Memoria, literatura y la narrativa de paz de Jaime Garzón
En nuestro Desayuno de Paz del 13 de junio pasado, charlamos con Fernando González Santos, profesor de la Universidad Pedagógica en el programa de Educación Comunitaria y Derechos Humanos y autor de varios libros de ensayos y poesía y de tres novelas sobre los desaparecidos del Palacio de Justicia, el caso de Rosa Elvira Cely y la vida de Jaime Garzón.
Sobre este último, se trata su más reciente obra: “No habré vivido en vano”. Según explicó, esta novela va más allá del testimonio y busca ir al pensamiento de Jaime. Incluye un monólogo de Garzón en el que reflexiona sobre temas existenciales como el amor, la paz, el conocimiento, la muerte, el humor y el país.
“El ejercicio imaginativo y literario que nos da Jaime nos posibilita hacer un libro pedagógico que nos permite seguir imaginando. El libro no se trata sobre el asesinato de Jaime Garzón, trata sobre el asesinato de su memoria”, aclaró Fernando.
Se refirió a cómo hablar de la verdad, la memoria y los hechos. “Hay muchos planos de la verdad y cada uno tiene una función. La parte jurídica tiene un lenguaje particular: cómo se asesina, cómo se ha desaparecido, cómo se torturó, cómo se desplazó. Es un plano de la verdad directo, inmediato y sin tapujos: hay unos responsables y unas víctimas y a ese plano no hay que darle arandelas. Pero la literatura y el arte se encargan del paso del testimonio a la imaginación y la memoria es imaginación”.
Destacó el papel de la verdad literaria, que transita del testimonio a la imaginación para influenciar a la sociedad que no tiene cómo entender y conectarse con el dolor de una víctima. La literatura hace un homenaje porque resimboliza aquello que no podemos decir de otra manera.
“El libro permite recordar lo que uno no ha vivido y ese es el papel de la literatura. El arte logra conectar con la sensibilidad que por otros medios se opaca”.
Así, concluyó que existe una relación entre memoria y verdad mediada por la sensibilización en los trabajos literarios. Para Fernando, con la lectura, se puede crear memoria.