Desayuno de Paz No. 10 de 2017

 Invitados: Jorge Tovar y Mónica Valdez

Tema: El proceso de paz con el ELN y el trabajo de la RedProdepaz

1 de abril

Iniciando el desayuno, Jorge Tovar nos habla de sus orígenes en Caparrapí, Cundinamarca, de sus breves años como sacerdote católico ordenado en 2004 y de su trabajo con la Pastoral Social y su pasión por la comunicación comunitaria; completó su formación en Alemania en educación para la paz, y resolución y transformación de conflictos. Dirige hace dos años la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz.

Jorge Tovar1

El proceso de paz con el ELN

Jorge comienza diciendo que la paz que necesita el país es principalmente la paz territorial, la que se implementaría directamente con las comunidades. Se refiere al concepto de “vida querida, paz territorial” propuesto por el padre Francisco de Roux desde cuando surgieron los primeros Programas de Desarrollo y Paz (PDP) en el Magdalena Medio. Se declara optimista respecto a la negociación con el ELN, aunque reconoce que es más compleja. Parte de la complejidad está en entender que sólo hay un 10% del grupo en armas y por lo tanto en la ilegalidad. Destaca que hay que establecer el diálogo con el otro 90%, que representa su estructura socio-política, no armada. Es crucial que el Gobierno comprenda esa realidad. Juan Camilo Restrepo, el jefe de la delegación del Gobierno en estas negociaciones, se conversado con la Mesa Social y al Congreso de los Pueblos gracias al apoyo de la Redprodepaz, que forman parte de los grupos no armados afines al ELN; afirma nuestro invitado que Restrepo sabe escuchar y es conciliador, lo cual es una ventaja para la negociación.

Otro elemento esencial en esta negociación es el énfasis en la participación amplia de la sociedad. El Gobierno pidió a RedProdepaz diseñar una propuesta para un mecanismo de participación; sin embargo, esta entidad consideró que no era conveniente hacer una propuesta que se identificará como “el modelo de participación del Gobierno”, ya que le podría restar aceptación entre la sociedad civil. Como alternativa, la RedProdepaz se ha propuesto realizar una serie amplia de consultas con diversos sectores – líderes empresariales, grupos de oposición, plataformas sociales, (como Viva la Ciudadanía, Paz Completa, Redunipaz, Cinep, Rodeemos e Diálogo), otras personas influyentes — para crear confianza y obtener ideas de cómo definir esa participación, y así diseñar una red efectiva cuyas propuestas puedan llegar a Quito. A esto se ha llamado la fase cero del proceso, o fase de ambientación.

El ELN como organización

El ELN no es sólo una guerrilla: es una organización grande, compleja, sin estructura jerárquica, con un comando central (COCE) y una estructura sociopolítica. Internamente se respetan las diferencias de ideas y posiciones frente a temas críticos como el secuestro y la minería, entre otros. Un ejemplo: hay comandos que no quieren ir a Quito a negociar, y eso se respeta dentro del movimiento.

Dada esta complejidad y falta de estructura jerárquica, ¿cómo enfrentar las diferencias ideológicas internas, y cómo saber que como organización tienen real voluntad de negociar? Jorge responde a estos interrogantes señalando que hay que garantizar unos mínimos y encontrar puntos de encuentro al interior del ELN.

En cuanto al avance de la negociación, hay que encontrar y asegurar esos mínimos, lograr pequeños acuerdos, aunque no haya acuerdo general. La llamada fase cero debe ser una fase de construcción de confianza, de pequeños logros y en su concepto, debería realizarse en territorios aquí en Colombia, no en el exterior. Se debe ir avanzando en la negociación con ese 10% del grupo, y a la par en un diálogo que no sería de 500 personas en un foro — donde se corre el riesgo de caer en lo que él denomina la “participadera”, diferente de la participación en donde las personas se escuchan unas a otras y se benefician de estos intercambios –, sino en muchos espacios o foros pequeños que sean incluyentes (sugiere espacios como el que ha creado Rodeemos el Diálogo), hablando con las grandes compañías, las multinacionales y con personas y grupos con posturas políticas diversas.

Acerca de los aprendizajes de los diálogos con las FARC que se pueden aplicar a este proceso, Jorge señala que lo más importante es lo que no se debe hacer. Por ejemplo, el diálogo no debería desarrollarse en Quito: tiene que darse con la sociedad civil. Una diferencia notoria respecto de las FARC consiste en que al ELN no le interesa llegar al poder, sino consolidar el “poder del pueblo”, y generar transformaciones desde lo local. A diferencia de los objetivos de las FARC en la Habana, que querían culminar en acuerdos, el ELN no tiene afán: lo que busca es generar “las transformaciones para la paz”. El cumplimiento de lo pactado con las FARC también es un factor clave para esta confianza. El Gobierno, por su parte, necesita entender que este proceso de paz no se trata de un acuerdo bilateral sino de un diálogo social, desde la sociedad civil. En últimas, el objetivo general del ELN es cambiar la sociedad sin llegar a las altas esferas del poder.

Jorge Tovar2

La Red Prodepaz

Mónica Valdez nos explica que esta red, a través de los PDP (Programas de Desarrollo y Paz), busca activar el capital social que tiene el territorio, defender la vida, salvar a grupos sociales del estigma que se les ha creado de ser guerrilleros o paramilitares. Se trata de generar desarrollo sin darle la espalda a los pobladores. En total hay 27 PDP, agrupados en 7 nodos: Magdalena, Magdalena Medio, Caribe, llanos, Vichada, Chocó y zona andina. Participan también en estos programas entidades de apoyo como: universidades, el sector empresarial y fundaciones.

Reflexiones finales

Para que haya “paz completa”, hay que negociar en conjunto, una 
negociación desde la sociedad civil para generar puentes entre lo 
rural ylo urbano, con corresponsabilidad. Hay que responsabilizar a 
los jóvenes para que haya oportunidades de intercambio de ideas, pues
como sociedad no hemos aprendido lo que es negociar. También hay 
necesidad de afianzar la cultura de la legalidad en el país.

La pregunta para todos, y con la que se concluye este desayuno, es: ¿Qué vamos a aportar como ciudadanos a la construcción de paz en el país?