Retos y soluciones creativas al Covid-19 por parte de los firmantes de paz de Farc
Snapshot de Reincorporación #7
Este Snapshot resume reflexiones de nuestro evento Impacto del COVID-19 en la Reincorporación de las FARC en Colombia. Desde los antes llamados Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCRs) varios firmantes del acuerdo de paz y Laura Villa del Consejo Nacional de Reincorporación (CNR) hablaron sobre los retos antes y durante la pandemia y las soluciones creativas generadas desde los territorios.
Inconforme con la injusticia social del país, Laura ingresó a la guerrilla en 2003 tras culminar sus estudios de medicina. En las FARC, cumplió principalmente labores relacionadas con la salud y –como lo establece su estatuto– siempre contempló la salida negociada al conflicto. Actualmente, tiene varios roles como estudiante, madre y funcionaria del CNR. A través de mesas de trabajo, Laura trabaja en la creación de lineamientos para abordar aspectos psicosociales, étnicos, de salud y género que afectan a los ETCRs y las Nuevas Áreas de Reincorporación (NARs), estas últimas no reconocidas oficialmente por el gobierno y por ende no reciben la asignación monetaria mensual (90% del salario mínimo en Colombia, CO$ 877.802, aproximadamente £189 libras esterlinas).
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Los desafíos
Según Laura, la pandemia ha profundizado problemas estructurales como la desigualdad, la violencia –incluida la violencia de género– y la brecha entre las ciudades y el campo, donde vive la mayoría de los exguerrilleros. Uno de los problemas de la reincorporación –la cual está desfinanciada bajo la administración actual– es la dispersión hacia las NARs donde no hay garantías económicas o de seguridad. Aproximadamente 200 exguerrilleros han abandonado recientemente dos ETCRs en Antioquia y Cauca debido a amenazas por parte de grupos paramilitares, convirtiéndose así en desplazados del conflicto.
Además, se han reportado 200 asesinatos de exguerrilleros desde la firma de la acuerdo en 2016 y 26 desde que empezó la cuarentena. Aunque hasta el momento solo hay dos exguerrilleros afectados por el COVID-19 y una alerta de contagio, la muerte de un bebé por falta de atención médica oportuna resalta la gravedad de los problemas de acceso al sistema de salud y la falta de presencia estatal en las zonas rurales.
Pese a esto, Laura, cuya experiencia en la búsqueda de soluciones consensuadas se remonta a las negociaciones de la Habana, trabaja incansablemente en la implementación de los acuerdos, la cual reconoce no es solamente responsabilidad del estado.
La respuesta
Al igual que la pandemia, el conflicto armado pone en peligro la vida, por lo cual los exguerrilleros aprendieron desde la guerra a priorizar el trabajo en equipo, la solidaridad y el compañerismo en situaciones de riesgo. “Durante 53 años de conflicto adquirimos habilidades que no solo fueron en el manejo de armas, sino en el cuidado de la salud, construcción de viviendas y producción de alimentos”, explicó Laura resaltado el papel de dichas habilidades en procesos comunitarios y construcción de paz.
En el ETCR de Miravalle (Caquetá), por ejemplo, los exguerrilleros, la comunidad y las Fuerzas Armadas construyeron conjuntamente un sistema de tuberías para solucionar la falta de suministro de agua. En varios ETCRs se han fabricado máquinas de desinfección y tapabocas para donar a las comunidades aledañas y poblaciones vulnerables. Este es el caso de las cárceles, que albergan a el mayor porcentaje de personas con COVID-19. En respuesta a esta situación, el ETCR de Icononzo (Tolima) está abasteciendo de mascarillas las cárceles de Bogotá.
Implementación, transformación y paz
Laura habló sobre la reincorporación política, la financiación de la paz –seriamente cuestionada por presuntos desvíos – y otros aspectos de la implementación tales como los proyectos de economía solidaria que adelantan los firmantes de paz durante la crisis actual.
Mejorar los canales de comunicación, conocer la problemática territorial y hacer trabajo pedagógico son, según Laura, las respuestas del partido FARC para dejar atrás la estructura militar donde los antiguos comandantes debían solucionar los problemas de la guerrillerada.
Sobre la reincorporación y el presupuesto para los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDTEs), Laura aclaró que estos dos aspectos corresponden a puntos diferentes del acuerdo, explicó la dificultad de armonizar soluciones dentro de un marco de implementación fragmentado.
También explicó que la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación de la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI) – una institución compuesta por tres representantes de las FARC y tres del gobierno encargada de hacer seguimiento, promover y verificar conjuntamente la implementación del Acuerdo – la cual es también la autoridad responsable de monitorear el presupuesto para la implementación pasa actualmente por un impasse ya que los Estados Unidos ha identificado a Cuba como uno de los países que no colabora con la lucha antiterrorista norteamericanas, a pesar del apoyo cubano a la construcción de paz en Colombia. En respuesta, el partido FARC ha retirado su participación en la CSIVI, indicando su preocupación por las políticas de Duque y Trump para el futuro de la paz.
Rodeemos el Diálogo reafirma su apoyo a los esfuerzos los firmantes de paz que reconstruyen el tejido social y luchan por la paz, aún en medio de la pandemia. Instamos a los académicos, el sector privado, las ONGs, la sociedad civil y a la comunidad internacional a que continúen apoyando las iniciativas de reincorporación que se generan desde los territorios y a que expresen su rechazo ante los actos de violencia.