Desayuno de Paz No. 21 de 2017 – La construcción de la paz territorial
Invitado: Emilio Huertas, Lutheran World Relief (LWR)
Tema: La construcción de la paz territorial
1 de julio de 2017
Emilio Huertas, director de Lutheran World Relief en Colombia, comienza expresando su admiración por ReD y su deseo de tejer una alianza con este grupo. Menciona también que, aunque es bogotano, siempre ha tenido una estrecha relación con el campo, los campesinos y los indígenas.
Hace un breve diagnóstico de lo logrado en el proceso de paz en La Habana, pero menciona también la frustración por los errores cometidos, como la construcción improvisada de los campamentos en las Zonas Veredales de Transición y Normalización (ZVTN), que habrían podido ser construidos de manera eficiente por organizaciones campesinas, o incluso los mismos guerrilleros, en ejercicios concretos de reconstrucción del tejido social. Calcula que el marco temporal de la implementación de los acuerdos puede ser de 15 años. Señala que a todos nos incumbe la responsabilidad de la acción: conocer los acuerdos y trabajar por la transformación del país.
Elementos del sistema de paz territorial
Emilio enfatiza la importancia de apoyar y acompañar la implementación de los acuerdos en los territorios. Menciona algunos elementos de la estructura del “Sistema Territorial de Apoyo y Acompañamiento a la implementación de los Acuerdos de Paz entre el Estado Colombiano y las FARC-EP” (TASS por su siglas en inglés –ver artículo en el Hufftingtonspost), el cual en principio se concentrará en las 16 regiones definidas para los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDETs). Según el Acuerdo Final, éstos son territorios muy diversos.
El TASS, es un sistema integral en que deben hacerse inversiones transparentes, eficientes, que vinculen a la sociedad civil, al Estado, al sector privado y a la comunidad internacional. Los capitales privados son un elemento clave para asegurar la sostenibilidad de los logros. Se necesita trabajar conjuntamente con los colectivos locales, las universidades y las estructuras regionales, aportando apoyo financiero y en recursos humanos, asistencia técnica y respaldo político. Debe existir un sistema para hacer llegar propuestas al sistema, acogiendo aquellas de quienes piensan diferente; hasta ahora, dice, la metodología de participación en el sistema está muy cruda.
También, podría pensarse en una alternativa al servicio militar obligatorio en los territorios, como por ejemplo un servicio agrícola y social en zonas rurales. Se deben implementar comisiones regionales de paz y otros espacios de interacción, en los que la sociedad civil está llamada a participar. Igualmente, es importante de forjar alianzas con entidades extranjeras, como la agencia de cooperación de Estados Unidos, USAID, para impulsar las cooperativas y promover el desarrollo rural. Se necesita apoyo de la embajada de Estados Unidos para la contratación de consultores, por ejemplo.
¿Qué va a pasar con los otros actores armados en los territorios?
Emilio señala que, sin las FARC-EP en armas, el Estado debe poder desmantelar los otros grupos armados presentes en los territorios, tales como el ELN y los grupos herederos del paramilitarismo, así como las bandas criminales al servicio del narcotráfico y las disidencias de las FARC que no se acogieron a la negociación. El problema central es el de la seguridad y los graves riesgos en esa materia. En este contexto, debe propenderse por hacer alianzas estratégicas con las estructuras locales, tales como la guardia indígena.
Cultivos ilícitos y territorio
Emilio opina que mientras no se legalice la cocaína en Estados Unidos, no se resolverá el problema (como pasó con la prohibición del alcohol en el siglo pasado). Si fuera legal, Colombia tendría un producto de exportación rentable. Por el momento, es el campesino el que menos gana en toda la cadena. Se debe asegurar que haya cultivos alternativos rentables, que tengan mercado y que la familia campesina goce de soberanía alimentaria. Enfatiza que no es necesario construir más vías terciarias sino más bien, especialmente en zonas montañosas, buscar alternativas adecuadas, como el transporte por cable o fluvial. Debemos llevarles a los campesinos aliento.
La sombra de 2018
¿Se hará “trizas” el acuerdo? Emilio es claro en señalar que lo que pase en 2018 depende de todos nosotros. Como sociedad civil debemos exigirle al gobierno que controle el uso de la fuerza, independientemente de quién gane las elecciones. Al cierre, enfatiza la importancia del “diálogo de improbables”, por ejemplo, entre las empresas mineras y las comunidades afectadas, para lograr cambios positivos. Para incidir en las políticas, añade, hay que dialogar con el otro. No hay otra solución.