Desayuno de Paz No. 8 de 2017

Invitada:  Kat Johnson (Embajada de Reino Unido en Colombia)

Tema: Contribución del Reino Unido a la Construcción de Paz en Colombia

11 de marzo

Kat Johnson, Secretaria Política de la Embajada del Reino Unido en Colombia desde 2014, quien en pocos días culminará su misión de tres años a cargo de los temas de política interna, seguridad y derechos humanos, comenzó hablándonos de la larga historia compartida entre el Reino Unido y Colombia, que data de hace más de 200 años, y cómo en los últimos 30 la relación bilateral ha estado enfocada en seguridad, táctica militar, y lucha contra la corrupción. La ayuda británica se ha enfocado en el apoyo político y diplomático en respuesta a lo que nuestro gobierno le demande.

Colombian President state visit - Day Two

(Crédito foto http://www.newsandstar.co.uk/news/national/article/UK-and-Colombia-working-on-oil-and-gas-partnership-f56e3b38-1029-4143-a738-4f4300cc6a1b-ds)

El Reino Unido y el cambio político en Colombia

Hoy en día las relaciones entre los dos países son estrechas. Así, ha venido compartiendo la experiencia del proceso de paz de Irlanda del Norte pese a que la naturaleza y el contexto del conflicto fueran distintos, pues éste estuvo cruzado por cuestiones de religión e independencia política. No obstante, la experiencia de un grupo armado que hace la transición hacia un partido político (del Ejército Republicano Irlandés –IRA por su sigla en inglés– al Sinn Féin), deja muchas lecciones en materia de justicia transicional, desmovilización y reconstrucción del tejido social, todas útiles para lo que Colombia podría hacer mejor, o al menos evitar hacer. 

El Reino Unido en La Habana

Luego de conocer sobre los diálogos secretos con las FARC, algunas ONG acompañaron a miembros del Parlamento de Irlanda del Norte a la Habana; y ahora se espera acompañar algunos miembros del proceso de paz en Colombia a Irlanda del Norte, y así ampliar el ámbito de la cooperación entre los dos países.

En 2015, el Gobierno de Colombia buscó apoyo político y diplomático del Reino Unido, reconociendo su importancia en las Naciones Unidas (ONU). Es así como el rol del Reino Unido, como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, fue fundamental para impulsar discretamente la Resolución 2261 del 25 de enero de 2016 que “reconociendo la responsabilidad de Colombia en la aplicación del Acuerdo Final de Paz”, estableció “una misión política que participará en el proceso por un período de 12 meses, como componente internacional y coordinadora del mencionado mecanismo tripartito (la Misión), y que estará encabezada por un representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas” (se adjunta la Resolución).

Del Brexit al Triunfo del NO.

Fue oportuno hacer el paralelo entre dos procesos muy complejos: el llamado “Brexit”, es decir, la consulta en Reino Unido frente a la pertenencia a la Unión Europea; y el Plebiscito de aprobación de los Acuerdos de La Habana, en Colombia. En ambos casos, como lo dijo el presidente Santos, “la democracia habló”, y es así como en los dos países se siguió la decisión de una mayoría que, aunque por mínima ventaja, provocó un “revolcón” del que aún estamos viendo sus efectos. Tanto para el Reino Unido como para la mayoría de la comunidad internacional, los resultados del plebiscito de octubre pasado en Colombia constituyeron una sorpresa. Pero la reacción del presidente Santos, tanto al mantener las negociaciones con las FARC, como al hablar con la oposición, fueron objeto de profunda admiración internacional.

Participación del Reino Unido, en clave de implementación de los Acuerdos

Además del apoyo financiero, que en 2016 sumó 10.5 millones de libras esterlinas, Colombia hace parte de los 42 países prioritarios para el gobierno británico en el Fondo “Conflicto, seguridad y estabilidad”.

El Reino Unido también participa, con voz pero sin voto, en el Fondo Fiduciario de la Unión Europea, cuyo objetivo es aportar a la reforma rural necesaria para implementar el Acuerdo de Paz, con 1.5 millones de euros; y en el Fondo Fiduciario Multidonante de Naciones Unidas, con voz y voto, para apoyar el Plan de Respuesta Rápida bajo el liderazgo de la Alta Consejería Presidencial para el Posconflicto, con 4.5 millones de libras esterlinas. Adicionalmente, el Reino Unido fue uno de los mayores donantes en 2016 de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA), además de que ha respaldado tareas de desminado humanitario.

En 2017, los ejes estratégicos de la ayuda británica en Colombia son construcción y acceso a la justicia, y construcción de paz y seguridad en el territorio, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU sigue siendo un escenario estratégico para la cooperación política y diplomática.

Embajada y empresa privada

Si bien el comercio entre Reino Unido y Colombia es de menos del 1%, y la inversión está relacionada con más de 150 empresas británicas en Colombia y cinco empresas colombianas en el Reino Unido, la Embajada ha contribuido a la formulación del “Plan de Empresas y Derechos Humanos”, aún por implementar, a través del diálogo tanto con las empresas como con las comunidades que las alojan. Así, por un lado, la Embajada impulsa mayores niveles de inversión; y por otro lado, exige estándares cada vez más altos a las empresas británicas, en materia de derechos humanos.

Retos hacia adelante

Independientemente de los resultados electorales en Colombia en el 2018, la apuesta del Reino Unido es seguir apoyando el proceso de paz, a través de sus políticas de largo plazo, que en su país van más allá de los cambios políticos de coyuntura.

La situación de derechos humanos y líderes sociales en Colombia es muy preocupante para el Reino Unido. Es importante trabajar conjuntamente con los equipos de Derechos Humanos tanto de Naciones Unidas como de la Unión Europea. Asimismo, se debe mantener la iniciativa “Embajadores con Defensores”, a través de la cual se lucha contra la impunidad. El trabajo de la embajada en diferentes zonas humanitarias en Colombia le ha permitido identificar grupos que, fortalecidos por sus nexos con el narcotráfico, tienen bajo su control territorios sin Estado, en una tendencia que empeora progresivamente.

Respecto a la política anti-drogas, la Embajada trabaja con el Ministerio de Justicia por una política común que, si bien, está bajo la línea de la prohibición, busca basarse en enfoques de derechos humanos y salud pública, contribuyendo así a disminuir el hacinamiento en las cárceles, como uno de sus efectos. Así, el Reino Unido se alinea con la posición expresada por el presidente Santos, en la que defiende una solución global que no sólo castigue a los países productores, sino que comprometa también a los consumidores.

Se reconoce una difícil y restringida situación del ejercicio periodístico en medio del conflicto armado, por eso los participantes solicitan que, además de financiar a la FLIP, la cooperación internacional promueva nuevas narrativas desde los territorios, dar visibilidad a los medios locales indígenas y comunitarios, y acompañar las condiciones complejas de seguridad que restringen aún hoy los relatos del recuerdo y la memoria histórica, más necesarios que nunca en el escenario posacuerdo.

Reflexión final

En este desayuno hemos comprobado el compromiso del Reino Unido con el proceso de paz en Colombia. Nos inspira el entuciasmo de la comunidad internacional y nos alivia saber que multiples esfuerzos nos acompañan en la transición de la guerra a la paz. Ojalá más colombianos se motiven a trabajar por la construcción de paz.