Desayuno de Paz No. 36 de 2016

Invitado: Francisco Barbosa (Profesor Universidad Externado de Colombia)

Tema: Salidas Jurídicas para Destrabar el Proceso de Paz

22 de octubre

Francisco Barbosa, abogado, historiador y profesor de la Universidad Externado de Colombia, participó en la elaboración de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el marco del Acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc. El desayuno comenzó con una discusión sobre las implicaciones jurídicas del acuerdo ante el resultado del plebiscito del 2 de octubre y la expresión de las inquietudes e interrogantes de los asistentes ante tal resultado.

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¿Y ahora qué?

Francisco afirmó que la ciudadanía debe trascender el Sí y el No del plebiscito: aunque fue un escenario inesperado, no caben ni el festejo ni la tristeza; el debate debe seguir y se debe buscar un acuerdo político que se ajuste a los intereses de la mayoría. Explica que lo que pasó el 2 de octubre fue un mandato de corrección, es decir que el acuerdo de paz no fue derogado por el pueblo, sino que se pidió que se mejorara.

El presidente, así, está jurídicamente impedido para implementar el acuerdo en este momento. Sin embargo, Francisco llama la atención sobre la decisión del presidente de someter a consulta los derechos fundamentales como la paz. Según Luigi Ferrajoli, la democracia no puede poner en juego los derechos fundamentales.

Frente a las reacciones sobre el plebiscito, Barbosa cita a Alfredo Molano, quien afirmó que “el 9 de abril no se ha cerrado”. El clima de zozobra nacional tiene que ver con el mito que hemos construido alrededor de un Estado que históricamente ha funcionado pero la realiodad es que la democracia colombiana está fraccionada. Sin embargo, frente a esta situación, Francisco afirma que “el plebiscito no tocó el acuerdo, hay que ir al Congreso y reglamentarlo. El acuerdo está vivo”. Destaca, no obstante, que los voceros del No no estaban preparados para ganar, y de haber ganado el Sí se hubiera dado otra realidad: las marchas ciudadanas hubieran sido para no implementar el acuerdo.

Así las cosas, en este momento se puede llevar a cabo una nueva refrendación popular del nuevo acuerdo; o, por otro lado, el nuevo acuerdo se puede refrendar en el Congreso. No obstante, a raíz del rechazo del acuerdo en el plebiscito, tanto las facultades extraordinarias para el presidente como el procedimiento legislativo especial – fast-track-, que decretaba el Acto Legislativo 01 de 2016, quedaron inhabilitados. Es por ello que es importante generar un acuerdo político con los voceros del No, pues las opciones que se tienen requieren un gran respaldo nacional.

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Salidas jurídicas para el nuevo acuerdo

Francisco sostiene que hay nuevas salidas jurídicas para que el nuevo acuerdo se pueda implementar. Por un lado, la Corte Constitucional puede derogar el Acto Legislativo para la Paz; por otro, los cabildos abiertos se posicionan como un mecanismo de refrendación popular del nuevo acuerdo.

Barbosa afirma que, en primer lugar, el acuerdo político se va a dar, aunque no le va a gustar al uribismo ni a los demás promotores del No. Segundo, asegura que el planteamiento del presidente sobre la necesidad de refrendar el nuevo acuerdo es peligroso porque la gente no tiene claro qué es lo que está pasando. Y tercero, la propuesta de los cabildos abiertos es positiva siempre y cuando este mecanismo sea combinado con otros.

En caso de que la Corte Constitucional se pronuncie frente al tema y exija la refrendación popular para que el Acto Legislativo entre en vigencia, se pueden dar dos escenarios una vez el acuerdo se modifique y se llegue a un acuerdo político:

  • Cabildos abiertos: una salida jurídica que propone una votación masiva nacional. En caso de funcionar bien, se tomaría poco tiempo para llevarlos a cabo. Sin embargo, utilizar un mecanismo local para votar por un asunto de interés nacional podría generar un efecto de fragmentación regional que supondría una problemática para el país. Podría surgir regiones y/o departamentos buscando su independencia frente al apoyo o al rechazo a la implementación de los acuerdos.
  • Combinación de vías: esta es la propuesta preferida por Francisco para implementar el nuevo acuerdo: a) Un acuerdo humanitario especial con carácter internacional (según el Art. 3 común de los protocolos del DIH); b) que el acuerdo se incorpore a la Constitución a través del Congreso; y c) cabildos abiertos. Al final, con las Farc ya reintegradas, Francisco asegura que se podría hacer una consulta popular sobre los temas operativos.

La posibilidad de una asamblea constituyente

En palabras de Francisco, la constituyente no resuelve el problema y, más bien, podría empeorarlo, pues presenta graves riesgos. Hay que entender esto como un problema histórico, sobre la confrontación de dos tipos de país, y no como un problema entre dos políticos. Por ello, es fundamental abrir el país a nuevas vocerías para la instauración de una nueva sociedad.

La constituyente, en su criterio, vendrá en unos años, cuando la paz esté consolidada y las Farc estén fuera de la ilegalidad. Por ahora, hay que dejar ver hechos de paz, buscar fórmulas rápidamente, ya que lo único cierto en Colombia es la incertidumbre.

Con referencia a las marchas ciudadanas, Francisco considera que estas sí ejercen presión sobre los políticos; la presión popular se debe mantener para que el Congreso opere, ya que si no se toma una decisión rápida, se pone en riesgo el acuerdo.

Para terminar, afirma Barbosa que es necesario cerrar esta etapa para poder implementar el acuerdo. La política está demasiado alejada de la realidad colombiana. De ahí que la división se mantenga por un tiempo hasta que los hechos de paz vayan cambiando la percepción colectiva.