Desayuno de Paz No. 1 de 2016

Invitado: Carlos Holmes Trujillo, Alto Consejero de Paz 1994-1995, ex-candidato a la vicepresidencia por el Centro Democrático

23 de enero de 2016

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Rodeemos el Diálogo conversó con Carlos Holmes Trujillo acerca de los retos de la reconciliación en Colombia. Nuestro invitado es abogado especialista en derecho penal y criminología de la Universidad del Cauca y ha desempeñado importantes cargos, entre ellos alcalde de Cali, Embajador en Japón y Bruselas, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Ministro del Interior y de Educación y candidato a la vicepresidencia con Oscar Iván Zuluaga por el Centro Democrático (CD).

La conversación inició con algunas preguntas que dieron lugar a un valioso diálogo: ¿Cómo ha contribuido el Centro Democrático a la paz en Colombia? ¿Cuál es la perspectiva del partido frente al proceso de paz y cómo se ha ido matizando a lo largo de estos 3 años? ¿Cómo hacer para que no sea únicamente la paz de “Santos”, como han dicho muchos?

 

La paz no puede tratarse como una batalla entre extremos irreconciliables

Se trata, dice Carlos Holmes, de construir conjuntamente mediante diferentes aportes e ideas. Por eso, inicia su presentación felicitando a ReD por su labor; comenta que el país requiere este tipo de espacios para trazar el camino al postconflicto. Comenta que el actual proceso de paz necesita la existencia de espacios donde tengan lugar acuerdos posibles; en consecuencia, el tema de la paz no puede tratarse como una batalla entre extremos irreconciliables.

El panorama de hoy nos convoca a un esfuerzo pedagógico y de comunicación –de dar, recibir y procesar información– para evitar que el proceso se afecte por el evidente debilitamiento del sistema político del país.

Carlos Holmes plantea la existencia de un falso dilema entre pacifistas –amigos del diálogo– y guerreristas –amigos de la acción de las fuerzas armadas–, frente a lo cual propone que el diálogo y la acción armada de la Fuerza Pública no son incompatibles: el diálogo siempre ha sido una opción. Menciona que como Alto Comisionado para la paz y miembro de la ANC, él siempre creyó en la bondad de los diálogos. Aclara que el CD nunca ha sido enemigo del Gobierno y que lo que el partido tiene son reparos respecto a la manera en que los diálogos se han adelantado, además de planteamientos para mejorar las condiciones del proceso. En este sentido, el CD siempre ha propuesto el cese al fuego unilateral de acciones violentas por parte de las FARC, pues la sociedad no comprende cómo pueden coexistir de manera simultánea las conversaciones de paz y manifestaciones de violencia.

En este sentido, explica que cuando un presidente –cualquiera que sea– anuncia esfuerzos de paz, en un primer momento hay un gran apoyo por parte de la población. Luego, si durante el proceso sigue la violencia, se pasa al escepticismo, después al rechazo y finalmente a la exigencia de acabar con las negociaciones. Recordó que esto fue lo que ocurrió en el gobierno de Andrés Pastrana. En consecuencia, es urgente minimizar la violencia para que el proceso de paz gane un espacio “realmente” pacifico.

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Las exigencias del Centro Democrático

El Centro Democrático ha sido enfático en pedir la verificación de ese cese al fuego que hace 6 meses asumió las FARC, también ha insistido en su concentración como condición fundamental para que dicha verificación sea posible. Respecto a la dejación de armas, el CD ha exigido la entrega definitiva de las armas por parte de las FARC, además de aportar recursos para el proceso de reparación.

Lo anterior es importante porque la manera como se ha ido desarrollando el proceso de paz en Colombia ha llevado a que buena parte de la población que percibía al Centro Democrático como “enemigo de la paz” vea hoy que sus exigencias se han ido materializando en la práctica.

Respecto al tema de justicia, el CD ha planteado un consenso nacional y, en materia de refrendación, ha hablado de un acuerdo político y de estado que considere fundamental la opinión de la gente, dándole al post-acuerdo estabilidad y legitimidad.

Carlos Holmes opina que los mecanismos de participación como la consulta popular o el plebiscito, consagrados en la Constitución Política, no son los más idóneos ya sea por su naturaleza o por dificultades prácticas para su aplicación. Por ejemplo, el plebiscito no es idóneo porque sirve para pronunciarse sobre políticas generales del ejecutivo, la totalidad sin el detalle, por tanto es potencialmente polarizador; además no es vinculante. El referendo es particularmente complejo porque pone en consideración del ciudadano un texto legal o constitucional para ser incorporado a la Constitución o al ordenamiento legal, o para ser derogado. Las asambleas constituyentes tampoco son la opción adecuada porque son fundacionales, para expedir una nueva constitución y no para desarrollarla.

El Centro Democrático ha propuesto la generación de un nuevo mecanismo, una consulta refrendadora. Pero ¿quiénes participarían? ¿Cómo se legitimaría? ¿Cómo se legalizaría? Aunque éstas son preguntas complejas sin obvias respuestas, Carlos Holmes comenta que dicho mecanismo debe ser acordado entre el Estado y los partidos políticos para que logre validez y sea eficaz.

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Espacios de diálogo entre colombianos: antídoto para la polarización

En el diálogo abierto se preguntó cuáles han sido los errores del pasado que en los actuales diálogos de paz no deben volver a cometerse. Carlos Holmes reiteró que el peor error cometido hasta el momento ha sido la polarización entre amigos y enemigos de la paz. Afirmó que tanto los partidos políticos como los medios de comunicación han contribuido a esa confrontación. Muchos participantes centraron sus inquietudes en este tema: ¿Cómo comunicarnos mejor para evitar dicha polarización? En este sentido se enfatizó la necesidad de la pedagogía y el diálogo.

Otro participante opinó que otro de los errores ha sido el desinterés de la sociedad civil respecto al tema de la paz, que es el resultado de una sociedad desinformada. Por tanto, se hizo hincapié en que no se trata de un acuerdo de paz sino de un acuerdo para la terminación del conflicto, que es diferente. Frente a la construcción de paz se afirmó que dos retos mayores son la debilidad institucional y la corrupción.

Varias de las intervenciones plantearon la inquietud sobre qué pasaría si el resultado de la refrendación popular fuera un NO a la paz. Al respecto Carlos Holmes señaló que sería el peor escenario; por eso invitó a pensar mejor el mecanismo refrendador para evitar poner en riesgo los logros del proceso de paz. Para finalizar, Carlos Holmes invitó al diálogo permanente y manifestó su disposición a apoyar la decisión que tomen los colombianos independientemente del mecanismo refrendador.