-conversaciones/proceso-de-paz-con-las-farc-ep/pronunciamientos-jefe-de-la-nacion/Pages/2016/Febrero/declaracion-de-humberto-de-la-calle-sobre-la-presencia-de-miembros-de-las-farc-en-la-guajira.aspx]

Charlando con ReD Londres

Londres 13 de Febrero 2016

Charlando con ReD

Hoy tuvimos la valiosa oportunidad de compartir con la diáspora Colombiana una conversación acerca del proceso de paz que se lleva a cabo hoy en día entre el Gobierno y las Farc. Un tema que es muy álgido, complicado de entender, hablar y escuchar ya que los niveles de desinformación han polarizado la sociedad Colombiana.

Este encuentro sirvió para ejercitar dos elementos claves. En Primer lugar, la oportunidad de ejercer el dialogo entre los asistentes y en segundo lugar, la oportunidad de escuchar los diferentes puntos de vista. Y precisamente, a través del dialogo pudimos acercarnos y entender las diferentes perspectivas tanto positivas como negativas frente al proceso de paz sin importar las condiciones sociales e ideológicas de cada uno.

El proceso de paz para todos es algo muy positivo. Sin embargo, no muchos están convencidos que el proceso se está manejando de una manera sincera, pues el gobierno nacional le ha ocultado a la opinión publica acuerdos claves que se están hablando en la mesa. Esto ha llevado a que muchos en Londres y en Colombia no crean en el proceso de paz ya que el lenguaje utilizado es de alguna manera excluyente, no se maneja un lenguaje sencillo, no es claro y además no es dirigido a todos los sectores dentro de la sociedad.

Muchos confunden que el proceso de paz va a hacer la Paz, pero para llegar a la Paz se necesita un compromiso social que incluya movimientos sociales, donde se resuelva los problemas de violencia y donde halla equidad, educación, salud y un compromiso directo del Estado con la gente.

Es importante hacernos estas preguntas: ¿Qué tenemos que hacer para acercar el proceso de paz a la gente? Los medios de comunicación tienen y están obligados a informar a la opinión pública con la verdad. Una verdad que tiene que ser también por parte del Estado y la guerrilla, utilizando un lenguaje silvestre para que todos podamos tener una mejor comunicación y los grupos sociales y movimientos sociales tienen que hacerse notar para exigir este derecho y así poder empoderarse del país.

Igualmente ¿Qué va a pasar después de la firma? Se necesita más información. Precisamente es más fácil oponerse al proceso de paz cuando no hay información. Y por último ¿Cómo se reta a la desinformación? Colombia necesita saber y entender los orígenes del conflicto y más cuando tenemos varias Colombias donde unos viven la guerra con mayor intensidad y otros siguen en una burbuja de comodidades.

Por lo tanto, reunidos en un espacio de reflexión, donde nos podemos mirar como ciudadanos y seres humanos, podemos afirmar que primero es necesario empezar la paz en nuestras casas; tenemos que elegir a nuestros representantes con criterio, hay que aprender a votar; para empezar un proceso de paz real primero hay que empezar a resolver el problema del país con los grupos insurgentes y luego resolver el problema de violencia e intolerancia entre los colombianos y necesitamos manejar un lenguaje silvestre en los medios sociales ya que son canales que son utilizados por la mayoría de los ciudadanos.

El compromiso es empezar a informar a la diáspora Colombiana en Londres con talleres de pedagogía para la paz, talleres de pedagogía de dialogo que ayuden a una mejor comunicación entre todos los colombianos, donde se aclaren esos mitos que existen alrededor del proceso de paz, donde se respete la palabra del otro, donde se incluya a todos los sectores de la sociedad, estudiantes, jóvenes, adultos, políticos, activistas políticos, gente del común para que podamos aplicar con más frecuencia el poder del dialogo el cual brinda la oportunidad de escuchar al otro sin señalamientos, una oportunidad que nos hace falta en Colombia.

 

 

Rodeemos el Diálogo (ReD) Communiqué Regarding a Tripartite Verification Commission

20 January, 2016

We celebrate that the negotiators in Havana have asked the United Nations’ Security Council to establish a tripartite verification commission for a future definitive bilateral ceasefire. We recognise in this gesture the will of the FARC to put their arms beyond use, we welcome the willingness of the Colombian government to take this request to the UN, and we hope for a positive response. We consider that the participation of the Community of Latin American and Caribbean States will strengthen the commitment of other Latin American countries which have already shown their unconditional support in many ways throughout the dialogues.

The proposal to create an unarmed verification commission, which will initially operate for the period of one year, will guarantee that the benefits of the de-escalation measures which have already benefitted those social sectors living in traditional conflict zones, will extend to the whole population. In Rodeemos el Diálogo we trust that increasing numbers of Colombians will, by way of diverse gestures and commitments, sign up to supporting the arduous process of building a Colombia in peace.

Diplomacy has been fundamental in reaching this formula, which depends significantly on the co-operation of other multilateral organisations. The success of the negotiations themselves, accompanied by various friendly States, is also the product of efficient diplomatic work. In particular, we know that the Embassy of Colombia to the UK has always played an important role in the peace talks and, as a transnational network deeply-rooted in Great Britain, we particularly value their contribution.

The head of the government’s negotiating team drew attention to President Juan Manuel Santos’s leadership, and the support of Foreign Minister María Ángela Holguín, in reaching this agreement. From the start of the negotiations, ReD has identified the need for the President, as head of the nation, to pro-actively lead this process. Today we reiterate how important it is that both he and his Executive, the negotiating team in Havana, those members of the FARC seated around the same table and their advisors, remain focused on the task of achieving a definitive bilateral ceasefire, as a step along the way to signing a final peace agreement this year. As the head of the FARC’s negotiating team said, “Colombia’s destiny is peace and not war.”

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PAZ SOBRE LA MESA

Partiendo de la noción de paz construida desde casa, planteamos un formato audiovisual que replique a escala la mesa de negociación y sirva de apoyo a los terrenos pacifistas de la resolución de conflictos. Esta propuesta es una mesa que tiene la función de rodar por los entornos en donde el conflicto permite el ejercicio, articulado con el compartir del alimento como forma de transmisión de sabores y saberes hacia quien lo disfruta. Alimento significado como una ofrenda de paz entre los comensales.

Un invitado especial con una historia o discurso particular,  víctima, especialista o implicado directo, y un moderador quien se encargará de involucrar a los invitados en el tema a tratar, así, estos comensales conversarán, se revelarán, y se entregarán al diálogo. Cada programa estará aderezado con pregrabados que nos ayudarán a conocer al invitado y la problemática a tratar en cada programa.

 

Press Release Rodeemos el Diálogo (ReD) on the recent agreement regarding the Integrated System of Truth, Justice, Reparation and Non-Repetition to satisfy victim’s rights.

15th December 2015

Today is a great day for Colombians, in particular for the more than seven million victims of the prolonged civil war in Colombia. From Armenia, Bogotá, Calarcá, Cajicá, Medellín, Pereira, Salento to London and Barcelona, we are glad to learn of the recent agreement to satisfy victims’ rights.

In Rodeemos el Diálogo (ReD), we acknowledge that for both negotiation teams the Colombian government and FARC guerrillas it has been a tough challenge to agree upon an integrated system of truth, justice, reparation and non-repetition. Responding to the demands of the victims of the Colombian armed conflict required implementing direct participation mechanisms and practising self criticism. Therefore, around 3,000 victims participated in four forums organised by the UN and the Universidad Nacional in Colombia, and 60 victims travelled to La Havana to make their voice heard, offering their testimonies and advice. They shared their memories and experiences with the negotiators in La Havana, came together to express their demands and created initiatives for forgiveness and reconciliation. This demonstrates the key role that the victims played and the importance given to them by both negotiation teams. At the same time, it was imperative for the government to comply with standards of international justice. Despite many pressures that both teams experienced, they maintained their will for peace; it set an example of national reconciliation and established strong foundations for the reconstruction of the social fabric (a task that requires the participation of all Colombians).

There are five mechanisms within the Integrated System of Truth, Justice, Reparation and Non-Repetition which provide a distinctive, territorial and gender focussed approach; these are exemplary for other peace processes in the world. The parties’ committment to reaching peace and avoiding impunity has been established through the creation of ‘La Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición’ (the Commission for the Clarification of Truth, Co-existence and Non-Repetition); La Jurisdicción Especial para la Paz (the Special Jurisdiction for Peace); and ‘La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas’ (the Unit for the Search for Disappeared People). A separate unit committed to investigating and dismantling criminal organisations, as well as other mechanisms to secure non-repetition, will be discussed as part of the third point on the agenda regarding the end of the conflict. This holistic approach guarantees a secure and complementary framework.

In ReD, we support the declaration of victims. We call for diligent investigation of threats against members of the victims’ delegations in Havana, and we reiterate the request we made of the Prince of Wales when he travelled to Colombia in 2014, in the sense that we hope the international community will closely follow these agreements to ensure that victims rights are respected. We trust that the Colombian government will spare no effort to set a precedent for non-repetition, thereby demonstrating that no-one in our country can re-victimise other Colombians without sanction.

ReD echoes the words of the government’s chief negotiator: No hay violencia buena; las violaciones de un lado no justifican las del otro (There is no ‘good violence; and violations from one side do not excuse the others). We also note those of FARC’s chief negotiator: “No nos interesa ver en la cárcel a nuestros enemigos, preferimos trabajar con ellos reconstruyendo el tejido social para satisfacer los derechos de las víctimas. ( We are not interested in seeing our enemies in jail, we would rather work with them rebuilding the social fabric (…) to satisfy the rights of the victims). We consider that both positions demonstrate the importance of restorative justice. Prison will apply for those that do not recognise their direct or indirect involvement and/or responsibility in internationally-recognised grave crimes. Again, this is exemplary for all Colombian society, because not even highly positioned government employees will have immunity before the ‘Jurisdicción Especial de Paz’, the Special Jurisdiction for Peace.

We think it is very important that those who do not recognise their responsibilities, be investigated, judged and sentenced to prison terms in ordinary conditions. This measure against impunity guarantees that victims and Colombian society can be sure that one of the components of peacebuilding, in addition to knowing who has been found guilty, is the full application of the rule of law.

Understanding and assuring that parties adhere to this agreement will not be easy; explaining it will require the efforts of many Colombians. In ReD, we will continue working on the pedagogy of the peace process, and creating strategies to reach increasing numbers of people, so that they may become peacebuilders in their places of work, their homes and in their everyday lives, and so that the peace agreement has the broadest possible approval amongst citizens. We will seek to create links between more sectors; everyone will be welcome in ReD. We believe that building peace is only possible if we recover a sense of honesty, generosity, solidarity and respect for difference; if, amongst us all, we build a culture of dialogue to live in a fairer, more wholesome society.

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Souurce AFP

Comunicado de Rodeemos el Diálogo (ReD) sobre el acuerdo sobre el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para resarcir los derechos de las víctimas

15 de diciembre de 2015

Hoy es un gran día para los más de siete millones de víctimas del conflicto armado, en particular, y para todos los colombianos en general. Desde Armenia, Bogotá, Calarcá, Cajicá, Medellín, Pereira, Salento, Londres y Barcelona abrazamos este acuerdo para satisfacer los derechos de las víctimas.

Reconocemos que no fue fácil para los equipos negociadores del gobierno y las FARC acordar un sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. Responder a las exigencias de todas las víctimas del conflicto armado colombiano implicaba abrir mecanismos de participación directa y ser autocríticos. Por esta razón, más de 3.000 víctimas participaron en cuatro foros en Colombia organizados por las Naciones Unidas y la Universidad Nacional, y 60 víctimas viajaron a La Habana para dar sus testimonios directos y ofrecer sus recomendaciones. Las víctimas compartieron sus memorias y experiencias ante los negociadores en La Habana; se organizaron para visibilizar sus demandas y crearon iniciativas de perdón y reconciliación. Esto demuestra los esfuerzos de las partes por poner en el centro a las víctimas. Asimismo, para el gobierno era imperativo cumplir con los estándares de la justicia internacional. A pesar de muchas presiones, ambos equipos han mostrado su voluntad de paz; dando un ejemplo de reconciliación nacional y sentando las bases para la reconstrucción del tejido social, tarea que exige la participación de todos los colombianos.

Los cinco mecanismos del sistema integral, que transversalmente tienen un enfoque territorial, diferencial y de género, son ejemplo para los procesos de paz en el mundo. La Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Jurisdicción Especial para la Paz; la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas; el fortalecimiento de la institucionalidad para la reparación de víctimas y la creación de nuevos mecanismos de reparación demuestran el compromiso de las partes para afianzar la paz y desmontar la impunidad. La unidad de investigación y desmantelamiento de organizaciones criminales y los otros mecanismos para la no repetición que serán acordados como parte del punto tres del fin del conflicto, complementarán este andamiaje para asegurar la integralidad del sistema.

Respaldamos la declaración de las víctimas. Exigimos investigar las amenazas contra miembros de las delegaciones, y reiteramos el pedido que hicimos al Príncipe Carlos de Inglaterra en su visita a Colombia, en el sentido de que la comunidad internacional esté vigilante para que los derechos de las víctimas no sean vulnerados. Confiamos en que el gobierno colombiano no escatimará esfuerzos desde ya para sentar un precedente de no repetición, demostrando que nadie en Colombia puede re-victimizar impunemente a nuestros compatriotas.

Destacamos las palabras del jefe del equipo negociador del gobierno: “No hay violencia buena; las violaciones de un lado no justifican las del otro”, como también las del jefe del equipo negociador de las FARC: “No nos interesa ver en la cárcel a nuestros enemigos, preferimos trabajar con ellos reconstruyendo el tejido social… para satisfacer los derechos de las víctimas.” Para nosotros, ambos reiteran la importancia de la justicia restaurativa. La cárcel sólo se aplicará a quienes no reconozcan responsabilidades directas o indirectas en graves crímenes internacionales. Este es un ejemplo para toda la sociedad colombiana, pues ni siquiera los altos funcionarios del Estado tendrán inmunidad ante las Jurisdicción Especial de Paz.

Consideramos de gran importancia que aquellos que no reconozcan responsabilidades sean investigados, juzgados y condenados con penas de prisión ordinaria. Esta medida contra la impunidad garantiza que las víctimas y la sociedad, además de conocer a los responsables, tengan la seguridad que uno de los componentes de la construcción de paz es la aplicación irrestricta del Estado de Derecho.

Entender y velar por el cumplimiento de este complejo acuerdo no será fácil; explicarlo demandará el esfuerzo de muchos sectores de colombianos. En ReD seguiremos trabajando en la pedagogía del proceso de paz y continuaremos pensando estrategias para llegar a más y más personas para que se conviertan en gestoras activas de paz en su trabajo, su hogar y su vida cotidiana, y logremos así un respaldo ciudadano amplio al acuerdo de paz. Buscaremos articularnos con más sectores; todos ellos serán bienvenidos a ReD. Creemos que la construcción de la paz sólo es posible si recuperamos la honestidad, la generosidad, la solidaridad y el respeto por la diferencia, si entre todos construimos una cultura de diálogo para vivir en una sociedad más justa, más sana.

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Fuente AFP

Wall murals, conflict and war: preliminary thoughts by Bill Rolston

A conversatorio held by Rodeemos el Diálogo at the University of Los Andes

19 October 2015

Professor Bill Rolston from the University of Ulster talk to ReD about political murals at the University of Los Andes. Bill, now retired, spent 35 years lecturing on sociology and transitional justice. Beginning in 1981 he took an interest in political murals as he liked how one could take a complex political idea and make it recognizable. He says there are times when he loves the art even in cases where he hates the politics.

A lot of his interest is centered in his home country of Northern Ireland, but he has also studied street art in Chile, Gaza, Iran, and other countries. The Economic and Social Research Council is supporting his investigation of street art in Colombia and he has now done research in several Colombian cities.

Before moving onto specific images, he qualified that graffiti was not as important to him as art. Firstly, he is an academic and there is a bias in academia which means academics look for explicit statements or messages and are less likely to focus on things such as the intricate “tags” of graffiti artists;. The second problem is that “old lefties” such as himself tend to be more comfortable with messages that are explicit rather than oblique.

He gave examples of murals with clear political messages around Bogotá, including one that had the number of victims of forced displacement and another with victims of the UP (Patriotic Union leftist party) as well as several images found in and around the National University. However he raised a question about the indigenous-style in the Candelaria area. In one sense they can be compared to similar murals in indigenous areas such as Toribio. The difference is that in Toribio they are rooted in the indigenous area and often painted by indigenous artists. The question that arises from indigenous images by non-indigenous artists in non-indigenous areas is about whether they are  less authentic. And the danger is that it is the “exoticism” of these latter murals which comes across rather than the politics.

He finished Bogotá by admitting that his rejection of graffiti doesn’t work in Bogotá. In his travels around Colombia he got the feeling that graffiteros/as in other cities admired those in Bogota for their skill and ingenuity. At the same time, there is a sense in which they have had it easy. Bogota did not have the massacres suffered in many mural areas. Graffiteros/as in Bogota do not have to paint with one eye looking out for paramilitaries as is the case in some other places. However, Bogotá is the only city he found in which a graffitero had been killed. Diego Felipe Becerra was 16 and was shot by a policeman who claimed he thought Diego had been armed robber.

We then moved to Cali. Bill displayed a famous mural by Museo Libre de Arte Publico de Colombia which had series of naked women outside a subway station. The diversity of the women was seemingly saying that although women are not all the same –don’t just “throw them in as one group” – they all still have equal rights. However, Bill used this opportunity to point out how murals can sometimes become a “white noise”. Of the 20,000 people who walked by that mural every day, how many of them would pick up on that message of diversity and equal rights?

We began Buenaventura with a picture from the humanitarian space of Puente Nayero. After a brief history of this humanitarian space Bill showed an enormous mural displaying the history of Buenaventura. From there we went to Toribio; Bill said it was his favorite spot for street art. Inside the town, with its links to the Nasa indigenous people, he found indigenous murals to be political as opposed to the exoticism of Bogotá. There were examples of indigenous resistance with corn as a central symbol.

While there weren’t many murals In Mocoa, there were some supported by women’s rights groups. Bill contrasted that with Barrancabermeja, where he found murals more influenced by the struggle between unions and paramilitaries. Cartagena was quickly passed over, with very little murals of note, to Mampujan where he found political messages related to paramilitary violence. Every city in Colombia has a unique political situation, and therefore the political murals are very particular to their city.

We finished in Medellin, which has a thorough influence of hip-hop. While it may appear at first to be a smaller version of Bogotá, it is a different place to work. As there is a greater level of paramilitary presence in Medellin, the graffiteros need to be a bit more discreet than in Bogotá. Here is an example from Comuna 13, which had suffered Operación Orión:

 

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We then started a vivid discussion. The first question was on similarities and differences between Colombia’s street art and that of Northern Ireland. Bill’s conclusion is that every country is different –even cities within Colombia are different. The politics of each context determines what street art appears. The one common factor is that political murals often deal with memory –a fact specifically pronounced in Colombia.

There was a question on his mobility within Colombia, and he praised the help and support of activists, women’s groups, NGOs and victims without which he would not have been able to do this project. We also talked about local government’s relationship with street artists, and how there was some support in Bogotá after the death of Diego. Another member asked about anti-North American murals in Colombia to which Bill replied he couldn’t find much specific anti-North American murals.

Another participant asked: how do we learn to “read murals?” Bill’s response was simple: you learn from the people who are able to read them. It centers in symbols. For example, in Gaza the most common symbol is a key. The keys represents keys to homes of Palestinian villages displaced by Israel. The key, therefore, represents memory, repression, and the hope of returning to use the keys again.

Another posed the question if murals had changed in Northern Ireland after the peace agreement had been signed, and if he had noticed any changes in Colombia. Had there been a pivot to the future? While in Colombia he hasn’t seen anything, Bill urged us not the think literally. The same symbols appear during and after conflict, but their meaning becomes redefined. He gave the example of Bobby Sands in Northern Ireland, whose image was transformed from “support the war” to “we haven’t given up on Bobby Sands, come with us (into the peace process)”.

We briefly touched on murals opposing the peace process, or if there was graffiti of the right. While graffiti is normally associated with the left, you can find right-wing graffiti. The dividing line between victims and perpetrators isn’t always clear; often, the perpetrators feel, or have felt, victimized in some way. Should they be allowed to put messages on the wall? Ultimately, from the conflict comes a new type of battle –a battle over memory, over victims, all taking place in public space.

This idea was expanded upon with a question on the weaknesses of the Northern Ireland peace process and how they might relate to Colombia. Perhaps the idea of memory wasn’t treated so thoroughly during the peace process, and for that reason conflict has been lingering. Perhaps, but Bill believes that normally when you move away from war you move towards a “metconflict”, a war over memory, a heated debate as to what the conflict was all about in the first instance. Therefore, we concluded that after a war, there is a conflict over what the conflict was about, and murals are one avenue through which this battle is displayed.

 

Comunicado acuerdo oficial Gobierno y FARC

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rodeareldialogo@gmail.com

redenbogota@gmail.com

Rodeemos el Diálogo celebra con alegría y optimismo  el acuerdo de justicia transicional que han logrado las partes. En junio de 2014, los equipos negociadores declararon que no buscaban “intercambiar impunidades”; este acuerdo demuestra que están siendo consecuentes con esa afirmación. Sabemos que conciliar las diferentes posturas y exigencias frente a la obtención del mayor grado de verdad, justicia y reparación, no ha sido una tarea fácil. Consideramos que con la creación de un Tribunal para la Paz que decidirá penas restaurativas y retributivas, las partes han encontrado una fórmula ejemplar en Colombia y el mundo para castigar a los máximos responsables de crímenes internacionales.

Garantizar el desmonte de la impunidad en Colombia, para asegurar la no-repetición de graves violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, es un paso cierto para que evitar la prolongación del conflicto armado. Sabemos que este nuevo logro nos acerca aún más a la firma de un acuerdo de paz definitivo, ojalá antes del 23 de marzo de 2016.  Sin embargo, en ReD somos conscientes de los desafíos  que la fase de implementación de los acuerdos traerá sus propios retos, tal como nos lo recuerdan los desarrollos durante las últimas semanas en Irlanda del Norte.

Felicitamos a la Subcomisión Jurídica por haber avanzado eficazmente en la elaboración de un sistema de justicia para la paz, y a las partes por ratificar este acuerdo que llena de esperanza y optimismo a muchos colombianos, incluyendo a  las víctimas, cuyas vivencias y necesidades han estado en el centro de esta parte del proceso. Cuenten con nuestro compromiso y determinación para seguir apoyando las negociaciones y los acuerdos, desmontando los mitos que puedan surgir al respecto y contribuyendo, con todos los medios a nuestro alcance, a construir  entre todos una cultura de diálogo para que el florecimiento de una Colombia reconciliada continúe echando raíces.

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