La reincorporación de las FARC: el panorama para 2020

Snapshot de Reincorporación #2

El Acuerdo Final de Paz firmado en 2016 puso en marcha la dejación de armas de las FARC -EP y su proceso de reincorporación política, social y económica. Como lo establece el Capítulo 3 del acuerdo, estos procesos buscan pasar la página del conflicto y hacer que las FARC-EP, junto con los colombianos, contribuyan activamente a la convivencia y a evitar el resurgimiento de la violencia. Después de tres años, este snapshot da un vistazo a lo que 2020 traerá en materia de reincorporación en Colombia.

Reincorporación Política

El acuerdo le permitió a las FARC-EP luchar con palabras en lugar de armas garantizando su transición a un nuevo partido político legal. La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) fundada en 2017 tiene los mismos derechos que los demás partidos de participar en elecciones y de recibir un apoyo económico inicial y garantías de seguridad para sus miembros. Existen condiciones especiales en cuanto al numero de afiliados y al umbral electoral hasta el 2026 cuando el partido deberá cumplir los niveles requeridos. Además, la FARC tendrá 5 curules en el Senado y 5 en la Cámara de Representantes durante 2 periodos de gobierno. 

El 2020 es un año clave para que la FARC supere dos importantes retos internos que garanticen su permanencia:

  1. Divisiones internas 

En Agosto 2019, dos miembros de la dirigencia, Iván Márquez y Jesús Santrich, anunciaron su regreso a las armas y una ‘nueva etapa del conflicto armado’. En enero de 2020, se reportó un plan para asesinar a Rodrigo Londoño – Timochenko, actual jefe del partido. También se ha producido una fractura con algunas de sus bases que abandonaron el partido y otras figuras clave como la holandesa Tanja Nijmeijer quien renunció en enero. 

  1. Ampliar la participación

En las elecciones de 2018 y 2019, la FARC recibió poco respaldo. Las regiones de mayor influencia de las FARC-EP durante el conflicto no se han convertido en fuentes de apoyo popular para el partido FARC y el mayor éxito proviene de coaliciones, en particular con la Colombia Humana – UP. Es necesario que el partido se reforme e integre a un grupo más amplio y diverso de la sociedad. Una mayor participación ayudará a que surjan nuevas ideas para que el partido avance y mejore sus futuros resultados electorales.

  1. Reincorporación Social y Económica

La reincorporación es también para los excombatientes (y sus familias) que ingresan a la vida civil dentro de las normas y leyes estatales de acuerdo con sus necesidades e intereses. Para esto, cada persona recibe un “pago de normalización” único y una asignación mensual por un máximo de 8 años (equivalente al 90% del salario mínimo y otorgable solo si es inferior al umbral de ingresos). También se brinda acceso a programas sociales, talleres y capacitación, educación formal, pedagogía de paz y programas para crear proyectos productivos que garanticen su independencia como ciudadanos. Todo el apoyo, financiero o de otro tipo, depende de su compromiso continuo con el proceso y su cumplimiento con el sistema integral de justicia transicional.

Sin embargo, quedan serios desafíos, dos de los más apremiantes son:

  1. Seguridad

El último informe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia registra el 2019 como el año más violento para los excombatientes con 77 muertos. En total, desde la firma del acuerdo de paz, esta cifra supera los 170 con otros 29 atentados y 14 desapariciones. Este es un desafío no solo para aquellos que permanecen dentro de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCRs) donde comenzaron el proceso. La gran mayoría de las víctimas provienen de un mayor grupo de excombatientes quienes no reciben la misma protección ahora que se encuentran fuera, viviendo con sus familias, en busca de mejores oportunidades en las ciudades o ubicados en Nuevos Puntos de Reagrupamiento (NPA) en otras partes del país. 

  1. Desafíos económicos

En los últimos tres años se ha visto cierto éxito en los proyectos productivos (agricultura, ecoturismo, canotaje y cerveza, entre otros) que generan ingresos y oportunidades para que los colombianos (y el mundo) conozcan “a los otros” participantes del conflicto. Sin embargo, solo 1 de cada 4 excombatientes se beneficia de estos proyectos. Además, muchos enfrentan una estigmatización continua con respecto al empleo y las oportunidades comerciales.


Rodeemos el Diálogo reconoce los avances en la reincorporación y entiende que este es un proceso a largo plazo. Sin embargo, nos preocupa el asesinato de miembros de la FARC. En 2020, se requiere un compromiso coherente y serio por parte del gobierno colombiano y el constante involucramiento de la FARC, el sector empresarial y la sociedad civil. En los siguientes snapshots compartiremos cómo se desarrollan algunos aspectos específicos del proceso dentro de los territorios.