Liderazgos Alternativos en la Construcción de Paz
Serie de Conversatorios sobre Liderazgos Alternativos en la Construcción de Paz
Rodeemos el Diálogo y Uniandinos por la Paz
Invitado: Juan Carlos Villamizar, miembro del Foro Internacional de Víctimas
26 de mayo de 2015
En el año 2002, Juan Carlos Villamizar salió de Colombia por amenazas en su contra, tras haber sido representante del comité juvenil en las negociaciones de paz de San Vicente del Caguán. Anteriormente había hecho parte de la Red de Universidades por la Paz en la Pontificia Universidad Javeriana.
En España, apoyó en el exilio la reconstrucción de tejido social junto con otros exiliados. Encontró que los colombianos exiliados y los emigrados eran diferentes, mientras que para los europeos ambas poblaciones son iguales: el exiliado se consideraba de distinta clase, estaba de espalda a los inmigrantes. Fue importante romper esta brecha entre los dos grupos. Ha luchado por la reivindicación de los derechos de los inmigrantes, por lograr en Europa un mestizaje político y social.
Resalta la inoperatividad de la Defensoría del Pueblo por fuera de las fronteras nacionales, situación que deja un terreno propicio para chantajes, trata de personas y prostitución, delitos a los que se ven expuestos los inmigrantes en busca de obtener su documentación legal. Señala al Estado de no tener datos sobre inmigración, porque no lo ve como sujeto de derecho sino “sujeto de remesa”: el dinero que envían los inmigrantes representa aproximadamente el 3.5% del PIB. Cuenta sobre los Centros de internamiento, y cómo estos junto con las políticas de inmigración desintegran familias. Igualmente el apoyo estatal por daños económicos a familias en otros países es nulo.
Decidió regresar al país a raíz de la restitución de la personería jurídica de la Unión Patriótica (UP) y por la actitud conciliadora de las partes en las negociaciones de paz de La Habana. Sin embargo, en un principio, en las negociaciones de paz de La Habana los exiliados no fueron tenidos en cuenta como víctimas del conflicto armado; por eso decidieron organizar ron un foro internacional con las mismas reglas de las negociaciones de paz (Foro Internacional de Victimas). Luego de la realización del primer foro, se volvieron visibles para las delegaciones en La Habana y fueron invitados a participar en la cuarta delegación víctimas. Recalca la buena actitud de los negociadores, ya que en las anteriores negociaciones de paz (San Vicente del Caguán) se caracterizaron por su arrogancia.
En su visita a La Habana observó que los guerreros de ambas partes están cansados, hay un desgaste de infraestructura y recursos. Este es uno de los motivos por los cuales la actitud conciliadora prevalece. No se están negociando cuestiones económicas. Además, los países garantes han ayudado mucho a la comunicación entre las partes. Finalmente, resalta que esta negociación está creando nueva teoría de resolución de conflictos; un ejemplo de ello es el hecho de haber creado diccionario con la terminología para evitar malos entendidos.
Reflexiones Finales
Los exiliados juegan un papel fundamental en las negociaciones de paz, como ha quedado demostrado en los casos de Ruanda y España. Esto es clave porque, al fin de cuentas, la reconciliación la deben hacer los civiles. No puede hacerla el ejecutivo por decreto. En este contexto, es importante pensar en las diferencias generacionales, para superar las desconfianzas del pasado y la ingenuidad del presente. Por eso es necesario crear espacios de diálogo donde nazcan nuevas iniciativas; estos espacios nos pueden ayudar a entender la complejidad del momento histórico. A resolver diferencias, como la que quedó planteada en el conversatorio, entre los que ven la guerra como un negocio y los que ven que el negocio más grande es la paz. Lo que es claro, sin embargo, es que tanto la discusión en La Habana como sus tiempos se ven influenciados por la opinión positiva o negativa que la opinión pública tenga frente a las negociaciones.