Los desayunos de paz se realizan bajo la dirección de ReD Bogotá con el objetivo de reunir a diferentes conferencistas para que nos expliquen diferentes temas politicos relacionados con la paz de Colombia.

Desayuno de Paz No. 10 de 2017

 Invitados: Jorge Tovar y Mónica Valdez

Tema: El proceso de paz con el ELN y el trabajo de la RedProdepaz

1 de abril

Iniciando el desayuno, Jorge Tovar nos habla de sus orígenes en Caparrapí, Cundinamarca, de sus breves años como sacerdote católico ordenado en 2004 y de su trabajo con la Pastoral Social y su pasión por la comunicación comunitaria; completó su formación en Alemania en educación para la paz, y resolución y transformación de conflictos. Dirige hace dos años la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz.

Jorge Tovar1

El proceso de paz con el ELN

Jorge comienza diciendo que la paz que necesita el país es principalmente la paz territorial, la que se implementaría directamente con las comunidades. Se refiere al concepto de “vida querida, paz territorial” propuesto por el padre Francisco de Roux desde cuando surgieron los primeros Programas de Desarrollo y Paz (PDP) en el Magdalena Medio. Se declara optimista respecto a la negociación con el ELN, aunque reconoce que es más compleja. Parte de la complejidad está en entender que sólo hay un 10% del grupo en armas y por lo tanto en la ilegalidad. Destaca que hay que establecer el diálogo con el otro 90%, que representa su estructura socio-política, no armada. Es crucial que el Gobierno comprenda esa realidad. Juan Camilo Restrepo, el jefe de la delegación del Gobierno en estas negociaciones, se conversado con la Mesa Social y al Congreso de los Pueblos gracias al apoyo de la Redprodepaz, que forman parte de los grupos no armados afines al ELN; afirma nuestro invitado que Restrepo sabe escuchar y es conciliador, lo cual es una ventaja para la negociación.

Otro elemento esencial en esta negociación es el énfasis en la participación amplia de la sociedad. El Gobierno pidió a RedProdepaz diseñar una propuesta para un mecanismo de participación; sin embargo, esta entidad consideró que no era conveniente hacer una propuesta que se identificará como “el modelo de participación del Gobierno”, ya que le podría restar aceptación entre la sociedad civil. Como alternativa, la RedProdepaz se ha propuesto realizar una serie amplia de consultas con diversos sectores – líderes empresariales, grupos de oposición, plataformas sociales, (como Viva la Ciudadanía, Paz Completa, Redunipaz, Cinep, Rodeemos e Diálogo), otras personas influyentes — para crear confianza y obtener ideas de cómo definir esa participación, y así diseñar una red efectiva cuyas propuestas puedan llegar a Quito. A esto se ha llamado la fase cero del proceso, o fase de ambientación.

El ELN como organización

El ELN no es sólo una guerrilla: es una organización grande, compleja, sin estructura jerárquica, con un comando central (COCE) y una estructura sociopolítica. Internamente se respetan las diferencias de ideas y posiciones frente a temas críticos como el secuestro y la minería, entre otros. Un ejemplo: hay comandos que no quieren ir a Quito a negociar, y eso se respeta dentro del movimiento.

Dada esta complejidad y falta de estructura jerárquica, ¿cómo enfrentar las diferencias ideológicas internas, y cómo saber que como organización tienen real voluntad de negociar? Jorge responde a estos interrogantes señalando que hay que garantizar unos mínimos y encontrar puntos de encuentro al interior del ELN.

En cuanto al avance de la negociación, hay que encontrar y asegurar esos mínimos, lograr pequeños acuerdos, aunque no haya acuerdo general. La llamada fase cero debe ser una fase de construcción de confianza, de pequeños logros y en su concepto, debería realizarse en territorios aquí en Colombia, no en el exterior. Se debe ir avanzando en la negociación con ese 10% del grupo, y a la par en un diálogo que no sería de 500 personas en un foro — donde se corre el riesgo de caer en lo que él denomina la “participadera”, diferente de la participación en donde las personas se escuchan unas a otras y se benefician de estos intercambios –, sino en muchos espacios o foros pequeños que sean incluyentes (sugiere espacios como el que ha creado Rodeemos el Diálogo), hablando con las grandes compañías, las multinacionales y con personas y grupos con posturas políticas diversas.

Acerca de los aprendizajes de los diálogos con las FARC que se pueden aplicar a este proceso, Jorge señala que lo más importante es lo que no se debe hacer. Por ejemplo, el diálogo no debería desarrollarse en Quito: tiene que darse con la sociedad civil. Una diferencia notoria respecto de las FARC consiste en que al ELN no le interesa llegar al poder, sino consolidar el “poder del pueblo”, y generar transformaciones desde lo local. A diferencia de los objetivos de las FARC en la Habana, que querían culminar en acuerdos, el ELN no tiene afán: lo que busca es generar “las transformaciones para la paz”. El cumplimiento de lo pactado con las FARC también es un factor clave para esta confianza. El Gobierno, por su parte, necesita entender que este proceso de paz no se trata de un acuerdo bilateral sino de un diálogo social, desde la sociedad civil. En últimas, el objetivo general del ELN es cambiar la sociedad sin llegar a las altas esferas del poder.

Jorge Tovar2

La Red Prodepaz

Mónica Valdez nos explica que esta red, a través de los PDP (Programas de Desarrollo y Paz), busca activar el capital social que tiene el territorio, defender la vida, salvar a grupos sociales del estigma que se les ha creado de ser guerrilleros o paramilitares. Se trata de generar desarrollo sin darle la espalda a los pobladores. En total hay 27 PDP, agrupados en 7 nodos: Magdalena, Magdalena Medio, Caribe, llanos, Vichada, Chocó y zona andina. Participan también en estos programas entidades de apoyo como: universidades, el sector empresarial y fundaciones.

Reflexiones finales

Para que haya “paz completa”, hay que negociar en conjunto, una 
negociación desde la sociedad civil para generar puentes entre lo 
rural ylo urbano, con corresponsabilidad. Hay que responsabilizar a 
los jóvenes para que haya oportunidades de intercambio de ideas, pues
como sociedad no hemos aprendido lo que es negociar. También hay 
necesidad de afianzar la cultura de la legalidad en el país.

La pregunta para todos, y con la que se concluye este desayuno, es: ¿Qué vamos a aportar como ciudadanos a la construcción de paz en el país?

Desayuno de Paz No. 9 de 2017

Invitado: Juan Gabriel Gómez, IEPRI, Universidad Nacional

Tema: El estado de la democracia en Colombia y el mundo

19 de marzo

Para comenzar, se invitó a los asistentes a contestar la pregunta si el estado de la democracia está bien o mal. La mayoría contestó que la democracia está fallando en Colombia y el mundo. Solo dos participantes dijeron que hay que tener esperanza. En general se habló del replanteamiento del modelo en Colombia y de mejorar el sistema.

Quien es Juan Gabriel Gómez

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Profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional, con un Doctorado en Ciencias Políticas en los Estados Unidos y estudios de Derecho. Trabajó en organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos y fue candidato a la asamblea constituyente como representante de los jóvenes.

Diagnóstico del estado de la democracia en Colombia y a nivel mundial

El invitado hizo una subasta de un billete de 50.000 pesos, para señalar cómo personas racionales nos dejamos involucrar en un ejercicio supuestamente racional, de la misma manera que en la democracia las personas racionales participan en un juego muy irracional. Según Juan Gabriel Gómez, los políticos funcionan en las elecciones con un horizonte temporal, donde la meta cada vez está en la siguiente elección y el que gana es quien tiene más plata, no necesariamente el mejor. Para él los políticos no piensan a largo plazo ni toman decisiones costosas, porque no ganarían; entonces ignoran temas tan serios como el calentamiento global y muchos otros que pueden no aportarles votos.

En nuestra subasta, mantuvimos las reglas del juego a pesar que eran absurdas e impuestas por Juan Gabriel y las aceptamos. Esa es la democracia; en la competencia electoral se cuenta con muchos recursos y el horizonte de los participantes se achica. Colombia tiene la tasa de participación electoral más baja del mundo y viene en declive, como también la confianza en los partidos políticos. A nivel mundial el promedio de confianza en los partidos está en 28%. En Colombia está en el 17%.

La paz en Colombia y las elecciones del 2018

Un gran sector de la población cree que los problemas se arreglan con un hombre fuerte, alguien como Uribe (o como Trump en Estados Unidos). Necesitamos la democracia para elegir un líder que resuelva los problemas y bajarle el volumen al mensaje de que en el país hay impunidad con la guerrilla y que los acuerdos de paz son funestos para la Democracia.

El problema se relaciona también con las reglas de juego de la constitución del 91. Esta nos dejó grandes avances como la carta de derechos, la Acción de Tutela y la Corte Constitucional. Sin embargo las reglas del juego no permiten seleccionar a las mejores personas para que nos representan; favorecen las decisiones personalizadas entre políticos y ciudadanos. Es solo una pequeña minoría la que hace de los asuntos comunes parte de su vida; porque la norma es que si no hay beneficio, no participo ni colaboro. Estas reglas de juego no contribuyen a la democracia, sino a la parte cínica de la política. Los ciudadanos somos cínicos e indiferentes porque sentimos que no tenemos poder para cambiar las cosas; creemos que si nos metemos en política vamos a terminar sucios. El gran desafío hoy es elegir un gobierno que no sea excluyente y que responda a los intereses de todos los colombianos.

JGG2

¿Qué hacer para contribuir al cambio?

Incentivar a la gente a votar. Controlar el uso de los recursos del estado. Darle poder al Consejo Nacional Electoral para que haga inspecciones sobre las cuentas de los candidatos (el costo promedio de una campaña es 4000 millones de pesos y algunos gastan 150 mil millones y más). Supervisar, y si posible trabajar por que se elimine, el voto preferente, que genera corrupción.

Juan Gabriel nos invita a pensar en una democracia sin elecciones, el modelo ateniense (escogencia por sorteo). Ventaja del sorteo: se da una lista de personas con capacidad para estudiar los problemas comunes y darles solución con mayor independencia. Hay también modelos de democracia directa que se podrían aplicar. En suma, dice, se necesita un cambio profundo en las reglas de juego democrático; si no, el destino de este país es enfrentar nuevas formas de violencia.

Como ciudadanos, tenemos que poner a los políticos bajo presión. Los ciudadanos tenemos poder y no sabemos que lo tenemos. Debemos usarlo para que nunca más se oiga la frase: “¿Usted no sabe quién soy yo?” 
Hay que recordarles a los políticos que son nuestros servidores, 
exigirles rendición de cuentas.

Reflexiones finales

Al cierre del desayuno se resaltó que a través del dialogo podemos lograr más cosas que con la imposición, es una tarea larga pero hay que empezarla, además que señaló que el humor y la alegría son potentes armas para el cambio, y ese humor y esa alegría nos los demostró Juan Gabriel Gómez.

Desayuno de Paz No. 6 de 2017

Invitada: Victoria Sandino (FARC-EP)

Tema: Subcomisión de Género e Implementación del Acuerdo Final de Paz.

25 de febrero 

Victoria Sandino es una mujer de palabra dulce y tranquila. En este sábado nos contó cómo la vida la llevó a integrar las filas de las FARC y, cómo ahora trabaja por la consolidación de la paz en Colombia. Durante su adolescencia fue militante en las juventudes comunistas de Tierralta, Córdoba, lo que le permitió, desde muy joven, recorrer las tierras de su región para fortalecer la organización social, a la par de hacer brigadas de alfabetización para adultos.

Salió de su tierra cuando llegó el paramilitarismo a la región, y este cambio le permitió realizar sus estudios de periodismo. En el 1992 teniendo 24 años decidió vincularse a la guerrilla, pues en ese momento la lucha armada le parecía la única salida que le quedaba. Allí trabajó en el área de comunicaciones y formación política. Tomó parte de los diálogos del Caguán en 1998, y en el 2013 dejó la lucha armada para partir a La Habana, en donde dirigió la Subcomisión de Género en representación de las FARC. Actualmente hace parte de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI).

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La Subcomisión de Género

La Subcomisión de Género no nació al tiempo que los diálogos de paz. Esta fue fruto de la necesidad que plantearon las mujeres en el transcurso de los diálogos, mostrando la importancia de que se incluyera un enfoque diferencial de género que les permitiera profundizar en estos temas. Varios factores impulsaron la creación de la subcomisión: por un lado, un amplio sector social, sobre todo conformado por mujeres colombianas, que llevaron a la discusión los temas sociales como un punto importante a la mesa; por otro, cuando las mujeres guerrilleras llegaron a La Habana, en los medios de comunicación circulaban mensajes que distorsionaban el rol de las mujeres dentro de las filas de las FARC, y las hacían ver como tontas y explotadas.

Victoria cuenta que más o menos entre el 35 y el 40 por ciento de la guerrillerada son mujeres, pero a La Habana sólo llegaron las que tenían cargos directivos. Allí empezaron a hacer incidencia en los medios para ser escuchadas, a través de cartas y con la página web mujerfariana, en donde cuentan cómo fueron sus vidas y cuáles son sus intereses.

Cuando llegaron María Paulina Riveros y Nigeria Rentería, delegadas del Gobierno, las mujeres de las FARC les propusieron que se creara la subcomisión para que fueran escuchadas las mujeres colombianas. Al principio no fue fácil, porque no tenían el espacio para las discusiones, así que se reunían cuando podían para poder armar las propuestas, a la par que trabajaban en otros temas. Además, fue difícil lograr que entre mujeres se escucharan, pues otros eran los temas centrales al principio.

Retos de La CSIVI

La CSIVI se conformó con algunos representantes de los negociadores de la Habana tanto del gobierno como de las FARC, para hacerle seguimiento a la implementación. Según Victoria, uno de los retos más grandes es que al Gobierno ya no le queda tiempo para llevar a cabo la adecuación normativa de los puntos del Acuerdo dentro del Fast Track y no le quedan mayorías, lo cual es preocupante.

La implementación tiene varios puntos importantes 1) Fast track, 2) Plan marco, 3) Documento Conpes y 4) Acompañamiento internacional. Estos puntos están avanzando lentamente, tanto en el debate de los proyectos como en el diseño del Plan Marco y en las garantías de seguridad que se desprenden del acompañamiento internacional. Así, desde la CSIVI se está trabajando para impulsar estos puntos, revisando proyectos ya que todos deben pasar por esta comisión, y trabajando para que todo salga lo mejor posible.

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Reflexiones finales

Para finalizar el desayuno, Victoria nos habló sobre las mujeres en las FARC y la importancia de romper el discurso que se promueve en los medios; aclaró que no es política de las FARC victimizar a la mujer. En primer lugar, nos hizo la invitación para ir a las zonas veredales y conocer a los hombres y mujeres que están allí. Muchos vienen de ambientes donde prima la violencia y la pobreza y es en la guerrilla donde se han formado en principios y valores. Romper con los estereotipos creados requiere conocer en persona esas realidades y reconocer el carácter humano de todos. En segundo lugar, nos invitó a reflexionar sobre las fortalezas y valores que se forjan en la guerra, más allá del dolor y el trauma, pues para poder estar en un ambiente de constante asedio se debe actuar con sentido de colectividad, solidaridad y sororidad *.

También habló de la importancia de entender que el fin del proceso de paz no es acabar los conflictos, sino transformar la forma en la que se tramitan. En esto realmente consiste la paz y por eso el objetivo de todos los colombianos debería ser el mismo. Pensar los conflictos de otra forma y ver de manera diferente a aquellos que estuvieron involucrados en la guerra, va a permitir que se potencien las fuerzas productivas en los sectores más alejados del país y con esto se crearán nuevas oportunidades. Invita a que los ciudadanos vean a las FARC como una fuerza productiva que puede aportar de forma significativa al desarrollo; refiere que imaginan la creación de unas “ciudadelas de paz” pobladas con ciudadanos de diversos sectores y en donde se cuente con el apoyo fundamental del sector privado.

Finalmente, dialogamos acerca de la importancia de la reconciliación que tiene muchos retos, pues en la sociedad hay muchas heridas abiertas aún, pero si no pasamos la hoja de la balanza de quién hizo más daño, nunca se va a poder dar este proceso vital para la sanación y la construcción de paz. Entiende que tanto los guerrilleros como la sociedad, y en especial las víctimas, han sufrido un dolor muy grande y es algo que se necesita sanar. En esto la Comisión de la Verdad tendrá un papel muy importante.

*Sororidad es un término utilizado para referirse a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género. Viene del latín soror que significa hermana.

Desayuno de Paz No. 8 de 2017

Invitada:  Kat Johnson (Embajada de Reino Unido en Colombia)

Tema: Contribución del Reino Unido a la Construcción de Paz en Colombia

11 de marzo

Kat Johnson, Secretaria Política de la Embajada del Reino Unido en Colombia desde 2014, quien en pocos días culminará su misión de tres años a cargo de los temas de política interna, seguridad y derechos humanos, comenzó hablándonos de la larga historia compartida entre el Reino Unido y Colombia, que data de hace más de 200 años, y cómo en los últimos 30 la relación bilateral ha estado enfocada en seguridad, táctica militar, y lucha contra la corrupción. La ayuda británica se ha enfocado en el apoyo político y diplomático en respuesta a lo que nuestro gobierno le demande.

Colombian President state visit - Day Two

(Crédito foto http://www.newsandstar.co.uk/news/national/article/UK-and-Colombia-working-on-oil-and-gas-partnership-f56e3b38-1029-4143-a738-4f4300cc6a1b-ds)

El Reino Unido y el cambio político en Colombia

Hoy en día las relaciones entre los dos países son estrechas. Así, ha venido compartiendo la experiencia del proceso de paz de Irlanda del Norte pese a que la naturaleza y el contexto del conflicto fueran distintos, pues éste estuvo cruzado por cuestiones de religión e independencia política. No obstante, la experiencia de un grupo armado que hace la transición hacia un partido político (del Ejército Republicano Irlandés –IRA por su sigla en inglés– al Sinn Féin), deja muchas lecciones en materia de justicia transicional, desmovilización y reconstrucción del tejido social, todas útiles para lo que Colombia podría hacer mejor, o al menos evitar hacer. 

El Reino Unido en La Habana

Luego de conocer sobre los diálogos secretos con las FARC, algunas ONG acompañaron a miembros del Parlamento de Irlanda del Norte a la Habana; y ahora se espera acompañar algunos miembros del proceso de paz en Colombia a Irlanda del Norte, y así ampliar el ámbito de la cooperación entre los dos países.

En 2015, el Gobierno de Colombia buscó apoyo político y diplomático del Reino Unido, reconociendo su importancia en las Naciones Unidas (ONU). Es así como el rol del Reino Unido, como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, fue fundamental para impulsar discretamente la Resolución 2261 del 25 de enero de 2016 que “reconociendo la responsabilidad de Colombia en la aplicación del Acuerdo Final de Paz”, estableció “una misión política que participará en el proceso por un período de 12 meses, como componente internacional y coordinadora del mencionado mecanismo tripartito (la Misión), y que estará encabezada por un representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas” (se adjunta la Resolución).

Del Brexit al Triunfo del NO.

Fue oportuno hacer el paralelo entre dos procesos muy complejos: el llamado “Brexit”, es decir, la consulta en Reino Unido frente a la pertenencia a la Unión Europea; y el Plebiscito de aprobación de los Acuerdos de La Habana, en Colombia. En ambos casos, como lo dijo el presidente Santos, “la democracia habló”, y es así como en los dos países se siguió la decisión de una mayoría que, aunque por mínima ventaja, provocó un “revolcón” del que aún estamos viendo sus efectos. Tanto para el Reino Unido como para la mayoría de la comunidad internacional, los resultados del plebiscito de octubre pasado en Colombia constituyeron una sorpresa. Pero la reacción del presidente Santos, tanto al mantener las negociaciones con las FARC, como al hablar con la oposición, fueron objeto de profunda admiración internacional.

Participación del Reino Unido, en clave de implementación de los Acuerdos

Además del apoyo financiero, que en 2016 sumó 10.5 millones de libras esterlinas, Colombia hace parte de los 42 países prioritarios para el gobierno británico en el Fondo “Conflicto, seguridad y estabilidad”.

El Reino Unido también participa, con voz pero sin voto, en el Fondo Fiduciario de la Unión Europea, cuyo objetivo es aportar a la reforma rural necesaria para implementar el Acuerdo de Paz, con 1.5 millones de euros; y en el Fondo Fiduciario Multidonante de Naciones Unidas, con voz y voto, para apoyar el Plan de Respuesta Rápida bajo el liderazgo de la Alta Consejería Presidencial para el Posconflicto, con 4.5 millones de libras esterlinas. Adicionalmente, el Reino Unido fue uno de los mayores donantes en 2016 de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA), además de que ha respaldado tareas de desminado humanitario.

En 2017, los ejes estratégicos de la ayuda británica en Colombia son construcción y acceso a la justicia, y construcción de paz y seguridad en el territorio, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU sigue siendo un escenario estratégico para la cooperación política y diplomática.

Embajada y empresa privada

Si bien el comercio entre Reino Unido y Colombia es de menos del 1%, y la inversión está relacionada con más de 150 empresas británicas en Colombia y cinco empresas colombianas en el Reino Unido, la Embajada ha contribuido a la formulación del “Plan de Empresas y Derechos Humanos”, aún por implementar, a través del diálogo tanto con las empresas como con las comunidades que las alojan. Así, por un lado, la Embajada impulsa mayores niveles de inversión; y por otro lado, exige estándares cada vez más altos a las empresas británicas, en materia de derechos humanos.

Retos hacia adelante

Independientemente de los resultados electorales en Colombia en el 2018, la apuesta del Reino Unido es seguir apoyando el proceso de paz, a través de sus políticas de largo plazo, que en su país van más allá de los cambios políticos de coyuntura.

La situación de derechos humanos y líderes sociales en Colombia es muy preocupante para el Reino Unido. Es importante trabajar conjuntamente con los equipos de Derechos Humanos tanto de Naciones Unidas como de la Unión Europea. Asimismo, se debe mantener la iniciativa “Embajadores con Defensores”, a través de la cual se lucha contra la impunidad. El trabajo de la embajada en diferentes zonas humanitarias en Colombia le ha permitido identificar grupos que, fortalecidos por sus nexos con el narcotráfico, tienen bajo su control territorios sin Estado, en una tendencia que empeora progresivamente.

Respecto a la política anti-drogas, la Embajada trabaja con el Ministerio de Justicia por una política común que, si bien, está bajo la línea de la prohibición, busca basarse en enfoques de derechos humanos y salud pública, contribuyendo así a disminuir el hacinamiento en las cárceles, como uno de sus efectos. Así, el Reino Unido se alinea con la posición expresada por el presidente Santos, en la que defiende una solución global que no sólo castigue a los países productores, sino que comprometa también a los consumidores.

Se reconoce una difícil y restringida situación del ejercicio periodístico en medio del conflicto armado, por eso los participantes solicitan que, además de financiar a la FLIP, la cooperación internacional promueva nuevas narrativas desde los territorios, dar visibilidad a los medios locales indígenas y comunitarios, y acompañar las condiciones complejas de seguridad que restringen aún hoy los relatos del recuerdo y la memoria histórica, más necesarios que nunca en el escenario posacuerdo.

Reflexión final

En este desayuno hemos comprobado el compromiso del Reino Unido con el proceso de paz en Colombia. Nos inspira el entuciasmo de la comunidad internacional y nos alivia saber que multiples esfuerzos nos acompañan en la transición de la guerra a la paz. Ojalá más colombianos se motiven a trabajar por la construcción de paz.

Desayuno de Paz No. 5 de 2017

Tema: Retos y realidades de la implementación del Acuerdo final

18 de febrero 

Ante la ausencia involuntaria de nuestro invitado, se desarrolló una amplia y nutrida conversación, enriquecida por los aportes calificados de tres de los asistentes.

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La situación en las Zonas Veredales

Un participante que conoce especialmente bien la situación en el Guaviare y Cauca. Describió uno de los mayores retos para la implementación: la falta de preparación adecuada de las zonas veredales por parte del Estado y la incertidumbre que esa situación genera. Contó también que, según personas de la comunidad, algunos de los guerrilleros que estaban entrando a las zonas de concentración no eran los mismos que estaban ocupando el territorio antes del Acuerdo y son desconocidos por la gente. Lo anterior genera un clima de desconfianza.

Las disidencias en el seno de las FARC

Persiste la disidencia del Frente Primero de las FARC, que no quiere desarmarse. Sus miembros no ven un incentivo para hacerlo, ya que están acostumbrados a ser la autoridad en la región, a ejercer el control territorial y a financiarse fácilmente con el producto del comercio de coca. No confían en que el Estado cumpla sus compromisos.

Brasil está investigando las conexiones entre las pandillas brasileras (entre ellas PCC-Primer Comando Capital- la más grande del Brasil) y el comercio de la coca en el Guaviare colombiano, lo que constituye una amenaza transnacional. Se sabe que están buscando reclutar a los disidentes de la guerrilla.

Cómo llevar a la práctica el Acuerdo: los instrumentos jurídicos

Para otra participante, conocedora de este tema, el reto principal de la implementación está en que el Acuerdo de La Habana se traduzca en normas, en herramientas jurídicas concretas que se puedan cumplir.

Un elemento clave es la Ley de Amnistía. Aunque se aprobó hace dos meses, ha faltado la voluntad política para aplicarla. Para el caso de los guerrilleros que están en las zonas de concentración, debe darse primero la condición de que hayan dejado las armas; para los que están en la cárcel el requisito es suscribir un acta de compromiso de que no volverán a armarse. Sin embargo, los jueces no han sabido cómo implementar el acta de compromiso ni las otras medidas que contiene. Por eso es de especial relevancia el Decreto 277, expedido el viernes 17 de febrero, mediante el cual se reglamenta la Ley y es el primer instrumento susceptible de destrabar la amnistía.

Otro elemento fundamental del Acuerdo es la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). La participante expresa el temor de que el Acto Legislativo que crea la JEP, e incluye también la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad la Convivencia y la No Repetición (CEV) y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, no sea aprobada por el Congreso, ya que se atraviesa en el debate legislativo el inicio de la campaña para las elecciones de 2018, que influye poderosamente. Como si fuera poco, se introducen también las repercusiones del caso Odebrecht, que debilita aún más a un gobierno ya débil, distrae y le quita protagonismo al debate sobre la JEP. El tema del Acuerdo de paz se está desdibujando, pues hay otros intereses en juego.

A la vez, se destaca la alta calidad de las cinco personas nombradas en el Comité de Selección de los magistrados de la JEP y los comisionados de la CEV.

La violencia contra líderes sociales y la sociedad civil

Otro participante, conocedor de la situación de violencia en las regiones, describe el miedo generalizado entre los habitantes; apoyan el proceso de paz, aunque saben que su realidad no va a cambiar a corto plazo. Anota que se registra un aumento marcado en el número de víctimas de violencia contra los líderes sociales. La respuesta del gobierno es insistir en que no es un fenómeno sistemático, y señala más bien su confianza en el proceso de paz y en las FARC.  No hay matices en la postura del gobierno y es difícil entender sus declaraciones a este respecto. Pero es claro que grupos neo-paramilitares están copando los espacios que dejaron las FARC en las veredas. Hasta se han registrado amenazas a miembros de organizaciones internacionales.

Otros factores adversos

  • La falta de apoyo de los medios a la implementación del Acuerdo.
  • La falta de gobiernos locales fuertes, de liderazgos regionales. Colombia sigue siendo un país profundamente centralizado.
  • La corrupción: uno de los mayores obstáculos para la paz.
  • El mismo sistema que propició la guerra propicia la corrupción
  • Valores que no promueven la paz y la reconciliación.

¿Qué hacer?

  1. Es necesario que la sociedad civil intensifique su función de veeduría. Debemos reinventar el papel de la sociedad civil. Trabajar en equipo, delegar tareas, sumar a lo que hacen los otros y “jalar” hacia el mismo lado. Crear un balance entre autonomía y cooperación.
  2. No perder de vista que la implementación del Acuerdo es un proceso largo, de mínimo 10 años, como lo ha dicho Sergio Jaramillo. Por tanto, es importante acompañar y fortalecer a las comunidades.
  3. En un contexto tan complejo de transición es fácil perder la esperanza, pero para derrotar al pesimismo, es preciso ver los matices, lo positivo. Por ejemplo, la concentración y el desarme de las FARC; la transformación del ejército; la voluntad de cambio que han expresado las FARC y el gobierno.

Desayuno de Paz No. 3 de 2017

Invitada: Andrea Torres (Directora de Tierra Digna)

Tema: Posconflicto y modelo de desarrollo

4 de febrero

Antes de iniciar la presentación de Andrea Torres, se resalta la entrega de Odín Sánchez por parte del ELN, así como la liberación de dos miembros del ELN por parte de las autoridades, lo que representa un avance para el proceso de paz con esa guerrilla.

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La labor de Tierra Digna

Andrea explica que Tierra Digna es un Centro de Estudios para la justicia social dedicado “a la defensa del territorio, vida y cultura de comunidades afectadas por la implementación de medidas de desarrollo económico de carácter extractivo, impulsadas por el gobierno nacional y empresas de capital privado, principalmente”. Trabajan en temas ambientales en Colombia, incluidos megaproyectos y alternativas a ese modelo de desarrollo. Trabajan también sobre y dentro de los principios de los derechos humanos.

El primer tema que trataron fue la extracción de carbón en El Cesar y Magdalena; también en megaproyectos en Huila (Represa del Quimbo), Tolima (La Colosa), Chocó (Río Atrato) y la Amazonía. Resaltan la coincidencia de masacres en los lugares y en los tiempos del desarrollo de megaproyectos, lo que evidencia que el conflicto armado está asociado al desarrollo económico. Otro de los temas de interés para Tierra Digna es el cambio climático. Se sabe que donde hay agua existen minerales y que donde existe mayor biodiversidad hay yacimientos de combustibles fósiles. Se ocupan además de defender comunidades y acompañarlas: indígenas, campesinos, y afros.

La política minera y sus efectos económicos, sociales y ambientales

Ante la pregunta de qué hechos particulares han observado en estos seis años de trabajo, Andrea menciona los PIN –Proyectos de Interés Nacional–, que se enfocan en producción de energía, y en la minería de oro y carbón, asuntos sobre los cuales ya han presentado varias demandas.

Las políticas mineras se han mantenido durante el proceso de paz, pero vienen de tiempo atrás. Colombia tenía protegido un 40% del territorio, compuesto por el Amazonas y las fuentes hídricas. La desprotección de esos territorios la inició Andrés Pastrana durante su presidencia. Después, el presidente Uribe otorgó concesiones sobre el 50% del territorio. Los mencionados ex presidentes titularon territorios indígenas y resguardos. Hoy, los campesinos son los más desprotegidos, concesionaron en sus territorios.

Tierra Digna ha trabajado con Manuel Rodríguez, el primer Ministro de Medio Ambiente, Rodrigo Uprimny y Julio Ferro entre otros. Ya existe una demanda para no titularizar territorios ancestrales. El Gobierno ha utilizado las “ventanillas mineras”, lo que le ha permitido titularizar 22.000.000 de hectáreas. También están formalizando la minería ilegal. Existen los Distritos Mineros que le ha permitido al Gobierno hacer entrega de ciertas áreas específicas.

Dentro de los planes económicos está que las empresas financien el Proceso de Paz, lo cual sería una excusa para permitir el desarrollo minero. Frente a esta situación se han desarrollado Estrategias de Resistencia, como el caso de La Colosa. Allí se han generado mesas en las que participan abogados, ingenieros y geólogos.

¿Dónde queda la democracia en el actual modelo de desarrollo?

En el país no ha existido consulta en materia de desarrollo. De modo que las instituciones que defienden los territorios están implementando consultas previas en territorios indígenas y afros. En el caso de los campesinos, se han realizado consultas populares. Existen planes para desarrollar 33 represas en el Amazonas y 22 en el Magdalena. Las represas son causantes de grandes daños ambientales, entre ellos sequía.

Hoy en día la política económica debe incluir un ejercicio democrático. En el momento se cuenta con la consulta previa, pero esta no es vinculante. Por tanto, una vez se realiza, es necesario presionar al gobierno para que escuche a la gente. Una de las características de los Estados débiles es que permiten que las corporaciones sean muy fuertes y puedan imponer sus intereses.

En Colombia de han hecho Comités de Estado para debatir la política minera. De uno de ellos resultó que se podía explotar el Apaporis. Pero Tierra Digna logró demostrar que el Apaporis era un territorio ancestral. Ahora las corporaciones quieren negociar con la gente para continuar con la explotación económica de los recursos naturales. En el caso del Cerrejón, la empresa quiere negociar directamente con las comunidades. Una de las fallas del neoliberalismo es que propende por un Estado débil. Tierra Digna está buscando que la presencia estatal en Cerrejón sea fuerte.

El alcance del Acuerdo de Paz

Según Andrea el Proceso de Paz no tiene el alcance suficiente para cambiar la política minero-energética con respecto a la democratización del ordenamiento territorial.

En la discusión se menciona que donde ha habido más asesinatos de defensores de DDHH es donde está presente la empresa Drummond. El proyecto paramilitar fue muy fuerte en las regiones mineras. La presencia de las FARC frenó la explotación minera en el sur del país. Por tanto, Andrea señala que existe temor de que se incremente el nivel de asesinatos selectivos.

En Huila se ha generado el desplazamiento de 28.000 campesinos por el proyecto del Quimbo. Por otra parte, la experiencia en el Cesar ha demostrado que la minería acaba con otros proyectos de desarrollo económico: antes se autoabastecía en alimentos, y ahora solo produce el 10% de su consumo agrícola.

Lo anterior revela la importancia de realizar un Diálogo Nacional sobre el modelo económico, energético y del desarrollo. El Gobierno debe ser el mediador y garante de este proceso. Ya que, el bajo nivel de educación de las comunidades, que hace que no comprendan el grado de deterioro que les ocasionan los proyectos mineros, así como el modelo de consumo que han venido asumiendo, son un problema para la conservación del medio ambiente. Por tanto, es importante una pedagogía entre los jóvenes; así como el desarrollo de fuentes energéticas alternativas.

La relación entre proyectos mineros, deterioro ambiental y violencia será un gran reto para la construcción de una paz estable y duradera, pero al menos, concluye Andrea, hemos avanzado en ponerle fin al conflicto armado entre el gobierno y las FARC para dedicarnos a enfrentar dichos retos.

Desayuno de Paz No. 2 de 2017

Desayuno de Paz No. 2 de 2017.

Invitada: Juliana Hernández (activista de Paz A la Calle)

Tema: El papel de la sociedad civil en la construcción de paz

Enero 28

En este desayuno se conversó con Juliana Hernández, profesional en finanzas y relaciones internacionales y activista de #PazALaCalle, sobre el papel de la sociedad civil en la construcción de paz, en el contexto de la implementación de los acuerdos de La Habana.

La conversación estuvo guiada por tres ejes generales: El primero, fue un recuento histórico del proceso de construcción del movimiento ciudadano Paz a la Calle, sus transformaciones y su horizonte. El segundo, fue la preocupación de mantener un movimiento ciudadano fuerte que se mantenga en el tiempo, en la magnitud observada en las marchas multitudinarias posteriores al 2 de octubre de 2016. Finalmente, se habló sobre el movimiento de veeduría ciudadana en el Congreso de la República, llamado #OjoALaPaz.

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El nacimiento de Paz A La Calle

Luego de los resultados del plebiscito del 2 de octubre de 2016, donde ganó el No, se convocó a una asamblea abierta el 3 de octubre en el Park Way –un parque en el barrio La Soledad en Bogotá. Allí, ciudadanos y ciudadanas tuvieron la posibilidad de discutir sobre la coyuntura en que estaba inmersa Colombia y sobre el papel de la ciudadanía para contribuir a la unidad en tiempos de polarización. Es en ese lugar donde nació el movimiento ciudadano Paz A La Calle.

Como primer proyecto se planteó respaldar la legitimidad de la mesa de La Habana, defender la esencia de los acuerdos y presionar por que se lograra pronto un nuevo acuerdo. De este modo procedieron a la construcción de un decálogo que reclamaba principalmente el respeto por el enfoque de género en los acuerdos, la independencia de los acuerdos frente a las élites políticas nacionales, el apoyo a la mesa de negociación con el ELN y el apoyo a las movilizaciones multitudinarias de los días siguientes.

El Crecimiento

El movimiento se extendió a lugares como Medellín, Barranquilla, Barcelona, y a otros barrios dentro de Bogotá. Con el tiempo, Paz a la Calle ha transformado y organizado para dar un acompañamiento más efectivo al nuevo acuerdo, por medio de diferentes comisiones entre las cuales Juliana menciona las siguientes: jurídica, género, diálogos espirituales, paz territorial, organizativa y de comunicaciones.

Ahora bien, luego de La refrendación del acuerdo final por el Congreso de la República, los objetivos iniciales trazados por Paz a la Calle quedaron obsoletos. Es así como el movimiento debió repensarse y planear un nuevo rumbo, con propuestas que guiaran su horizonte. Así, los nuevos retos internos del movimiento implican: organizarse internamente como un proceso descentralizado y de alcance nacional, definir un nuevo decálogo, planear una manera de hacer pedagogía de los acuerdos, continuar y mantener la horizontalidad, es decir sin estructuras jerárquicas, sin representantes y encontrar la mejor manera de comunicarse y tomar decisiones con esas condiciones. Adicionalmente expone unos retos externos: mantener una masa ciudadana movilizándose, así como también activar la vinculación de más personas, fomentar una articulación territorial del movimiento y una articulación del poder ciudadano y el poder institucional de una manera legítima y autónoma.

La levadura

Otro tema abordado fue el auge de la movilización que se vio por las calles bogotanas y del país –entre lo más recordado estuvo la Marcha de las Antorchas, como la llamaron en redes sociales–, que sin embargo con el paso del tiempo se fue perdiendo al decaer la fuerza de la movilización. Al respecto Juliana hizo una analogía con la teoría de Helen Fisher sobre cómo funciona el amor: los colombianos hacemos política pasionalmente, nos falta pasar del amor romántico al amor racional para que sea sostenible en el tiempo.

Según Fisher el amor tiene tres etapas: Una es la etapa del impulso sexual donde afloran las pasiones, luego viene el amor romántico y en él se idealiza y se quiere buscar un objetivo y por último llega un amor de apego donde se aprende a convivir, por lo mismo dura muchos años.  Juliana plantea que, así mismo , en un momento de apasionamiento los colombianos salimos salen multitudinariamente a la calle, comprometidos con la coyuntura nacional, pero luego que la pasión se acaba ese impulso termina. Son pocos los que llegan al momento del apego para perseguir sistemáticamente el objetivo de la paz.

Así, actuamos políticamente guiados de la emocionalidad pero no de la razón. Si fuera al contrario sería posible generar procesos que se mantengan en el tiempo como una masa crítica. La levadura necesaria para hacer crecer la masa son las personas comprometidas de lleno con la causa. Este fue un punto rebatido: Desde el público se contrapuso la idea de que a falta de inteligencia emocional es que las masas no afloran y que por el contrario, opciones de derecha sí saben usar esa emocionalidad para conseguir objetivos políticos. Se concluyó que es necesario hacer una integración entre la emocionalidad y la racionalidad.

El futuro: Ojo A La Paz

La ciudadanía tiene el poder para propiciar que la paz sea eficaz y que la implementación no se vea obstruida o modificada en el desarrollo de la legislación. Ojo A La Paz nace como un proyecto de veeduría ciudadana, integrado por varios de los grupos surgidos del 2 de octubre y otros, como Rodeemos el Diálogo. Este movimiento, asume la responsabilidad de acompañar los procesos legislativos en el Congreso de la República para la aprobación de los 40 proyectos de ley que posibilitarán la implementación de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC-EP en un periodo de seis meses. Se decidió que el tipo de veeduría consistirá en hacer presencia en Senado y Cámara, comunicar lo que allí sucede, buscando incidir en las decisiones de los políticos.

Este movimiento se ha planteado unos objetivos: compromiso con la democracia, el país y la paz, velar por una implementación eficaz y garantizar que los congresistas cumplan su trabajo en los horarios determinados o de lo contrario denunciarlo y hacerlo público. El movimiento tiene puntos por mejorar, como el manejo de la información a la hora de hacer veeduría, además de su papel de pedagogía. Juliana resalta el proceso legislativo enfrentará un momento difícil ya que los congresistas entrarán en campaña para ser reelegidos y no cumplirán en orden con su trabajo. Otra misión tiene que ver con apoyar la participación ciudadana que alimentará la negociación con el ELN, y llegar a las regiones con pedagogía que haga comprensible el proceso que se está llevando a cabo.

Reflexiones finales

Paz A La Calle es una expresión de la sociedad civil que surge en un momento de crisis en la construcción de paz. Juntos, con ReD, que nació hace 5 años con el mismo propósito, nos sumamos en la apuesta por hacer veeduría de la implementación del acuerdo Gobierno-FARC y participar en la negociación Gobierno-ELN.

Desayuno de Paz No. 42 de 2016

Invitado: Eduardo Pizarro Leongómez (Exembajador y Profesor IEPRI)

Tema: Los retos de la implementación del Acuerdo de Paz con las FARC

3 de diciembre

 

En el desayuno de Paz del 3 de diciembre, Eduardo Pizarro Leongómez, un académico que ha estudiado a profundidad la violencia en nuestro país, quien fuera fundador del Instituto de Estudios Politicos y Relaciones Internacionales (IEPRI), embajador de Colombia en Holanda y relator de los 12 informes académicos sobre los orígenes del conflicto armado de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, creada por la mesa de conversaciones de paz de La Habana, nos compartió sus ideas en torno a los retos de la Implementación del nuevo Acuerdo de Paz.

Eduardo comenzó indicando que este es un momento a la vez esperanzador y lleno de incertidumbres. “La alegría es grande y los retos son inmensos. Fue frustrante lo del plebiscito, pero hay que seguir adelante.” Antes había que sensibilizar, y ahora es claro en qué frentes hay que actuar, qué acciones concretas se pueden realizar. Hay sectores que no valoran la paz, ya que no entienden el conflicto.

“Recuerdó las agendas diferentes del gobierno y las FARC al iniciarse el proceso de negociación: las FARC frenaban, querían una preparación lenta de la desmovilización, necesitaban tiempo para salir de la clandestinidad y aprovechar el momento mediático. El gobierno requería un proceso acelerado.”

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¿Cuál fue la importancia del informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas?

El informe propició un análisis de la historia para alimentar el debate. En efecto, contribuyó a entender diferentes miradas sobre el origen del conflicto y los factores que incidieron en su prolongación. Buscó generar impacto en el reconocimiento de las víctimas del conflicto.

Para enero del 2015, el informe pasa a alimentar las discusiones en La Habana como insumo para la Comisión de la Verdad y es parte de un cierre simbólico del conflicto. El informe ayuda a responder la pregunta: ¿Qué produjo la violencia? No al nombrar nombres, sino por tipos de victimización; pues en comparación con el proceso del El Salvador, uno de los factores que incidió en la no consecución de la paz en ese país centroamericano fue que el informe de la Comisión de la Verdad en El Salvador señala victimarios de manera tajante.

¿Por qué triunfo el NO en el Plebiscito?

Según Eduardo, “los que apoyábamos el SÍ, dábamos por descontada la victoria; lo que nos preocupaba era la proporción de la eventual victoria. El SÍ tenía que ganar contundentemente, 70% a 30%, para producir una suerte de ‘consenso’; pero una victoria menor iba a resultar en la división de la sociedad colombiana. La victoria del NO fue pírrica, pero resultó ser la salida óptima porque obligó al diálogo entre los dos lados.”

Muchos sectores se agruparon alrededor del NO: el Centro Democrático, las iglesias cristianas, sectores como taxistas, camioneros, dignidades agrarias y muchos otros sectores que no votaron por el contenido del acuerdo sino por otras razones relacionadas con el miedo.

En tono de autocrítica, Eduardo dice que los comités del SÍ debieron hacer una pedagogía del acuerdo de paz más sintética, más precisa y sencilla, con un mensaje menos engorroso, ya que el NO simplificó el debate sobre el acuerdo con figuras retóricas como el “castrochavismo” o “Timochenko presidente en 2018.” El discurso era puramente emocional, simplista. Se repitió la experiencia del Brexit.

Después de la derrota surge la pregunta del por qué de una votación popular, si el presidente podía llevar a buen término la implementación de los acuerdos sin ella. La refrendación popular era innecesaria. Otro error fue sacar la segunda versión del acuerdo después de una nueva ronda de discusiones con el NO, sin permitir modificaciones; se le dio otra victoria al NO. En efecto, hoy el NO está más fuerte.

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El futuro después de la victoria del NO

Después de la derrota del sí, se generó un nuevo acuerdo en un clima de negociación a la sombra de la victoria de Trump en Estados Unidos, del temor de la posible indisciplina de las FARC y sus disidencias, del posible resquebrajamiento del diálogo en La Habana, como factores que incidieron para que el gobierno quisiera firmar tan rápidamente.

Tras la victoria del NO se presentan tres factores que impiden una lectura optimista:

  1. Que no haya aún negociación con el ELN, lo cual nos remonta a los postconflictos parciales que ha vivido el país en el pasado: la paz parcial. Pues ya hay nuevas Fuerzas Armadas y Policía para el postconflicto, pero estas siguen en conflicto armado con el ELN.
  2. La implementación del Acuerdo al mismo tiempo que la reforma tributaria.
  3. La etapa pre-electoral: sólo quedan seis meses para llevar el Acuerdo a buen término en el Congreso, pues después los congresistas se van a las regiones a iniciar la campaña para las próximas elecciones presidenciales y legislativas.

No obstante, según Eduardo, vale la pena recordar que las FARC nunca antes habían tenido verdadera voluntad de salir del conficto, pues anteriormente habían tomado las negociaciones como una estrategia de rearme. En contraste, ahora se observa que las FARC han cambiado de parecer debido a su debilidad militar, pues se dieron cuenta de la imposibilidad de una victoria militar, sumado a que percibieron un buen clima político para negociar con Santos. Las FARC quemaron la naves y no quieren volver al monte. El proceso es irreversible.

Desafíos por delante

En este contexto nos preguntamos: ¿qué podemos hacer como sociedad civil? Tenemos que movilizarnos para defender el acuerdo. Ya que tomando el ejemplo de Guatemala, donde sólo se cumplió el 5% de lo pactado, debemos evitar que nos suceda lo mismo. En Guatemala se observa una profunda frustración en la sociedad por lo ocurrido: se ganó la paz pero se perdió el postconflicto. No podemos permitir que se repita eso en nuestro caso.

Por tanto, para ser ‘operativos’ con la paz, para que el resto de la sociedad civil la entienda, se deben hacer visibles los beneficios de la paz. Es de rescatar que el plebiscito motivó a los jóvenes a movilizarse en pro del SÍ. Ahora el derrotero es cómo lograr una reconciliación nacional que abrar el camino para un gobierno de transición, favorable a la paz, que implemente los acuerdos.