Desde Rodeemos el Diálogo queremos expresar nuestra solidaridad con las más de 1700 víctimas durante el paro nacional que refleja el descontento y la frustración de amplios sectores de la sociedad colombiana con el actual gobierno; y que ocurre desde el 28 de abril en Colombia. Condenamos el uso excesivo de la violencia por parte de la Fuerza Pública para reprimir el derecho a la protesta. Si bien rechazamos las afectaciones a bienes públicos y privados, hacemos un llamado a aplicar el principio de proporcionalidad: la vida es sagrada.
En nuestros ocho años de experiencia cultivando una cultura de diálogo hemos aprendido que escuchar es el primer paso para la construcción de agendas en común, más allá de las diferencias. Hoy no están dadas las condiciones para iniciar un diálogo nacional que logre resultados; la propuesta del gobierno nacional tiene problemas estructurales. Instamos al presidente de la República y a los miembros del Centro Democrático —partido de gobierno—, a que escuchen el clamor popular expresado en las calles.
Pavimentar el camino de la concertación es una opción difícil en este momento, pero es la ruta más humana, más justa; y puede ahorrarnos otro siglo de violencia. En el contexto actual es necesario preparar las condiciones para llegar a un diálogo nacional, por ende proponemos los siguientes pasos para crear dichas condiciones mínimas:
Invitamos a otras organizaciones de la sociedad civil, a la comunidad internacional y a las instituciones gubernamentales a que vigilen y acompañen el proceso de construcción de las condiciones mínimas; y contribuyan a un eventual diálogo nacional cuando llegue el momento. Ofrecemos nuestra colaboración para construir puentes con actores claves nacionales e internacionales para hacerlo realidad.