Conmigo no cuenten para replicar el mensaje del odio

Enero 21 de 2018

Por: Lucía Moncada

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(Fuente: https://www.softonic.com/articulos/whatsapp-mix-novedades-android-soc)

Conmigo no cuenten para quedarme en el pasado y para vivir la vergüenza nacional e internacional de querer seguir en guerra civil, la peor de las guerras. No cuenten para replicar el discurso de odio.

Me llegan casi a diario –y a veces por equivocación del remitente porque cuando replico, la disculpa es: “perdón, era para otro chat”– mentiras horribles sobre personas públicas amigas del Acuerdo de Paz. Las mandan personas de mis afectos, envenenadas por el discurso de odio que ha calado tanto entre tantos compatriotas.

Es aterrador lo que son capaces de inventar en esos mensajes que reciben y reenvían miles de personas a otros tantos miles. Como si destruir la honra no fuera una falta gravísima. Como si no hubiéramos vivido horrores propiciados por varios sectores, entre ellos de nuestros mismos gobiernos. Como si muchos de nuestros actuales precandidatos presidenciales no hubieran convivido –ni convivieran aún–, admitido en sus partidos –ni admitieran aún–, y cohonestado –ni cohonestaran aún– con crímenes espeluznantes cometidos por los que los apoyan, los alaban y les consiguen votos pagados con puestos y mermeladas.

Ya es hora de que maduremos, de que salgamos mejorados como seres humanos después de haber padecido tanto dolor y tanta ignominia. No más discursos de odio, no más réplicas de mentiras.

No se habría hecho la paz en ningún país, si todos los días salieran testimonios verídicos de los horrores cometidos, por ejemplo, contra los africanos traídos encadenados y en las peores condiciones para trabajarles a los blancos durante la esclavitud. No se habría perdonado a los ingleses por los atropellos contra los habitantes de los territorios que invadieron y expoliaron, así como lo hicieron franceses, belgas, alemanes, etc. No se habría hecho la paz en Sudáfrica, si durante el proceso Mandela y sus seguidores hubieran bombardeado por periódicos, televisión, correos a las casas, con lo que de verdad sucedió durante el apartheid, sin necesidad de noticias falsas.

Seamos mejores. Este es un momento histórico para dejar atrás la convivencia con las mafias de todas las procedencias. Para recibir y mantener con vida a los que se están reincorporando. Son colombianos como todos, que han vivido circunstancias inimaginables, que también han sido víctimas de las muchas formas de violencia que sabemos que atraviesan nuestra historia.

Conmigo no cuenten para quedarme en el pasado y para vivir la vergüenza nacional e internacional de querer seguir en guerra civil, la peor de las guerras. No cuenten para replicar el discurso de odio. Nos merecemos ser ejemplo para el mundo entero de reconciliación, de un presente mejor y de esperanza para la raza humana.