Taller-Conversatorio: ‘Paz para las víctimas desde una perspectiva corporal’

15 Noviembre 2014
Bogotá

Taller-Conversatorio: ‘Paz para las víctimas desde una perspectiva corporal’

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Veinticinco personas nos reunimos con Andrés Cancimance, trabajador social y antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia y director de la Fundación El Alumbrador[1], para conocer su trabajo con sobrevivientes del conflicto armado en el departamento de Putumayo a través de la práctica, enseñanza y formación de facilitadores comunitarios en la técnica TRE (Ejercicios para la Liberación de la Tensión y el Trauma). Esta técnica, inspirada en el trabajo con víctimas del Medio Oriente y el África, fue creada por el trabajador social norte-americano David Berceli con el propósito de liberar al cuerpo de los efectos negativos del estrés y de los traumas. A partir de una serie sencilla de ejercicios físicos, que tienen como finalidad estimular artificialmente algunos músculos del cuerpo, TRE reactiva un mecanismo natural que tenemos los seres humanos para liberarnos de las tensiones: las vibraciones espontáneas o los “temblores neurogénicos”, un reflejo natural del cuerpo que sirve para liberarlo de la tensión que se genera en situaciones de estrés o de amenaza. TRE rescata mecanismos naturales de autosanación del cuerpo humano.

Organizamos este taller-conversatorio porque dentro de las discusiones en ReD, hemos debatido mucho sobre el hecho que la paz tiene que trabajarse primero dentro de uno mismo, y dentro del cuerpo. Además, porque en nuestros contextos urbanos, a menudo la experiencia de víctimas directas del conflicto en las regiones rurales es ajena a nuestras vidas cotidianas. En este momento cuando en La Habana se está debatiendo los derechos de las víctimas, pensamos que era importante acercarnos más a la experiencia humana de estas personas desconocidas. No solo escuchamos el relato de Andrés sobre su experiencia enseñando esta técnica a campesinos víctimas del conflicto, sino que tuvimos un taller donde nosotros mismos aprendimos la técnica. Posteriormente dimos inicio a una discusión sobre la experiencia y su aplicación en el contexto del proceso de paz.

En Putumayo, TRE ha tenido dos principales efectos. Primero, ha posibilitado la superación de heridas emocionales profundas dejadas por el conflicto. Muchas de las intervenciones en esta zona, así como en otras partes del país, se han enfocado en la reconstrucción de los hechos y en la narración como terapia, dejando a un lado al cuerpo como vehículo de sanación. TRE en cambio permitió otro tipo de auto sanación, desde el cuerpo. Segundo, la Fundación ha formado a personas de Putumayo como facilitadores TRE, lo cual les ha dado un papel de liderazgo y devuelto su agencia para ayudar a otras personas en sus comunidades y a trabajar sus dolores desde la experiencia corporal. Estos sanadores comunitarios, después de su formación en TRE, plantean tener una responsabilidad social hacia el bienestar de sus comunidades. TRE ofrece a los sobrevivientes de la guerra una herramienta de empoderamiento desde la capacidad que tienen sus cuerpos para transformar las secuelas emocionales que la guerra ha dejado en ellos. Y esto no sólo les devolverá la vitalidad y la confianza que perdieron, sino que podrán participar más activamente en la reparación de los daños causados en su colectividad por el conflicto.

En nuestro debate, reconocemos que todos en la sociedad colombiana hemos sido afectados por el conflicto colombiano de alguna manera. Puede ser a nivel de violencia urbana, miedo de ir a ciertos lugares, frustración con nuestros políticos, o dudas sobre si quedarnos en el país. El trauma puede tener muchas caras, pero el cuerpo experimenta el trauma de la misma manera, pues el cuerpo no racionaliza una experiencia, la vive y la siente sin ningún tipo de análisis. Desde la neurofisiología, el trauma o lo traumático es aquello que no podemos resolver con nuestros recursos habituales, por lo tanto se convierte en una situación que nos sobrepasa, dejando en nosotros una tensión crónica. Las muchas facetas del conflicto son interiorizadas en nuestros cuerpos. En una sociedad fragmentada por los efectos de la guerra, la desconfianza hace que los cuerpos se tensionen y se vuelvan distantes de otros cuerpos. Cuando los campesinos de Putumayo aprendieron a liberar sus cuerpos de esas tensiones, pudieron otra vez reconocer cómo desde el cuerpo estaban conectados a la comunidad. Nosotros analizamos que cuando estamos más relajados, podemos interactuar mejor en nuestra sociedad.

Los temblores que experimentamos en el taller se escapan de la racionalidad. Muchos venimos con cierto escepticismo; pero todos temblamos, y muchos manifestamos vivir unas experiencias fuertes. Fue un momento de descubrir el cuerpo en otras dimensiones. TRE no es solo una técnica, sino una pregunta, o una provocación, que pasa por un trabajo de respiración, estar en el cuerpo, y observar qué pasa en él.

No es un ‘remedio rápido’, ni pensamos que es la única forma de sanación para sobrevivientes de hechos traumáticos. Pero sí creemos que experiencias como este taller nos dan las herramientas para entender que las víctimas del conflicto, quienes para muchos de nosotros son ajenas en nuestras vidas cotidianas, son seres humanos con cuerpos humanos como nosotros, al igual que los mismos combatientes quienes viven el conflicto desde el cuerpo. Y en esta sociedad, buscar la reconciliación empieza desde un trabajo interior, pero no para quedarnos en el individualismo, sino porque cuando estamos más relajados dentro de nosotros mismos, podemos tomar un papel más consciente en nuestra sociedad.

Así lo plantea una líder de Putumayo que ahora es facilitadora de TRE en su comunidad: “Hay que temblar antes de actuar”.

 FUNDACIÓN EL ALUMBRADOR

www.fundacionelalumbrador.com

 

PARADA POR LA PAZ Y A FAVOR DE LAS NEGOCIACIONES EN LONDRES

PARADA POR LA PAZ Y A FAVOR DE LAS NEGOCIACIONES EN LONDRES

Después de mas de medio siglo de conflicto armado, los colombianos vemos
con esperanza el proceso de negociación adelantado entre el gobierno y las
FARC, y nos anima constatar los grandes avances logrados. No podemos
permitir que incidentes como el que se presentó en el transcurso de esta
semana, arruinen la esperanza millones de colombiano; las partes no deben
pararse de la mesa, hasta que se haya firmado un acuerdo de paz.

Así convocamos de manera urgente a la comunidad colombiana y a los amigos
de Colombia residentes en Londres y el Reino Unido, en los JARDINES BERNIE
SPAIN (entre el South Bank y Stamford Street, al lado de la Torre Oxo),
este SÁBADO 22 NOVIEMBRE a las 14h, para manifestar nuestro sentir como
sociedad civil, por una pronta reanudación de los diálogos de paz en la
Habana y para que las partes avancen en procesos que ayuden al
desescalonamiento del conflicto armado.

Todos son bienvenidos – traigan pancartas; banderas tricolores; globos
amarrillos azules y rojos; y amigos!

Hace ocho días los colombianos salimos en miles para apoyar a nuestra
selección nacional, en su partido contra EEUU en Londres. Demostremos
ahora nuestro respaldo al proceso de paz!

JARDINES BERNIE SPAIN (South Bank), SÁBADO 22 NOVIEMBRE, 14h.

Convocan:

FRENTE AMPLIO DE LA MIGRACIÓN

RODEEMOS EL DIÁLOGO

Comunicado en respaldo a las víctimas

Bogotá y Reino Unido
10 de noviembre de 2014

Comunicado en respaldo a las víctimas

Rodeemos el Diálogo quiere expresar su apoyo, agradecimiento, admiración y respaldo al grupo de cuarenta y ocho víctimas que han tenido la valentía de viajar a La Habana en cuatro delegaciones y dar la cara a los equipos negociadores para presentar sus testimonios y sus propuestas, contribuyendo así a la superación del conflicto y la construcción de paz en Colombia. Respaldo y reconocimiento al que se unió el Príncipe Carlos de Gales en su visita reciente a Colombia.

El hecho de haber creado este espacio en la mesa de negociaciones para escuchar a una gama de víctimas que, aunque no pretende ser representativo, reconoce la heterogeneidad de las experiencias de sufrimiento a lo largo y ancho del país da esperanza porque demuestra que los equipos negociadores han tomado en cuenta los muchos insumos que han ido surgiendo de la participación de las víctimas y de la sociedad civil en los diálogos de paz. Valoramos la flexibilidad que han demostrado las dos partes en términos de la metodología acordada y reconocemos el valor y la voluntad de los dos equipos negociadores por abrir su mente y escuchar los testimonios que llevan las delegaciones.

Además, reconocemos que esta experiencia representa un hecho histórico en el mundo, pues es la primera vez que un grupo de víctimas participa directamente en un proceso de negociación, lo que supone un cambio de paradigma en la teoría de resolución de conflictos; por lo tanto, creemos que los colombianos deben sentirse profundamente orgullosos de este desarrollo crucial en el proceso de paz.

Adicionalmente, el involucramiento de las víctimas en la negociación le ha permitido al país reconocer que detrás de esa etiqueta hay más que unas estadísticas imprecisas: hay rostros e historias de vida, una humanidad que transciende las categorías polarizantes de víctimas-del-Estado o víctimas-de-las-FARC. Lo cual nos permite comprender su verdadera dimensión humana y el devastador impacto del conflicto en el desarrollo del país. Éstas son las principales razones por las que pensamos que es fundamental cesar la violencia y avanzar un paso hacia la reconciliación y la construcción de una cultura de diálogo y tolerancia a través de un acuerdo en la Habana.

Las víctimas son seres humanos con los que todos podemos y deberíamos identificarnos para recuperar la solidaridad como el principal motor de la participación política y de la democracia. Por ello, expresamos nuestra preocupación frente a las amenazas que muchas de las víctimas que han retornado de La Habana han recibido. Todos los colombianos, desde el gobierno hasta la sociedad civil, deberíamos reconocer la importancia de su aporte, y consecuentemente rodearlas para garantizar su seguridad, de modo que puedan seguir contribuyendo a cambiar la historia de nuestro país.

Rodeemos el Diálogo

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Así transformarían a Colombia los acuerdos logrados con las Farc

Tomado de: La Silla Vacía, jueves 24 septiembre, 2014

Tras las decisión de publicar los acuerdos logrados hasta el momento en La Habana, el gobierno puso punto final a las especulaciones que había sobre cómo estaba “entregando” el país a las Farc. La Silla Vacía leyó las casi 70 páginas acordadas hasta hoy entre la guerrilla y el gobierno y lo que es claro es que si se cumplen la mitad de estos acuerdos, Colombia atravesará por una profunda revolución democrática. Estas son las diez transformaciones más profundas que vivirá el país si se firma algún día el Acuerdo Final con las Farc, y sobre todo, si se cumple:

1.     Los campesinos dejarán de ser ciudadanos de segunda
Uno de cada tres colombianos vive en la Colombia rural, y solo por eso, ya es más pobre, menos educado y más desnutrido que sus compatriotas urbanos, como lo mostró el informe de Desarrollo Humano del PNUD en 2011.

Mientras en varias ciudades la pobreza extrema es del 7 por ciento, en el campo llega al 29 por ciento. “Más del 60 por ciento de la población rural en edad de trabajar solamente ha finalizado los niveles básicos de primaria, y como consecuencia, cerca de la misma proporción de la población percibe un ingreso por jornal inferior al salario mínimo”, dice el informe.

Si los acuerdos de paz se logran y se cumplen el campo saldría del abandono en el que ha estado sumido durante décadas. Esto porque el grueso de los acuerdos gira alrededor de “Planes” para atacar los principales problemas de los campesinos: de vías terciarias, distritos de riego, educación rural, salud rural, electrificación, mejoramiento de vivienda, generación de ingresos de la economía campesina, familiar y comunitaria y promoción de la comercialización de la producción campesina, entre otros.

Además, acordaron un plan progresivo de protección social y de garantías de derechos de los trabajadores rurales. Básicamente, que los campesinos puedan exigir sus derechos a una remuneración digna, a un horario establecido de trabajo y una instancia -un sistema móvil de inspección en las áreas rurales- que permita que los trabajadores puedan exigir debidamente sus derechos laborales y tramitar adecuadamente conflictos de carácter laboral. Es decir, a que salgan de la situación de servidumbre en la que se encuentran muchos.

2.     Se creará un verdadero mercado de tierras
Uno de cada cinco predios rurales tienen problemas de titulación, según lo demostró un estudio de Ana María Ibáñez, una de las mayores expertas en tierras en Colombia.

“La informalidad en la tierra de los pequeños campesinos es del 48 por ciento”, dijo Ibañez a La Silla Vacía cuando se logró un acuerdo sobre el primer punto en la Habana. “De cada dos pequeños campesinos, solo uno tiene derechos formales sobre su tierra”.

Esta informalidad hace imposible que exista un verdadero mercado de tierras e inversiones significativas en el campo. Para ponerlo de manera sencilla, la gente solo invierte en su casa cuando es propia, nunca cuando es arrendada. Sin títulos ciertos, no hay un incentivo para invertir, pero tampoco hay un colateral para pedir créditos.

La falta de títulos sobre la tierra, además, facilitó su robo. Más de la mitad de los desplazados tenían acceso a la tierra. La mayoría eran pequeños campesinos cuyas parcelas tenían en promedio 13 hectáreas, según el estudio de Ibáñez, pero solo uno de cada tres campesinos desplazados tiene títulos formales para sus tierras, lo que dificulta su retorno.

“Si solo se lograra la formalización de la tierra, ya sería un gran logro”, dice Ibáñez. “Eso es fundamental para que el mercado de tierras funcione”.

El acuerdo con las Farc es crear un Fondo de Tierras de distribución gratuita de millones de hectáreas (no se han puesto de acuerdo en cuántas) para los campesinos sin tierra y las comunidades más afectadas por la miseria y el otorgamiento de subsidios integrales y créditos especiales para la compra de tierra. Y la formalización progresiva de la tierra de los campesinos.

Esto, además, contribuiría a cerrar la alta desigualdad en la propiedad rural, donde Colombia registra una de las mayores inequidades del mundo, con un Gini de 0,85 (1 querría decir que toda la tierra es de una sola persona).

3.    Los terratenientes pagarían impuestos
El país no cuenta con un verdadero catastro rural. No tiene un inventario actualizado con mapas que muestren quién es dueño de cada lote. Una de las consecuencias de esto es que los grandes dueños de la tierra no pagan prácticamente impuestos, y como demostró en su investigación sobre tierras e impuestos Marc Hoffsteter, bloguer de La Silla, mucha gente compra tierra para evadir pagar impuestos.

Esto se solucionará si se cumple lo pactado en la Habana, que implica actualizar el catastro rural e implantar un sistema para cobrar el impuestro predial de acuerdo al principio obvio (pero no aplicado en Colombia donde los terratenientes controlan los concejos municipales) de que el que más tiene más paga. Además, incluye la participación de las comunidades para velar por la transparencia de la información.

Solo lograr esto hará que la gente no compre tierra solo para engordarla sino que la venda o la ponga a producir.

4.    Al clientelismo se le rompería el espinazo
Los acuerdos logrados hasta ahora tienen un hilo conductor y es la creación de múltiples escenarios en los que las comunidades pueden y deben participar en la definición, ejecución y evaluación de los proyectos y programas destinados a las zonas priorizadas para ejecutar los acuerdos. Si esto funciona, le rompería el espinazo al clientelismo.

Por ejemplo, según los acuerdos, el Plan nacional de vías terciarias se hará “con la participación activa de las comunidades en la priorización, ejecución y seguimiento de las obras.” También se le daría prioridad a la contratación de trabajadores y adquisición de materiales de la localidad.

Hoy la ‘mermelada’ de la que gozan los congresistas a cambio de que aprueben el presupuesto nacional y las reformas tributarias se invierte principalmente en estas carreteras veredales, contratadas con los contratistas aliados de los políticos. Si este tipo de proyectos se definen y ejecutan directamente con las comunidades, el principal vehículo clientelista se debilitaría.

Por otro lado, acuerdan adoptar mecanismos para facilitar el acceso a los puestos de votación de las comunidades que habitan en zonas alejadas y dispersas. Según esto, ahora la trasteada de los votantes el día de elecciones –uno de los pivotes del clientelismo- correrá por cuenta del Estado.

5.    Se comería más y mejor en el campo
Los acuerdos crean un sistema especial de seguridad (soberanía) alimentaria y nutricional para la población rural. Estaría conformado por consejos departamentales y municipales de alimentación y nutrición, en los que tendría representación el gobierno y las comunidades, para definir lineamientos para la puesta en marcha de políticas alimentarias y nutricionales.

Hoy en día el campo tiene los peores niveles de desnutrición y además se suele comer de manera muy poco balanceada. En muchas regiones, la gente no come verduras, por ejemplo, y si muchos fritos

6.    Surgirán nuevos movimientos de izquierda
El acuerdo sobre el punto 2 incorpora múltiples garantías para hacer política de oposición y crea varios incentivos –desde financiación hasta acceso a los medios comunitarios e institucionales- para que los movimientos sociales participen en política.

Las Farc y el Gobierno acordaron desmontar una de las barreras de entrada a la política más efectivas y es la obligación de superar un umbral de votos para conservar la personería jurídica del partido. Si se firma este acuerdo, habrá nuevamente una proliferación de partidos políticos pues ya no es necesario sacar un número determinado de votos para existir. Habrá un sistema de “adquisición progresiva de derechos para partidos y movimientos políticos, según su desempeño electoral en los ámbitos municipal, departamental y nacional.”

Uno de los acuerdos más revolucionarios es la creación de Circunscripciones Transitorias de Paz para elegir un número que todavía no han acordado de representantes a la Cámara en las zonas priorizadas por el nivel de conflicto. En estos lugares, “grupos significativos de ciudadanos” u organizaciones podrán inscribir candidatos oriundos de esta zona que solo podrán ser elegidos por personas de allí. Los partidos tradicionales no pueden salir elegidos por estas circunscripciones. Dado que estos candidatos tendrán menos requisitos y vendrán de las zonas más azotadas por el conflicto (con mayor influencia de las Farc), es posible anticipar la llegada de voces muy diferentes al Congreso de las que se acostumbra oír y mucho más radicales de izquierda.

7.    Habrá una nueva definición de “orden público”
El gobierno definió como una “línea roja” la discusión sobre la doctrina militar. Sin embargo, si el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política creado por estos acuerdos llega a operar en la práctica terminará reemplazando la filosofía de lo que es el “órden público” que se ha manejado hasta el momento para controlar la protesta social y las movilizaciones sociales.

Se trata de una “concepción moderna de la seguridad que se funda en el respeto de la dignidad humana, respeto de derechos humanos y valores democráticos”, según lo definen en el punto 2. “Este sistema debe crear una cultura de tolerancia que dignifique el ejercicio de la política y brinde garantías para prevenir cualquier forma de persecución de dirigentes por sus actividades políticas, opinión o oposición.”

Dice, además, que “se adoptarán previsiones para impedir que se fomenten concepciones de seguridad que bajo cualquier excusa vayan en contra de los objetivos del sistema que son la protección de la vida de quienes ejercen la política y su no estigmatización por razón de sus ideas y actividades políticas.”

8.    Si los políticos van a comprar periodistas, será con su propia plata
Un estudio realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa demostró cómo muchos gobernantes utilizan la asignación de la pauta oficial para comprar a los periodistas fieles y castigar a los independientes. El estudio se centró en la pauta local dado que la mayoría de periodistas locales de radio viven de la pauta que ellos mismos tramitan, con lo cual los alcaldes suelen callarles la boca.

A nivel nacional no hay estudios, pero el uso generoso y arbitrario de la pauta también tiene incidencia en lo que algunos medios nacionales dicen o sobre todo callan.

Esa “zanahoria” ahora tendrá que hacerse visible pues el gobierno se comprometió a  promover “los ajustes necesarios en la normatividad para que la pauta oficial en los niveles nacional, departamental y municipal se asigne de acuerdo con unos criterios transparentes, objetivos y de equidad, teniendo también en cuenta a los medios y espacios de comunicación locales y comunitarios. Adicionalmente, la normatividad debe asegurar que el gasto en la pauta oficial sea de conocimiento público, mediante la publicación de informes detallados.”

Solo con que este punto se aplique ya cambiarían mucho las dinámicas del periodismo colombiano

9.    Colombia dejaría de ser la productora # 1 de coca
El acuerdo sobre cultivos ilícitos trae una reforma integral para las zonas donde se cultiva coca, que se haría con la participación de las comunidades y con el protagonismo activo de las Farc. Dado que esta guerrilla controla y regula desde hace décadas el negocio de la coca, su salida definitiva del negocio y suponiendo que las Bacrim no ocupan ese territorio haría que Colombia pierda su vocación de productora de coca. Esto traería grandes repercusiones.

Entre otras cosas, se identificarían algunos eslabones “grises” (como los  llama el investigador Luis Jorge Garay) de la criminalidad organizada

En el acuerdo sobre drogas, gobierno y Farc se comprometen a desarticular la “cadena de valor del narcotráfico”. Entre las muchas cosas que harán está la de mapear el delito, de tal forma que “permita identificar los sistemas de financiación de las organziales de crimen organizado, los usos de esos recursos, los responsables financieros, las estrategas de lavado de activos, canales de blanqueo de capitales, y las redes de testaferros de las estructuras criminales y su penetración en las instituciones.”

Lo más seguro es que las Farc no dará los nombres de la gente con la que trabajan el negocio del narcotráfico pero solo identificar cómo es que lavan el dinero, cómo penetran las institución y como es su red de testaferros ayudará mucho a combatir el crímen organizado.

10.    Se acabaría la guerrilla de las Farc, nacerían como partido político
Los tres acuerdos ratifican que las Farc está pensando seriamente dejar las armas. No de otra manera se entiende el nivel de granularidad de los acuerdos.

Por otro lado, las garantías para la oposición política le permitirá a las Farc pasar de ser un actor armado a hacer política por las urnas. La ejecución de estos acuerdos, cuyos mayores beneficiarios son los campesinos de las zonas donde ellos han tenido influencia, podría ayudarles a consolidar una base política que les permita llegar más rápido al poder, si es que los colombianos algún día les perdonan sus crímenes.

Los acuerdos completos los puede leer acá: campo, participación política y drogas.

‘No fui a La Habana a entregar mi dolor a cambio de un saludo’: Turbay

De El Tiempo, 2 septiembre 2014

La carta de Constanza Turbay al país sobre el perdón de ‘Iván Márquez’.

“Soy una sobreviviente de la violencia que lo ha perdido todo, menos mi deseo de contribuir a la paz de Colombia. En aras de esa paz que tanto necesitamos, no con el ánimo de controvertir, sino de construir, expongo mi punto de vista sobre el encuentro entre víctimas y las mesa de negociación con las Farc.

“Debo aclarar que, en mi caso, no fui sometida a ningún tipo de condicionamiento, mucho menos para lograr ‘sumisión’, término que han usado algunos y que personalmente me transporta a la antítesis de mi vida.

“El acto histórico que registró Colombia no fue la escena de 12 borregos llevados al matadero, sino el de 12 tragedias que intentan cambiar su dolor por la esperanza de paz. El encuentro fue solemne, insuperablemente presidido por monseñor Augusto Castro, Fabrizio Hochschild y Alejo Vargas, quienes se han ganado un lugar reconocido con el trabajo para aliviar el dolor de la guerra.

“En mi caso, la devastación empezó con el secuestro y asesinato en cautiverio de mi hermano Rodrigo y el posterior genocidio de mi amada familia, así como el despojo de los bienes de mis abuelos, que me corresponden por sangre y por herencia.

“A ello se le suma el maremágnum de difamaciones, montajes, persecuciones y viles asesinatos contra personas inocentes que, por diferentes circunstancias, tuvieron la desgracia de conocer los móviles de la masacre de mi familia. A Diciembre 4 del 2007, según debate del entonces senador Gustavo Petro, 57 personas habían perdido la vida.

“Mi lucha ha sido constante y transparente y no me he dejado someter, ni derrumbar por las dificultades. Por eso encuentro bastante injusto que se interprete que fui a La Habana a entregar mi dolor a cambio de un saludo o reconocimiento.

“El encuentro en La Habana fue muy difícil al inicio, por estar cara a cara con las personas sobre las que recae la autoría material del asesinato de los seres más amados de mi vida, mi admirable madre y mis dos únicos y entrañables hermanos.

“Pero la solicitud de perdón sincero de ‘Iván Márquez’ cambió el escenario de víctimas y victimarios al de este nuevo comienzo, que pone en nuestras manos la enorme responsabilidad de edificar la paz. La decisión de perdonar es un acto personal en el que cada quien determina si toma el camino de la magnanimidad o el del abismo de los odios.

“Después de un dolor irreparable como el mío, muy lamentablemente para mí no es mucho lo que las Farc me puedan dar a cambio, pero esa solicitud auténtica de perdón de ‘Iván Márquez’ trascendió en mi alma, en la historia de los míos y en la historia de Colombia.

“Este es uno de los puntos neurálgicos de la primera vivencia de paz que tuvo Colombia. Sucedió que la guerrilla fue capaz de reconocer sus errores con contrición. “¿Acaso no es uno de los objetivos que se buscan en un proceso de paz?

“Fue un paso muy importante, entre los muchos que tenemos que dar, y viene el punto de la verdad. Verdad que no solo les dará descanso a los míos en sus tumbas, sino que liberará al Caquetá del nefasto modelo que se apoderó de esta región y que la tiene sumergida en la corrupción y el subdesarrollo.

Como dijo Alan McBride, comisionado de Derechos Humanos de Irlanda del Norte: “La mejor arma que tenemos para obtener la paz es el perdón”. No creo que Nelson Mandela se sintiera sometido al presidente De klerk en la foto del histórico abrazo de reconciliación, ni que Gandhi perdiera su dignidad al estrechar la mano del visconde Mountbatten para crear una nueva India. Se los reconoce como almas grandes por ser capaces de liberarse del atávico peso del odio y la desesperanza.

“Lo que las Farc me puedan y deban retornar no es más que una gota de agua en el océano de dolor que he tenido que vivir desde el deceso de los míos. Si este es el precio que nos lleva a parar el derramamiento de sangre y a la consecución de una paz concertada, yo estoy dispuesta a pagarlo por mi amada Colombia”.

Paz y Reconciliación asegura que tregua de las Farc se cumplió en un 97 por ciento

Paz y Reconciliación asegura que tregua de las Farc se cumplió en un 97 por ciento

La fundación del analista León Valencia aseguró que la guerrilla de las Farc cumplió en parte la tregua unilateral desarrollada entre el 9 de junio y el 30 de junio del 2014.

Tomado de El Espectador. 1 Jul 2014 – 9:27 pm

Paz y Reconciliación asegura que tregua de las Farc se cumplió en un 97 por ciento

 

Luego que terminara la tregua unilateral declarada por la guerrilla de las Farc desde el pasado 9 de junio hasta el 30 de junio, la fundación Paz y Reconciliación aseguró que “en este periodo se realizaron 11 acciones armadas, 10 por iniciativa de la fuera pública y una por parte de las Farc, es decir, que solo hubo una acción violatoria de la tregua. El éxito de esta tregua nuevamente está cercano al 97 por ciento”.

La fundación sostiene que la Fuerza Pública realizó 4 bombardeos en el Catatumbo, Norte de Santander; 1 bombardeo en el departamento de Antioquia; 1 operación terrestre en el Catatumbo, Norte de Santander; un combate en el Caquetá; 2 operaciones militares en Puerto Asís Putumayo y 1 Bombardeo en Miraflores, Guaviare. Estas acciones son concordantes con la orden del presidente de la República, Juan Manuel Santos quien ordenó a la Fuerza Pública mantener la ofensiva militar contra la guerrilla hasta que no haya un acuerdo de paz con la subversión.

Los números que traería la paz

Tomado de El Espectador, 10 junio 2014.

El daño que le ha hecho la guerra al país queda claro con los cerca de 6 millones de víctimas que existen por cuenta de la violencia. Aunque el principal provecho que traería a Colombia el final del conflicto estaría en la posibilidad de parar el crecimiento de esa cifra y reparar a quienes forman parte de ella, los cambios que traería a la economía una reducción drástica de la violencia es una forma de aterrizar los beneficios de la paz en la vida práctica de la sociedad.

En ausencia del conflicto armado, “la economía hubiera crecido a tasas de hasta el 8%” o “se generarían cerca de 700.000 toneladas más de alimentos”, esas son algunas de las conclusiones del informe “¿Qué ganará Colombia con la paz?”, hecho por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), con el respaldo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, que, en las próximas semanas, será socializado en varias regiones del país.

Según el documento, si Colombia logra la paz, entendida como la reducción drástica de la violencia asociada con el conflicto armado, se acelerará el crecimiento de la economía, aumentará el ingreso promedio por habitante, mejorará la distribución de la tierra, se incorporarán a la economía recursos de regiones que antes controlaban los grupos ilegales, será más incluyente el sistema financiero, mejoraría la percepción de los inversionistas extranjeros y los costos directos que genera el conflicto en seguridad e infraestructura se reducirán, entre otros beneficios tangibles en el mediano plazo.

El estudio documenta que las poblaciones más beneficiadas con la firma de un acuerdo de paz serían las mujeres y los menores de edad. Los esfuerzos financieros estimados para su reparación durante los próximos 10 años sería cercano a los $54,9 billones. Además, los delitos que más los afectan, como la violencia sexual y el reclutamiento forzoso, se erradicarían drásticamente. Un dato que evidencia el efecto de la guerra en los territorios es que “niños que viven en zonas de explosiones de minas antipersonales nacen con un peso de 8,7 gramos”, menor a la media nacional.

Aunque algunos de los beneficios del fin del conflicto repercutirán en el ámbito nacional, habrá algunas regiones donde los efectos positivos serán mayores. Partiendo de que “hay solamente 118 municipios (11%) en los que se erradicó la violencia del conflicto”, concentrados en la región Andina y en departamentos como Vaupés y Amazonas, el documento concluye que los centros urbanos con mayores beneficios en caso de que cese la violencia serán Medellín, Cúcuta, Arauca, Buenaventura, San Vicente del Caguán, Tibú, Riohacha y Tumaco. Así como otras poblaciones como Anorí e Ituango (Caquetá), Puerto Rico (Meta), Chaparral y Planadas (Tolima), entre otras.

Para el Cerac lo más probable es que con el fin de la violencia haya mayores demandas en seguridad ciudadana y se reestructure el gasto militar. No obstante, advierte que “la trayectoria del gasto como porcentaje del PIB militar no cambiará inmediatamente finalice el conflicto”. También es probable que, como ha ocurrido en países que han vivido conflictos armados internos, aumente el gasto militar a partir del punto de quiebre (momento en el que el fin de las hostilidades no tiene reversa), lo cual es razonable, pues “al finalizar el conflicto se debe contener la generación de nuevos grupos violentos armados”.

Comparando al país con otros escenarios de posconflicto, lo previsible, de acuerdo con el informe, es que se observe “una aceleración en el índice de matrícula escolar”. Según la Encuesta Nacional de Deserción Escolar, según los niños, la principal causa de deserción es la inseguridad de la zona en la que habitan y estudian. Otra consecuencia sobre las zonas de influencia sería una disminución en el índice de mortalidad infantil.

“La economía colombiana avanza con una pierna coja. Sea cual sea el próximo presidente, el mensaje que le enviamos es que la paz debe hacerse. Y al pueblo colombiano, que así como sueña a través del fútbol, sueñe con una país en paz que beneficiará a todos”, dijo Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario del Sistema de Naciones Unidas en Colombia. El documento fue valorado por la Cámara de Comercio de Bogotá y el Consejo Privado de Competitividad, quienes advirtieron que su respaldo, ni el mismo informe, tienen intereses en la actual coyuntura electoral.