Linea de trabajo

La cocreación de herramientas pedagógicas es un proyecto colectivo de esperanza y transformador

La pedagogía en torno a la verdad puede ser una forma de ayudar a sanar las heridas de medio siglo de confrontación armada.

“En la Comisión de la Verdad hay una esperanza”: comisionada Lucía González

El sábado 13 de febrero iniciaron los Laboratorios de co-creación de herramientas pedagógicas en torno al sentido de la verdad para la sociedad.

Comunidades educativas contribuyen a fortalecer el legado de la Comisión de la Verdad

Con la cocreación y circulación de aprendizajes, experiencias y herramientas pedagógicas.

Pedagogía de Paz: construyendo cultura de diálogo en colegios de Colombia

Vamos a colegios de barrios marginales de Bogotá, Cali y Pasto, a realizar talleres sobre el acuerdo de paz, la verdad como bien público y la reconciliación, con el fin de generar una mejor comprensión de las causas del conflicto armado y promover en los jóvenes una ciudadanía consciente y comprometida con la no repetición de la guerra en nuestro país.

Tu aporte nos ayudará a mantener los “no-talleres” de Pedagogía para la Paz que hacemos en colegios públicos en Bogotá, Pasto y Cali; a continuar con el proyecto A Ser Historia hecho por jóvenes y para jóvenes; y en general para mantener toda nuestra operación. 

Pedagogía de Paz en tiempos de pandemia

A raíz de las medidas de confinamiento que nos obligaron a suspender las actividades de pedagogía que realizamos de manera presencial en colegios, en el equipo de pedagogía de ReD iniciamos en abril una exploración de las alternativas posibles para continuar avanzando en nuestro propósito.

Convocamos en mayo al grupo de maestros cercanos al trabajo de ReD, en Pasto, Cali, Bogotá, Cajicá y Tocancipá, para conocer la forma como se están adaptando al cambio a lo virtual, y su interés por continuar fortaleciendo la construcción de paz desde la pedagogía en medio del actual escenario; como resultado de estas reuniones, además de una encuesta que diseñamos con este propósito, obtuvimos valiosos insumos para estructurar una propuesta viable y pertinente para el momento. 

Esta consulta puso en evidencia además una realidad que preocupa:

una importante proporción  de los alumnos (que en algunos colegios alcanza el 70%) no tiene acceso al internet, por lo que los maestros deben acudir en estos casos a recursos como grupos de Whatsapp o mensajes de voz a voz para llegar a ellos. 

Luego de este análisis, se concretó la conformación de una red de maestros, denominada Rodeemos el Diálogo con los Maestros, cuyo énfasis estará en la formación de docentes a través de la generación de conocimiento compartido alrededor de la construcción de paz, y el fortalecimiento de habilidades para el uso de herramientas tecnológicas para educación virtual. La red funcionará con encuentros mensuales, por ahora virtuales, a partir de junio, mediante cineforos, talleres y diálogos sobre los temas priorizados que comprenden entre otros:  conflicto armado y derechos de las víctimas; Acuerdo de Paz; la verdad como bien público, verdad y memoria; arte, deporte y memoria; cultura del diálogo; diálogo y no violencia; diálogo y memoria. 

Lanzamos esta red con una conversación, el 19 de junio pasado, con Ciro Galindo, protagonista del documental Ciro y yo, sobreviviente del conflicto armado, como tantos colombianos.

La Red está integrada por docentes y otras personas o entidades que desarrollen acciones de pedagogía de paz con población escolar. De esta manera, con el trabajo en red con los maestros cumplimos uno de los objetivos del proyecto MEMPAZ(*) y avanzamos de manera muy importante en nuestro propósito de mejorar el alcance y el impacto en la construcción de paz a través de una cultura del diálogo.

Por otra parte, trabajamos en la adecuación al medio virtual de dos de nuestras guías para la realización de talleres con los niños y jóvenes, y estamos programando su aplicación con un grupo piloto antes de ofrecerla a los colegios.


(*) MEMPAZ. Memorias desde las márgenes: Proyecto de investigación entre la Universidad de Bristol y la Universidad Nacional de Colombia, en el cual participa Rodeemos el Diálogo con el componente pedagógico. Busca aprender prácticas de memoria de organizaciones de base y visibilizarlas en los niveles nacional e internacional.  

NO TALLERES PARA COMPRENDER EL PROCESO DE PAZ

11 y 12 de abril de 2016

Armenia

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Por invitación del Diplomado en Construcción de paz de la Universidad del Quindío Rodeemos el Diálogo (ReD) realizó una serie de no-talleres para los participantes en este diplomado. Como el grupo total es de 100 alumnos, la Universidad dio la oportunidad a los 50 primeros que se inscribieron y se conformaron dos grupos de 25 personas, con cada uno de los cuales trabajamos durante cuatro sesiones de 90 minutos cada una.

La Universidad y Sueje (Sistema Universitario del Eje Cafetero) costearon el transporte, alojamiento y alimentación y ReD aportó el trabajo de los dos días. Se desarrolló el formato que empleamos en el Colegio Anglo Colombiano en febrero de 2016; 4 sesiones de 1 hora y media.

Se trabajó con un doble propósito: además de ofrecer la experiencia pedagógica sobre el proceso de paz, que se busca con esta propuesta horizontal y afectiva, se enfocó también en dar elementos metodológicos a los participantes, ya que el interés y la propuesta de la universidad es que se conviertan en multiplicadores.

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Participantes

Asistieron personas de Armenia y de varios municipios vecinos; dentro del grupo hubo profesionales en ciencias sociales dedicados a la docencia, comunicadores, estudiantes de Trabajo Social, líderes comunitarios, funcionarios de municipios, líderes campesinos y cuatro estudiantes de colegio de un barrio socialmente desfavorecido, invitados por la Alcaldía.

Impresiones

Posiblemente por ser personas que cursan el Diplomado en Construcción de Paz, muestran en general, y sin que falten las dudas e incertidumbres, una expectativa positiva frente al proceso de paz. A la vez, en el grupo encontramos personas que manifestaban pensamientos completamente opuestos frente a la guerrilla: desde quien sentía rabia y dolor por haber su padre sido una víctima directa, hasta quienes mostraron simpatía con la ideologia de las FARC. Frente a los medios de comunicación hay clara y fuerte desconfianza.

La presentación de los equipos negociadores despertó interés y llevó a un reconocimiento mayor de los negociadores y su compromiso con la paz. Sobre los hitos del proceso manifestaron que aunque creían estar bastante enterados, la realización de una línea del tiempo les había llenado vacíos y dado mucha claridad, además de mostrarles que desconocían más de lo que imaginaban. El ejercicio de cierre sobre la reconciliación nos dejó ver reales manifestaciones de compromiso con acciones concretas en lo personal para contribuir a la paz.

En general luego de los dos días pudimos observar un cambio en los grupos hacia una mayor actitud de escucha y de disponibilidad a dialogar en medio de las diferencias.

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Reflexiones Finales

La experiencia con personas de una región diferente nos acercó a otras formas de ver el país, ya que han vivido o conocido el conflicto desde otros ángulos. Este acercamiento es muy valioso para ReD pues amplía nuestro conocimiento y comprensión de la población de Colombia.

A través de los mensajes que solicitamos escribir al momento del cierre encontramos un impacto muy positivo y un gran agradecimiento por nuestra labor. Como en ocasiones anteriores, se manifestó que reconocieron en ReD una actitud balanceada que permitió ventilar las diferentes posiciones y tendencias.

Quedó la propuesta de conformar equipos para continuar con la labor de pedagogía y ReD ofreció el acompañamiento necesario para quienes decidan hacerlo. Esperamos hacer realidad el sueño de los participantes de hacer pedagogía de un proceso de paz que nos pertenece a todos y está cambiando la forma en que nos relacionamos entre muchos sectores de Colombianos.

Experiencias comparadas de pedagogía de paz

Desayuno de Paz No. 32

Invitada: Alicia Cabezudo, Vicepresidenta del International Peace Bureau

Tema: Experiencias comparadas de pedagogía de paz

19 de septiembre de 2015.

 

En esta ocasión nos acompañó la pedagoga Argentino-Italiana, experta en pedagogía en construcción de paz, Alicia Cabezudo,  quien nos habló desde su visión como experta, y de su experiencia desde cuando  se empezó a hablar de estos temas en la época de la  dictadura en su país, Argentina. El concepto de pedagogía para la paz, que en principio fue entendido como educación para la democracia y defensa de los derechos humanos. Se tornó área de conocimiento desde los años 70, cuando  en Latinoamérica estaba el auge de las dictaduras militares – Perú, Argentina, Uruguay- que creó un escenario en el que se tenía que defender la democracia, y los jóvenes se reunían: obreros y estudiantes,  en el campo y  las ciudades,  con la necesidad de construir nuevas realidades, a partir de la historia, de sus  memorias.

La  pedagogía para la paz debe ser consciente de la realidad en que se vive y del entorno histórico. Requiere también encontrarse, no solo con los que piensan igual; resalta la importancia del diálogo, del que hablaba Paulo Freire. Toda construcción de paz, debe implicar la construcción de democracia y ciudadanía y la defensa de los derechos humanos; de lo contrario, Alicia considera,  sería un “cascarón vacío”

Al principio se hablaba de educación para los derechos humanos, y educación para la democracia, pero no estaban conectados estos campos. En los años 80 y 90, sobreviene en Latinoamérica  la oleada de las democracias y se estructura la idea de ciudadanía;  las guerras que habían existido, bajo la forma de dictaduras, caen. No así  en Colombia  donde se ha dado un conflicto armado. En ese momento se crean  diseños curriculares para hacer pedagogía de los derechos humanos y la democracia y se instauran en Argentina dentro de la educación formal.

Hay tres tipos de educación:  El primero es el formal, que se refiere a la educación dictada en las instituciones escolares (colegios y universidades), que necesariamente está vinculada al Gobierno;  es el brazo político del  Gobierno de turno. El segundo hace referencia a la educación no formal, que se puede dar en cualquier ámbito,  no tiene un programa establecido por la autoridad política, y   es también conscientemente  un proyecto pedagógico; es mucho más flexible en cuanto a quién va dirigida, el lugar y el tiempo en el que se ofrece, es de lejos mucho más creativa e ingeniosa y puede ser más importante  que la educación formal. Por último, está la informal, en la cual el ciudadano recibe ciertos mensajes o ideas sin que él pueda controlarlo, como  es la información recibida día a día en la prensa, la publicidad, la familia, sin que a veces seamos conscientes de ella,  y es muy poderosa.  Ninguna de las tres formas de educación se debe subestimar.

Durante la época del auge de las democracias, el error fue centrar la educación para la paz sólo en lo formal, mientras que durante las dictaduras había prevalecido  la educación no formal, y se habían logrado muchas cosas buenas, pues esta contenía mayor  potencia y  alcance ya que sumaba  a todos los actores.

De la discusión quedaron ciertos consensos: la pedagogía para la paz puede ser dictada por cualquiera, ya que lo determinante  es la sensibilidad a cuestiones sociales y a la realidad,  y el contacto con los demás. Sin embargo, para obtener un buen resultado, se debe operar en los tres niveles, y asimismo evaluarlos para conocer su impacto y mejorar en su implementación. Por ello, en la educación formal se necesita el compromiso del Gobierno actual. La educación para la paz debe abordar conceptos como violencia, guerra, paz, conflicto, entre otros.

A lo largo de la discusión se resaltó la importancia de la educación no formal. Se aclaró sin embargo, que el hecho de que la educación formal haga parte del proyecto político vigente no implica que no pueda generar cambio, ya que tiene siempre dos aspectos: como reproductora del sistema, al establecer los conocimientos y principios morales y éticos que se quiere inculcar en la sociedad y como transformadora, cuando enfatiza el juicio crítico, la escucha, la comunicación y la lectura; este último es  el que debe prevalecer en las democracias, y dependerá de cada  gobierno determinar a cuál  darle mayor peso. Por ello, el papel de los educadores es muy importante. A este respecto Alicia menciona la valiosa labor que vienen haciendo Bolivia, Uruguay y Argentina.

Al pedirle su concepto sobre la Cátedra de la Paz, la propuesta actual para el país en la educación formal, comenta que no la conoce a fondo pero ha oído que se le han hecho muchas críticas. Sin embargo, hay mucho por hacer por otros medios como el no formal y el informal. Manifiesta que es muy importante hacer más entre todos, para explicar lo que se está ocurriendo el proceso de paz. Es necesario que el proceso de pedagogía sea sistemático, y tenga continuidad, y  llegue también a los sectores que están en contra. Considera que en Colombia, no existe apatía, más bien  oposición, y  los colombianos no se han  dado cuenta de la gran importancia que tiene el proceso de paz, independientemente del resultado. El colombiano “de la calle” no valora lo que sucede,  dice que “se está entregando el país a las FARC”;  en comparación, menciona Alicia los casos de la terminación del conflicto en  Irlanda, y de España, con la ETA, en donde no se habló de que se estaba entregando el país por haber hecho una negociación. Por ello, la importancia de la pedagogía que se está proponiendo hacer en diversos escenarios, entre los que se encuentra Rodeemos el Diálogo.

Finalmente puntualiza algunos elementos centrales para que la pedagogía sea efectiva: (1) Diagnóstico o reflexión sobre lo existente. (2) Definición de las estrategias para “deconstruir” la apatía.  (3) Objetivos: definir lo que queremos construir, los elementos, los actores. (4) Elaborar el proyecto pedagógico. (5) Evaluar los resultados y el proceso.

El sentimiento final fue reconocer el papel determinante que tiene la ciudadanía y la necesidad de que cada uno de nosotros haga lo que esté a su alcance para contribuir con acciones pedagógicas a la construcción de paz.

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Pedagogía de la Paz, más allá de Santos

Tomado de Semana, 20 junio 2014.

Por Juan Diego Restrepo E.

OPINIÓN Un día después de ser reelegido, el presidente Juan Manuel Santos habló del tema y aseguró que es importante explicar detalles de las conversaciones de paz con la guerrilla de las Farc. ¿Es suficiente?

“Imagínese lo que pasa: Santos llevó a La Habana a unos guerrilleros a vivir en los mejores hoteles”, le dijo un comensal nacional a un extranjero en un restaurante en Bogotá el día de elecciones en desarrollo de una conversación que giraba alrededor del tema electoral y de por qué había que votar por el candidato del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga.

Así, de boca en boca, se transmiten las impresiones sobre el proceso de paz que adelanta el gobierno nacional con la guerrilla de las Farc en la isla caribeña. En esa cadena de conversaciones lo que muchas veces queda claro es la mala información que posee el ciudadano del común para referirse a uno de los asuntos de mayor trascendencia en la agenda del país durante los últimos años.

¿Qué tipo de información habrá recibido el comensal para afirmar que los negociadores de las Farc están en los mejores hoteles de La Habana? ¿Cómo se está enterando del proceso de paz con la organización guerrillera? ¿Está recibiendo los datos correctos? No cabe duda que parte del éxito del proceso de paz radica en saberlo comunicar y en eso el gobierno de Juan Manuel Santos y los subversivos han perdido más de dos años.

Un día después de ser reelegido, el mandatario colombiano aseveró a diversos medios de prensa que “uno de los objetivos de mi gobierno a partir de este momento es hacer mucha más pedagogía sobre la paz, sobre los beneficios de la paz”. A las Farc no se les escucha hablar del tema y, a mi juicio, también tiene que contribuir en este asunto.

Habrá que observar cómo el presidente Santos adopta estrategias eficaces para concretar su propósito, el cual, insisto, se debió promover desde el inicio de los diálogos en Oslo, Noruega, y no más de dos años después, cuando han hecho más efecto entre amplios sectores ciudadanos los trinos de la derecha recalcitrante a favor de la continuidad de la guerra que la búsqueda de la salida negociada, así se hayan ganado las elecciones.

En el preámbulo del Acta de Constitución de la Unesco, aprobada en Londres el 16 de noviembre de 1945, se lee que “puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”. Por tal razón, cualquier iniciativa pedagógica gubernamental debe arrancar de ese presupuesto.

¿Pero cuál serían, digamos, los puntos esenciales de esa cartilla que debe seguirse para instruir de una mejor manera a los colombianos en el proceso de paz con las Farc, y en poco tiempo con el Eln? Ofrezco algunos puntos que considero pertinentes en la adopción y puesta en marcha de esa pedagogía de la que habla el Presidente de la República, con el ánimo de generar un proyecto de construcción colectiva.

Lo primero es explicar por qué se está negociando con la guerrilla. Son millones de colombianos lo que creen que se debe al sometimiento del gobierno nacional a los intereses de la insurgencia y. más allá de eso, a los intereses de la izquierda internacional, representados hoy en América Latina por el gobierno de Venezuela. Nada más erróneo, sin embargo, ciudadanos del común así lo expresan y lo reproducen en sus charlas cotidianas, lo que va generando cadenas de desinformación nocivas para el proceso.

Lo segundo a explicar es la agenda acordada entre el gobierno y las Farc, y la que se vaya a desarrollar con el Eln así como sus alcances. Si bien es clara y desde el principio se ha dicho que no se discutirá nada por fuera de ella, ha hecho carrera la idea que en La Habana se están discutiendo otros temas que pondrían en riesgo la estabilidad económica del país, al punto que se considera que se instauraría “el comunismo”, un asunto ya superado en el mundo y dadas las actuales condiciones, prácticamente inviable, pero la gente así lo cree, y poco se ha hecho por modificar esa idea.

Lo tercero a explicar es que los acuerdos que se logren con la insurgencia obviamente introducirán algunos cambios al diseño que país que hoy tenemos plasmado en la Constitución Política de 1991. Es claro que una vez se firme el fin del conflicto con las Farc y el Eln, el documento contendrá unas tareas que si bien estarán en cabeza del gobierno nacional, comprometerá a todas las ramas del poder público y tendrá sus efectos en todos los sectores sociales, económicos y políticos. Un acuerdo bien logrado podrá hacer de Colombia un mejor país.

En la estrategia pedagógica que se diseñe es clave superar los titulares de prensa y no pensar que con ruedas de prensa, entrevistas y declaraciones fragmentadas, se explica un proceso de paz con las guerrillas, nutrido de matices ideológicos y con grandes afectaciones en los últimos 50 años. Tampoco se logra solamente con comerciales, así sean muy bien producidos. No puede olvidarse que los detractores de las conversaciones de paz también diseñarán sus propios mecanismos de difusión para distorsionar sus alcances y evitar su concreción. La oposición no duerme, menos cuando ha sido derrotada en las urnas.

Los mecanismos pedagógicos que tendrá que diseñar el gobierno nacional, y en los que se deben involucrar necesariamente las guerrillas, tienen que ser más directos y se deben aplicar casi que persona a persona, en las escuelas, los colegios, las universidades, las empresas, los centros comunitarios, las iglesias, el espacio público. Se debe actuar localmente, para lograr mayores efectos. En la complementariedad de las actuaciones, estará el éxito de las estrategias.

Gran parte de la población colombiana ha padecido la guerra insurgente, por tanto tiene en su mente las secuelas que genera tanta belicosidad y eso no se modifica con un comercial en televisión, por muy bien producido que haya sido, ni con un discurso, por muy emotivo que sea. La pedagogía de la paz es más que eso, es más que la voluntad de un presidente reelecto.

Insisto, ya se perdieron más de dos años y se dejaron crecer falsos imaginarios que juegan en contra del proceso de paz. No se puede seguir en ese error por más tiempo.

Educación en Memoria Histórica

Educación en memoria histórica para las Fuerzas Militares

Viernes, 31 de Mayo de 2013 17:18

 Tomado de http://www.centrodememoriahistorica.gov.co

Educación en memoria histórica para las Fuerzas Militares

De izquierda a derecha: Gózalo Sánchez, Director General del CNMH; María Emma Wills, asesora de dirección general y Mayor General Javier Fernández Leal.

En Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) firmó esta semana un convenio interadministrativo con la Escuela Superior de Guerra de Colombia (Esdegue) que consiste en prestar, por parte del CNMH, acompañamiento y asesorías académicas en el tema de reconstrucción de memoria histórica para los estudios de maestría y especialización que ofrece la Esdegue. El objetivo concreto es consolidar un módulo sobre este tema en el pensum de los programas educativos.

Con la firma de este convenio, ambas instituciones empiezan un acercamiento con el que buscan desarrollar proyectos conjuntos en áreas de investigación, actividades de extensión académica, publicaciones, intercambio de artículos y apoyo en espacios académicos.

El pasado martes 28 de mayo, en un evento protocolario, se dieron cita funcionarios de ambas instituciones en la Esdegue y representados por sus directores generales: Gonzalo Sánchez Gómez del CNMH y el Mayor General Javier Fernández Leal de la Esdegue, firmaron oficialmente el convenio.

Sánchez Gómez en su intervención, resaltó que la firma de este acuerdo es un paso importante para que el CMNH encuentre un nuevo cooperante en su búsqueda de la verdad que la sociedad colombiana necesita en aras de superar el conflicto armado. También hizo un apunte sobre el valor común que tienen las Fuerzas Armadas y el CNMH: “Ambas, por misión y mandato, estamos unidas en el trabajo por encontrar la verdad y la justicia, dos valores que deben ir de la mano, aunque no siempre se cumpla en el contexto del conflicto”.

Por su parte, Fernández Leal, manifestó el interés que tiene la Esdegue en promover estos conciertos con instituciones de todo el País: “Queremos formar líderes integrales no sólo en temas académicos, también en conocimiento y cercanía con las diferentes regiones de Colombia. Con este ya son 45 convenios que hemos firmado con universidades e instituciones que nutren el desarrollo de nuestra escuela”, apuntó.

La Esdegue ofrece un programa de especialización en Comando y Estado Mayor y dos programas de maestría: la primera en Derechos humanos y Derecho Internacional de los Conflictos Armados y la segunda en Seguridad y Defensa Nacionales. Su principal misión es la de capacitar a los altos oficiales de las Fuerzas Militares de Colombia.

En una sociedad que se vislumbra hacia un estado de postconflicto, resulta de suma importancia que se desarrollen nuevas perspectivas educativas para los hombres y mujeres que trabajan dentro de las Fuerzas Armadas, como el estudio de la memoria histórica y sus anhelos de reconciliación y pacificación.