NO TALLERES PARA COMPRENDER EL PROCESO DE PAZ

11 y 12 de abril de 2016

Armenia

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Por invitación del Diplomado en Construcción de paz de la Universidad del Quindío Rodeemos el Diálogo (ReD) realizó una serie de no-talleres para los participantes en este diplomado. Como el grupo total es de 100 alumnos, la Universidad dio la oportunidad a los 50 primeros que se inscribieron y se conformaron dos grupos de 25 personas, con cada uno de los cuales trabajamos durante cuatro sesiones de 90 minutos cada una.

La Universidad y Sueje (Sistema Universitario del Eje Cafetero) costearon el transporte, alojamiento y alimentación y ReD aportó el trabajo de los dos días. Se desarrolló el formato que empleamos en el Colegio Anglo Colombiano en febrero de 2016; 4 sesiones de 1 hora y media.

Se trabajó con un doble propósito: además de ofrecer la experiencia pedagógica sobre el proceso de paz, que se busca con esta propuesta horizontal y afectiva, se enfocó también en dar elementos metodológicos a los participantes, ya que el interés y la propuesta de la universidad es que se conviertan en multiplicadores.

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Participantes

Asistieron personas de Armenia y de varios municipios vecinos; dentro del grupo hubo profesionales en ciencias sociales dedicados a la docencia, comunicadores, estudiantes de Trabajo Social, líderes comunitarios, funcionarios de municipios, líderes campesinos y cuatro estudiantes de colegio de un barrio socialmente desfavorecido, invitados por la Alcaldía.

Impresiones

Posiblemente por ser personas que cursan el Diplomado en Construcción de Paz, muestran en general, y sin que falten las dudas e incertidumbres, una expectativa positiva frente al proceso de paz. A la vez, en el grupo encontramos personas que manifestaban pensamientos completamente opuestos frente a la guerrilla: desde quien sentía rabia y dolor por haber su padre sido una víctima directa, hasta quienes mostraron simpatía con la ideologia de las FARC. Frente a los medios de comunicación hay clara y fuerte desconfianza.

La presentación de los equipos negociadores despertó interés y llevó a un reconocimiento mayor de los negociadores y su compromiso con la paz. Sobre los hitos del proceso manifestaron que aunque creían estar bastante enterados, la realización de una línea del tiempo les había llenado vacíos y dado mucha claridad, además de mostrarles que desconocían más de lo que imaginaban. El ejercicio de cierre sobre la reconciliación nos dejó ver reales manifestaciones de compromiso con acciones concretas en lo personal para contribuir a la paz.

En general luego de los dos días pudimos observar un cambio en los grupos hacia una mayor actitud de escucha y de disponibilidad a dialogar en medio de las diferencias.

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Reflexiones Finales

La experiencia con personas de una región diferente nos acercó a otras formas de ver el país, ya que han vivido o conocido el conflicto desde otros ángulos. Este acercamiento es muy valioso para ReD pues amplía nuestro conocimiento y comprensión de la población de Colombia.

A través de los mensajes que solicitamos escribir al momento del cierre encontramos un impacto muy positivo y un gran agradecimiento por nuestra labor. Como en ocasiones anteriores, se manifestó que reconocieron en ReD una actitud balanceada que permitió ventilar las diferentes posiciones y tendencias.

Quedó la propuesta de conformar equipos para continuar con la labor de pedagogía y ReD ofreció el acompañamiento necesario para quienes decidan hacerlo. Esperamos hacer realidad el sueño de los participantes de hacer pedagogía de un proceso de paz que nos pertenece a todos y está cambiando la forma en que nos relacionamos entre muchos sectores de Colombianos.

Breaking news for Colombia

Están todos cordialmete invitados a nuestro evento el día 7 de Marzo a las 6pm en Londres. Para mayor información por favor click sobre el link: https://www.stethelburgas.org/civicrm/event/info?reset=1&id=823

Event Transitional justice

Since October 2012 the Government of Colombia and the FARC have been negotiating a 6-point agenda to put an end to five decades of armed conflict.After agreeing on rural reform, political participation, and addressing production of illicit crops, last September the parties reached an initial agreement on transitional justice.

Gustavo Gallón, the director of the Colombian Commission of Jurists, will share his reflections on the pros and cons of this landmark agreement.

Limited capacity, early registration required. First come first served basis.

Language of the event: English

Organised by: 

 

http://www.eventbrite.co.uk/e/justice-and-peace-in-colombia-developments-and-challenges-tickets-19802922073

 

Exhibición Los Rostros del Perdón, Londres. 3 al 20 de Noviembre 2015

El 3 de Noviembre de 2015 en las instalaciones del Consulado de Colombia en Londres se llevó a cabo la inauguración de la exhibición Los Rostros del Perdón, evento organizado por la Fundación Plan Perdón y apoyado por Rodeemos el Diálogo (ReD), St Ethelburga’s, Canning House, la Embajada y el Consulado de Colombia en el Reino Unido. Su apertura se dio en una de esas noches lúgubres, frías y ligeramente lluviosas londinenses que convirtió la sala del consulado en un perfecto resguardo para la reflexión íntima y personal alrededor de las siete imágenes e historias que hacen parte de la exhibición. En este ámbito ceremonial y tras unas breves palabras del Embajador, Dr. Néstor Osorio y la presentación de David Giraldo, director de la Fundación Plan Perdón, los relatos de propias experiencias de perdón y reconciliación de algunos de los casi cuarenta asistentes a la inauguración, no se hicieron esperar.

La exhibición presenta los rostros y las historias de colombianos y colombianas de diferentes edades, que han sido víctimas de cierto tipo de violencia en su país. Algunos han sido víctimas de la guerra, del narcotráfico, de la intolerancia, del maltrato, del abuso sexual o de manoteo escolar. Los Rostros del Perdón enfrenta al visitante con una realidad colombiana que a veces se confunde con cotidianidad y que en ocasiones parece parte esencial de su identidad. Éstos, son retratos de seres humanos reales, con nombre propio, de carne y hueso -como usted o como yo-, que a pesar de su terrible y sentido sufrimiento físico y psicológico decidieron perdonar a sus agresores y continuar adelante con sus vidas en vez de vengar, agredir, sentenciar, odiar o matar. Y que además de enfrentar sus miedos y reajustar sus vidas, se resistieron a quedar en el olvido de esa efímera memoria colectiva Colombiana, para contar su historia y ser ejemplo del perdón, el valor y la esperanza. Son entonces las imágenes de estos héroes del perdón, las que la exhibición trae para la comunidad colombiana y todos los interesados hasta el 20 de Noviembre de 2015 en el Consulado de Colombia en Londres.

Pre-event

Esta exhibición es una oportunidad para reflexionar acerca de las experiencias individuales de perdón, el diálogo y la reconciliación, y su potencial como herramientas de cohesión social claves para reformar la cotidianidad colombiana y su misma identidad más allá de la eventual salida negociada a los 50 años de conflicto colombiano que se negocia actualmente en La Habana.

Con su participación en este evento, los miembros de Rodeemos el Diálogo (ReD) reafirman una vez más su misión de promoción de la cultura del diálogo entre colombianos, colombianas, amigos y amigas de Colombia creyentes en la salida negociada al conflicto armado colombiano.

ReD agradece a Plan Perdón, al Cónsul General Rafael Merchán, el capítulo de javerianos en el Reino Unido y a todas las organizaciones convocantes por permitir nuestra participación en esta memorable iniciativa y hacerla un evento gratuito y abierto al público londinense en general.

Murales, conflicto y guerra: Reflexiones preliminares de Bill Rolston Conversatorio de Rodeemos el Diálogo en la Universidad de Los Andes

19 de octubre de  2015

El Profesor Bill Rolston, de la Universidad de Ulster, habló con ReD en la Universidad de Los Andes sobre los murales políticos. Bill, ya jubilado, pasó 35 años dictando cátedra de sociología y justicia transicional. En 1981 comenzaron a interesarle los murales políticos, pues le gustaba la manera como se podía tomar una idea política compleja y hacerla reconocible. Afirma que hay veces que le encanta el arte, aún en casos en que odia la política.

Gran parte de su interés se concentra en su país natal, Irlanda del Norte, pero ha estudiado el arte callejero también en Chile, Gaza, Irán y otros países. El Leverhulme Trust apoya su investigación sobre el arte callejero en Colombia, y ya ha explorado varias ciudades colombianas.

Antes de referirse a imágenes específicas, aclaró que para él los grafiti no son tan importantes como el arte. Para comenzar, es un académico y hay un sesgo en la academia, lo que significa que los académicos buscan declaraciones o mensajes explícitos y es menos probable que se concentren en cosas tales como las etiquetas (“tags”) de los artistas grafiteros. Otro problema es que los “viejos izquierdosos” como él se sienten más cómodos con mensajes explícitos, no indirectos.

Rolston dio ejemplos de murales con mensajes claramente políticos que vio en Bogotá, incluyendo uno con el número de víctimas del desplazamiento forzado y otro con las víctimas de la Unión Patriótica (UP, partido de izquierda), así como varias imágenes dentro y alrededor de la Universidad Nacional. Sin embargo, cuestionó el estilo indígena de la zona de la Candelaria. En cierto sentido esas imágenes se pueden comparar con murales similares, como los que se observan en Toribío.  La diferencia es que en Toribío están enraizados en la zona indígena y con frecuencia son obra de artistas indígenas. La pregunta que surge en cuanto a imágenes indígenas por artistas no indígenas en áreas no indígenas es si son menos auténticas.  Y el peligro es que lo que se refleja en estos últimos murales es su “exotismo” más que su política.

Terminó sus observaciones sobre Bogotá admitiendo que su rechazo de los  grafiti no funciona en esta ciudad. En sus viajes por Colombia tuvo la impresión que los grafiteros y grafiteras de otras ciudades admiran los de Bogotá por su habilidad e ingeniosidad. Al mismo tiempo, piensan que quizás los bogotanos han tenido la vida fácil. Bogotá no sufrió las masacres que se presentaron en muchas áreas donde hay murales. Los grafiteros y grafiteras bogotanos no tienen que pintar con un ojo atento a que aparezcan los paramilitares, como ocurre en algunos otros lugares.

En toda Colombia los artistas callejeros bogotanos tienen la reputación de tener la vida fácil: Bogotá no ha vivido las masacres – y sus artistas hacen política a distancia. Sin embargo, Bogotá es la única ciudad que él conoce en que se haya asesinado a un grafitero. Diego Felipe Becerra  tenía 16 años y fue abatido por un policía que afirmó que pensaba que Diego era un ladrón armado.

Al hablar de Cali, Bill mostró un mural famoso del Museo Libre de Arte Público de Colombia, que mostraba una serie de mujeres desnudas a la entrada de una estación del metro. La diversidad de las mujeres parecía expresar que aunque no todas las mujeres son iguales – “no hay que meterlas todas en un mismo grupo” – sin embargo todas tienen los mismos derechos. Sin embargo, Bill utilizó la oportunidad para señalar cómo a veces los murales pueden convertirse en “ruido blanco”. ¿Cuántas de las 20.000 personas que pasan frente a ese mural cada día captarían el mensaje de diversidad e igualdad de derechos?

Comenzamos Buenaventura con una imagen del espacio humanitario de Puente Nayero. Después de un breve recuento de la historia de este espacio humanitario, Bill mostró un enorme mural que representaba la historia de Buenaventura. De allí pasó a Toribío, diciendo que este es su lugar favorito para el arte callejero. En el pueblo, con sus vínculos con los indígenas Nasa, Bill encontró que los murales indígenas son más políticos, contrastando con el exotismo de Bogotá. Se observaron ejemplos de la resistencia indígena, con el maíz como símbolo principal.

Aunque no se encontraron muchos murales en Mocoa, algunos tenían el apoyo de grupos de derechos humanos de las mujeres. Bill comparó a Mocoa con Barrancabermeja, donde encontró murales con una mayor influencia de la lucha entre los sindicatos y los paramilitares. Pasamos rápidamente por Cartagena, donde hay pocos murales que destacar, y llegamos a Mampuján, donde Bill encontró mensajes políticos relacionados con la violencia paramilitar. Cada ciudad colombiana tiene su propia situación política y sus murales reflejan esa situación específica.

Terminamos en Medellín, con una gran influencia del hip-hop.  Aunque al principio puede parecer una versión más pequeña de Bogotá, es un lugar muy diferente para trabajar. Puesto que persiste un mayor nivel de presencia paramilitar en Medellín, los grafiteros tienen que ser más discretos que en Bogotá. La foto que acompaña este texto es un ejemplo que viene de la Comuna 13, víctima de la Operación Orión.

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A continuación se desató una animada discusión. La primera pregunta fue sobre las similitudes y diferencias entre el arte callejero en Colombia y en Irlanda del Norte. La conclusión de Bill es que cada país es diferente – y que hasta las ciudades de Colombia son diferentes entre sí. El contexto político de cada una determina qué tipo de arte callejero se observa. Un factor común a todos es que con frecuencia los murales políticos se relacionan con la memoria, una característica especialmente pronunciada en Colombia.

Otra pregunta se refirió a su movilidad al interior de Colombia, y Bill elogió la ayuda y el apoyo de los activistas, los grupos de mujeres, las ONG y las víctimas, sin quienes no hubiera podido realizar este proyecto. También hablamos de la relación entre los gobiernos locales y los artistas callejeros, y que tras la muerte de Diego se generó bastante apoyo. Otro asistente se refirió al tono anti-Estados Unidos de los murales en Colombia, a lo que Bill respondió que no había encontrado muchos murales específicamente en contra de Estados Unidos.

Otro participante preguntó: ¿cómo se aprende a “leer murales”? La respuesta de Bill fue sencilla: se aprende de las personas que saben leerlos. Se centra en los símbolos. Por ejemplo, en Gaza el símbolo más común es la llave. Las llaves representan las llaves de los hogares de poblaciones palestinas desplazadas por Israel. La llave representa, entonces, la memoria, la represión y la esperanza de regresar y volver a usarlas.

Otro asistente quería saber si los murales en Irlanda del Norte habían cambiado tras la firma del acuerdo de paz, y si Bill ha percibido cambios en Colombia.  ¿Ha habido un giro hacia el futuro? Aunque en Colombia no ha notado nada así, Bill nos instó a no pensar en términos literales. Los mismos símbolos aparecen durante y después del conflicto, pero su significado se redefine. Dio el ejemplo de Bobby Sands en Irlanda del Norte, cuya imagen se transformó, de “apoye la guerra” a “no hemos abandonado a Bobby Sands, venga con nosotros (al proceso de paz)”.

Tocamos brevemente el tema de los murales que expresan oposición al proceso de paz, o si hay grafiti de derecha. Aunque los grafiti normalmente se asocian con la izquierda, sí se encuentran grafiti de derecha. La línea divisoria entre víctimas y perpetradores no siempre es clara.  A menudo, los perpetradores se sienten, o se han sentido, victimizados de alguna manera. ¿Se les debe permitir poner mensajes en las paredes? En últimas, del conflicto resulta un nuevo tipo de batalla: la batalla por la memoria, por las víctimas, todo ello desarrollándose en los espacios públicos.

Esta idea se profundizó con una pregunta sobre las debilidades del proceso de paz de Irlanda del Norte y cómo podrían relacionarse con Colombia. Quizás la idea de la memoria no se trató tan a fondo durante el proceso de paz, y por esa razón el conflicto persiste. Puede ser, pero Bill cree que generalmente cuando uno se aleja de la guerra, se aproxima a un “meta conflicto”, una guerra en torno a la memoria, un acalorado debate en torno a qué generó el conflicto inicialmente .

Por ende, concluimos que después de la guerra se genera un conflicto sobre las razones del conflicto, y los murales son uno de los medios a través de los cuales se despliega esta disputa.

Pedagogía y habilidades para la paz y la vida

DESAYUNO DE PAZ No. 33

Invitado: Julián de Zubiría, pedagogo, Rector del Instituto Merani

Tema: Pedagogía y habilidades para la paz y la vida

26 de septiembre de 2015

Julián de Zubiría nos habló de pedagogía, del sistema educativo, de sus debilidades y sus implicaciones en la sociedad del futuro. Nos cuenta que hace 30 años decidió trabajar una nueva forma de enseñar, con un currículo diferente, diferentes criterios y formas de evaluar. El Ministerio de Educación no estuvo de acuerdo, pero desarrolló su propuesta.

La idea fuerza de Julián es que el sistema educativo se centra en la trasmisión de información, y no en la formación de los estudiantes para vivir en sociedad. Es decir, se crean dos realidades, una que se vive en la vida diaria y otra en la escuela. Tampoco se les capacita para argumentar, contradecir y ser críticos. Según el antiguo proverbio, se les da un pescado (información), pero no se les enseña a pescar (pensar). La educación está mal concebida. Para ilustrar sus críticas, Julián hace referencia a “The Wall” de Pink Floyd. El sistema educativo ha fracasado rotundamente. Esto se evidencia actualmente en que en Colombia sólo 3 de cada 1000 jóvenes de 15 años entienden lo que leen. 50% tienen a los 17 años el nivel de lectura de niños de seis. No se puede desarrollar competencias para la vida si no se desarrollan habilidades básicas como la lectura.

Adicionalmente, no hay articulación entre los profesores de las escuelas, ni entre las instituciones de educación media y superior, lo que lleva a que no se forme a los estudiantes de manera coherente y unificada. Sin embargo, rescata la educación inicial, hasta los 5 años, dado que hasta ese momento no ha empezado la trasmisión de información.

Respecto a la guerra, dijo que ésta siempre degrada la vida humana. Pero cuando dura tanto como en Colombia, la guerra tiene un impacto mucho más grande; permea todas les estructuras del Gobierno, las instituciones y la sociedad. Un ejemplo de ello es el lenguaje que se maneja en la educación: expresiones como “concentración escolar”, “bandas de guerra” o “desertores  escolares” (los que salen del sistema) son términos bélicos, agresivos. Y el lenguaje de la izquierda es igual de intolerante que el de la derecha.

Asimismo, se ha fracturado el tejido social en Colombia; ya no se confía en el otro. La cultura mafiosa al estilo de “el vivo vive del bobo” se ha establecido en el corazón de la sociedad. La estructura valorativa de las personas se ha visto trastocada. Y es aquí donde se ve la importancia de la educación, ya que el problema no son ni los ex combatientes, ni los combatientes, sino toda la sociedad, que se ha llenado de odio y desconfianza.

Hay que cambiar el modelo educativo – y el sentido mismo de la educación que se imparte actualmente. Pero a corto o mediano plazo es muy difícil de llevar a cabo esa transformación en el plano institucional. Asimismo, es muy largo el tiempo necesario para romper las estructuras que la guerra ha creado en la sociedad colombiana. Tomará décadas transformar las estructuras valorativas generadas por la guerra.

Ante la pregunta sobre qué se está haciendo bien en educación, Julián dice que se ha mejorado la cobertura, y que se está tendiendo a pensar más en la integralidad y en formar en competencias ciudadanas. Menciona el programa de “maestros formando maestros” que implantó Abel Rodríguez cuando fue Secretario de Educación aunque el actual secretario no lo continuó. Considera que es muy buena la Ley General de Educación, que creó el Proyecto Educativo Institucional; piensa que se debe volver a este modelo, dándoles autonomía y acompañamiento a los colegios.

Es necesario replantear la formación de los docentes, aunque esto es sólo una parte; se requiere reformar el sistema educativo, y sacar la educación pública de la pobreza. El sistema actual agrava la inequidad, pues marca grandes diferencias en las oportunidades dependiendo de la calidad de educación según el colegio al que se tenga acceso.

Para Julián la idea de Rodeemos el Diálogo es muy profunda. Hay que continuar con ella, poner personas diferentes a dialogar; y para lograr mayor impacto, llegar al corazón de la gente, buscar no sólo transmitir ideas sino emociones, a través de actos simbólicos. Esto es lo que hacen con mucha eficacia las voces que se oponen al proceso de paz.

La Cátedra para la Paz como está concebida actualmente es una idea floja, tradicional. Lo que no implica que la educación para la paz sea un caso perdido: para Julián – y aquí hubo consenso – la educación para la paz debe desarrollar competencias cognitivas, valorativas y prácticas; habilidades transversales básicas para vivir, pensar y comunicarse, para conocerse y conocer al otro, para vivir con tolerancia… es decir, para ser más humanos, de forma tal que pueda crearse un futuro diferente. Se debe privilegiar el ser por encima del saber y convertir la paz en una competencia transversal. Y es que, tal como lo manifestó, “Las guerras nacen en la mente de los hombres, entonces la paz también. Si construimos esta sociedad, también podemos construir otra”.

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