Reconciliación para vivir juntos

Tomado de Semana: http://www.semana.com/nacion/articulo/reconciliacion-colombia-una-iniciativa-para-vivir-juntos/377338-3

El primer encuentro de Reconciliación Colombia mostró que, aun en medio del conflicto armado, en los territorios hay docenas de iniciativas exitosas en marcha

Por primera vez en Colombia, regiones tan distintas y distantes como Antioquia y Putumayo se sentaron a discutir qué es reconciliación y a compartir sus experiencias. De Caquetá a Chocó, de Chaparral y Neiva a Apartadó y San Carlos, los representantes de sesenta organizaciones sociales, empresas y gobiernos locales se reunieron la semana pasada en Medellín, junto con medios de comunicación y organismos internacionales, en el primero de los cinco encuentros de Reconciliación Colombia, el proyecto que busca poner al país a hablar de cómo vivir en paz.

En tres paneles a lo largo del miércoles 12, funcionarios de los gobiernos locales, grandes y pequeños empresarios y miembros de organizaciones de la sociedad civil contaron qué están haciendo en sus territorios en materia de reconciliación, y una gran mesa redonda discutió cómo poner esas experiencias en común y qué lecciones extraer para reforzarlas y replicarlas.

Los tres –gobierno local, empresa privada y sociedad civil– son los pilares del proyecto Reconciliación Colombia, promovido por los principales medios de comunicación del país, una larga lista de empresas, varios  organismos internacionales y representantes de la sociedad civil. La idea es que en las regiones de Colombia ya existen toda clase de iniciativas que muestran caminos para que la sociedad viva en paz. Una investigación de varios meses encontró cerca de 400 de ellas que, de una u otra forma, son fórmulas exitosas de reconciliación entre individuos o comunidades, de la gente con el Estado, entre víctimas y victimarios y muchas otras.
Ahora, el proyecto busca poner en común esas iniciativas, promoviendo cuatro encuentros entre las grandes regiones del país y uno, nacional, en Bogotá. El primero fue el de Medellín.
Allí se habló de experiencias individuales, como la de César Montealegre, empresario y finquero de Caquetá –cuya emotiva intervención cerró el evento–, que desde hace ocho años tiene como empleado de confianza a un integrante del frente tercero de las Farc, que lo tuvo secuestrado durante ocho meses en 1999; y la de Manuel Palacios, desplazado de Carepa, Urabá, quien mediante el deporte y la cultura promueve la convivencia en la Comuna 8 de Medellín. Se expusieron procesos colectivos como el que ha llevado a 60 familias de Putumayo a reemplazar exitosamente el cultivo de coca por el de pimienta, y a eliminar la cadena de intermediarios para vender directamente su producto a empresas como la cadena de restaurantes Wok; el exitoso proceso de retorno y desminado en San Carlos, Antioquia, que devolvió a sus vidas a más de 13.000 personas; el ejemplo de ToliPaz, uno de los 22 programas de desarrollo y paz que viene trabajando hace años con las comunidades del sur de Tolima; o las diversas iniciativas en las que están involucradas las diócesis locales.
Se presentaron proyectos de gobierno como Preparémonos para la Paz de la Gobernación de Antioquia, que busca alistar al departamento para el fin del conflicto armado, y planes de la empresa privada como los de reconciliación que promueve Nestlé en Caquetá y otros lugares. Se habló de proyectos como Caguán Vive, que tiene una agenda de paz hacia el posconflicto y el objetivo de participar activamente en la política local en San Vicente del Caguán.
Representantes de grandes empresas –estaban, entre otros, David Bojanini, del Grupo Sura; Manuel Andrés, de Nestlé; Sergio Vélez, del Grupo Diana; Luis Fernando Rico, de Isagen– conversaron con las organizaciones. Rico, de Isagen, dijo: “Tenemos que ser conscientes de que hoy en día en Colombia los empresarios deben redefinir su rol, o tener el rol que siempre debieron tener: que la creación de riqueza se haga bajo principios y éticamente y se aporte al desarrollo social y la conservación del planeta”. Lucía González, del Museo Casa de la Memoria de Medellín, les dijo: “Creo que no hay que pedirles caridad. Solo que cumplan con dar trabajo digno. Y que eliminen las barreras de ingreso: son muy poquitas las empresas que dan trabajo a afros, indígenas, poblaciones LGTBI”.
Hubo no poco debate sobre qué es reconciliación. Un concepto que, como dijo María Victoria Llorente, de la Fundación Ideas para la Paz, al hacer las conclusiones del evento, “tiene multiplicidad de interpretaciones y no es una sola”.
Para muchos, en especial las víctimas, implica verdad, sin la cual es muy difícil reconciliarse. Para otros, perdón. Representantes de comunidades afro o indígenas dijeron que es imperioso reconocer a sus autoridades étnicas y sus derechos, no formalmente sino de verdad. Otros plantearon la responsabilidad del Estado: “El primer paso que el Estado debe cumplir para generar confianza de reconciliación es cumplir su deber de garantizar los derechos de la gente. Debe haber un compromiso inmediato, radical de que no puede haber más víctimas generadas por agentes del Estado”, dijo Óscar Prieto, coordinador de Caguán Vive.
Entre las conclusiones de este inédito intercambio entre regiones, se destacaron cinco. Uno: la paz se construye en los territorios y es allí donde debe ponerse el énfasis. Dos: la reconciliación no puede ser impuesta y debe partir de la gente. Tres: no se trata solo de reconciliación entre víctimas y victimarios, sino de un proceso de toda la sociedad. Como dijo Evelio García, exsecretario de Gobierno de Chaparral, “la reconciliación no debe ser solo un tratado romántico de no agresión; debe ser un cambio de comportamiento”. Cuatro: para sacarla adelante es esencial la alianza entre los gobiernos locales, las organizaciones sociales y las empresas.
Cinco: muchos coincidieron en que la reconciliación implica también ocuparse de los problemas históricos que arrastra la sociedad. Como lo planteó Deicy Elena Bermúdez, de FedeAfro, una organización de Chocó: “Asumimos que el conflicto, en su noción más amplia que la de conflicto armado, es completamente natural. La reconciliación debe atacar lo que facilita que el conflicto sea natural y permanente; hay que atacar las causas primarias del conflicto”.
La discusión apenas comienza. El próximo encuentro, que congregará a Nariño, Cauca, Valle, Boyacá y Bogotá, será el 26 de febrero, en Cali.

Texto de la carta de Rodeemos el Diálogo al Papa Francisco con motivo de la novena de Navidad

Londres/Bogotá, el 21 de noviembre, 2013

Santo Padre:

Reciba nuestro saludo cordial.

Con el más profundo respeto nos dirigimos a Usted para compartirle nuestra iniciativa y hacerle una petición especial.

Somos un grupo de colombianos y amigos de Colombia, residentes en Gran Bretaña y Colombia, que hemos aunado esfuerzos para contribuir y luchar por la realización del sueño de tener un país en paz.

Con motivo del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), estudiantes, profesionales y familias de todas las clases sociales, creyentes y no creyentes, nos hemos agrupado para seguir de cerca las negociaciones, analizarlas, participar con nuestra opinión como sociedad civil y llevar a cabo actividades que aporten a la consecución de la reconciliación, la justicia y la paz. Hasta la fecha, hemos organizado conferencias y conversatorios, eventos y encuentros en pro de la paz, tanto desde los movimientos sociales como desde la academia.

Somos conscientes del daño causado a niños, niñas, mujeres, hombres, familias e instituciones durante más de 50 años de guerra. Como resultado tenemos una sociedad desigual, injusta, intolerante, indiferente y deshonesta donde los campesinos, los indígenas, los afro-colombianos y en general los pobres siguen siendo los más perjudicados.

Confiamos que el presente proceso de paz  va a lograr un acuerdo político para resolver el conflicto armado. El reciente pacto sobre la participación política ha hecho que líderes del mundo como Ban Ki Moon feliciten al gobierno y a las FARC por buscar construir un país distinto a través del diálogo, la tolerancia, la honestidad y sin recurrencia a las armas. Como latino y líder mundial que también ha conocido las dificultades de vivir en un país atormentado por la violencia y que ha luchado para crear un mundo más justo, Usted entenderá nuestro inmenso deseo de cambio y justicia.

Desafortunadamente, no todos en el país y en el mundo están de acuerdo con la solución pacífica al conflicto, además hemos identificado que falta apoyo al proceso por parte de la sociedad civil, lo cual se veía reflejado en las encuestas después del acuerdo sobre la participación política. Por lo tanto estamos trabajando para transmitir las bondades de la paz a toda la sociedad. Creemos que enseñando y comunicando acerca del proceso de manera apropiada, los colombianos apoyarán y participarán con mayor determinación en la implementación de un eventual acuerdo de paz.

Inspirados en la jornada de ayuno y oración por la paz en Siria que Usted convocó en septiembre, y teniendo en cuenta la fortaleza y el alcance de la Iglesia Católica en Colombia, le hemos propuesto a la Pastoral Social y las diferentes Diócesis en Colombia, y la Capellanía Latinoamericana en Londres, incorporar reflexiones de paz a la Novena de Navidad.

Su Santidad Papa Francisco, esperamos que encuentre valiosa esta idea y que pueda acompañarnos, ofreciéndole apoyo y respaldo público al proceso de paz en algún momento durante la Novena. Su reconocimiento será una  gran motivación para que más colombianos y amigos de Colombia se interesen por apoyar y promover la paz sin armas en Colombia para dar ejemplo al mundo.

Agradecemos su tiempo y cercanía a Colombia, además de sus esfuerzos por la paz en todo el mundo. Y respetuosamente nos adelantamos a desearle una feliz Navidad – ¡su primera en Roma! – y nuestros mejores deseos para el desempeño de su labor pastoral.

Nos despedimos atenta y humildemente,

Rodeemos el Diálogo.

Segundo Informe Conjunto de la Mesa de Conversaciones sobre el Punto 2 de la Agenda del Acuerdo General

Como lo informamos públicamente el pasado 6 de noviembre de 2013, hemos llegado a un acuerdo sobre el segundo punto de la Agenda, “Participación Política”,  consignado en un documento, Borrador Conjunto.

El Gobierno Nacional y las FARC-EP consideran que la construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política. Es importante ampliar y cualificar la democracia como condición para lograr bases sólidas para forjar la paz.

[…]”

Sobre la muerte de Nelson Mandela

Rodeemos el Diálogo se une a las expresiones de tristeza y admiración tras la muerte del expresidente surafricano, Nelson Mandela. Enviamos nuestro más sentido pésame a su familia y al pueblo surafricano, en especial a los y las surafricanos residiendo en el Reino Unido y Colombia.

El nombre de Nelson Mandela es sinónimo con la búsqueda de una paz duradera y con la reconciliación entre los hijos de una misma nación.

Ojalá los colombianos sepamos dejarnos guiar por su ejemplo.

Los fusiles no se callan con otros fusiles

6 Nov 2013 – TOMADO DE EL ESPECTADOR

Respaldo al proceso de paz

Misael Payares, vocero de la organización del Carmen de Bolívar que ganó el Premio Nacional de Paz, da una lectura del diálogo entre Farc y el Gobierno.

 

'Los fusiles no se callan con otros fusiles'

 

Esta semana la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (Asocab) fue galardonada con el Premio Nacional de Paz por luchar durante años de forma pacífica por la tenencia de sus predios en la hacienda Las Pavas (Carmen de Bolívar), que por décadas han sido apropiados por narcotraficantes, paramilitares y más recientemente por empresas palmeras. Dos años atrás, Misael Payares, representante y vocero de la organización, estaba en España hablando de su caso en la “Tabla catalana por la paz y los derechos humanos en Colombia”. “En ese momento dije que Asocab era arcilla para moldear una figura de paz y vea, no me equivoqué”, dice pocas horas antes de la ceremonia de entrega del premio que recibió esta semana.

Desde Reino Unido le piden a Uribe que confíe en diálogos de La Habana

Sacado del Espectador: http://www.elespectador.com/noticias/paz/reino-unido-le-piden-uribe-confie-dialogos-de-habana-articulo-455859

Las fundaciones RED y Plan Perdón enviaron una carta al ex mandatario en el que le insisten en que es mejor buscar la paz por medios pacíficos.

Las fundaciones RED y Plan Perdón, que tienen asiento en el Reino Unido y que fueron creadas como apoyo a los diálogos de paz que se realizan en La Habana enviaron en las últimas horas una carta al expresidente Álvaro Uribe en la que le expresan el convencimiento de que los diálogos van por buen camino y la necesidad de que todos los colombianos apoyen el proceso que se lleva a cabo en la isla.

La carta La envían a propósito de un discurso de Uribe en la Senate House y que se tituló ¿Cuál es el precio de la paz en Colombia?

El siguiente es el texto de la misiva que recibió hace menos de una hora el expresidente Uribe:

Con ocasión de su discurso en Senate House, estamos escribiendo a nombre de dos proyectos en el Reino Unido que se han establecido como respuesta a las actuales conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC. Rodeemos el Diálogo (ReD) y Plan Perdón son iniciativas no partidistas que han logrado reunir personas con diferentes puntos de vista políticos, buscando contribuir a la construcción de un contexto positivo para los diálogos de paz de Colombia y promover los cambios sociales necesarios para apoyar un posible escenario de post-conflicto en el país.

Estamos inspirados por la idea de alcanzar la paz en Colombia y motivados a aprender no sólo de otros procesos de paz en el mundo, sino también, de las innumerables experiencias internacionales de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y de la academia relacionadas con la transición del conflicto a la post- conflicto.

El objetivo principal de esta carta es expresar el sentimiento, compartido por la mayoría de los participantes a nuestros eventos, que la sociedad colombiana actualmente tiene una excelente oportunidad de transitar hacia el post-conflicto.

Esta carta expresa el pensamiento de un amplio sector de colombianos, colombianas y amigos de Colombia en el Reino Unido con respecto a las conversaciones en la Habana.

Galtung, quien ha trabajado en temas de resolución de conflictos y con quien usted probablemente está familiarizado, debido a sus estudios realizados bajo Fisher, nos dice que es importante buscar ‘la paz por medios pacíficos’ siempre que sea posible. Hasta ahora los medios de comunicación han transmitido su opinión basada en la idea de que las condiciones para una solución pacífica no son posibles. Un sector de colombianos lo siguen y respaldan su posición.

Sin embargo, como probablemente ya lo sabe, esta posición está aislada del consenso internacional sobre procesos de paz. Además, como sabrá, Stedman señala que una de las razones para que fracasen esfuerzos de paz como este es que importantes sectores de la sociedad se opongan, permitiendo eventualmente la consolidación de saboteadores. Difiriendo de su posición, nosotros celebramos el hecho que ambas partes presentes en la Habana hayan logrado darse cuenta que Colombia enfrenta problemas que no pueden resolverse a través de las armas.

Somos más que conscientes de los retos que nos plantean las últimas seis décadas de violencia en Colombia. Por ello, hemos intentado comprender, como lo recomiendan Fisher y Ury, la compleja historia e intereses detrás del conflicto. Nosotros, junto con otras organizaciones, hemos invitado a especialistas de todo el mundo a participar en conferencias con el fin de evaluar la metodología y el desarrollo de las actuales negociaciones, además, a compartir las lecciones aprendidas de otros procesos de paz que han sido exitosos.

A pesar del lento progreso en la Habana, la metodología parece estar funcionando puesto que las conversaciones han producido un acuerdo entre el gobierno y las FARC en uno de los asuntos más espinosos de todos, tierra y asuntos rurales, algo nunca antes visto en anteriores negociaciones.

Una opinión pública bien informada es clave para reconstruir al tejido social de la sociedad colombiana. Conversando con otros colombianos y colombianas, nos hemos dado cuenta que no es fácil curar las heridas del conflicto, por ello, estamos enfocando nuestros esfuerzos en actividades que se asemejan a la experiencia de Irlanda del Norte para así desatar el poder del perdón (sin que esto signifique olvido) compartiendo historias personales de colombianos, colombianas y personas de otras partes del mundo. Creemos que al difundir estos ejemplos contribuiremos al florecimiento de la reconciliación entre diferentes sectores de la población colombiana.

Canning House, una de las instituciones que en esta ocasión ha facilitado su intervención, también acoge nuestra serie de conversatorios mensuales los cuales reflejan el profundo anhelo por un nuevo comienzo en Colombia. Queremos destacar la opinión de los participantes en el segundo conversatorio quienes concluyeron que “…los diálogos (en la Habana) deben permanecer enfocados en los puntos de la agenda y continuar con el apoyo de todos los colombianos”.

Estos conversatorios tan sólo son una pequeña parte de las movilizaciones más amplias llevadas a cabo por colombianos y colombianas que evidentemente han albergado la esperanza de acabar el conflicto armado por medios pacíficos y visualizar un mejor futuro.

Estas aspiraciones no son aisladas, y esto queda claro en la proliferación de iniciativas de la sociedad civil en Europa y en otras partes del mundo que han expresado su apoyo a las negociaciones.

Lo invitamos a familiarizarse con nuestras iniciativas y a considerar la dinámica que sustenta el apoyo a estas negociaciones. Esperamos también haber esbozado lo suficientemente claro las razones por las que pensamos que debería reconsiderar su posición.

Su discurso previsto en Senate House lo ha llamado ‘What price is peace in Colombia?’ (¿Cuál es el precio de la paz en Colombia?) En realidad, los colombianos y colombianas ya han sufrido bastante.

Pero creemos que el precio a pagar es la energía necesaria para llevar las conversaciones en la Habana a una conclusión exitosa junto con la visión y la fuerza necesaria para construir y mantener una sociedad justa después de la firma de los acuerdos.